Matías Arezo, un asunto por resolver para Matteo Tognozzi
El entorno del delantero cedido por el Granada afirma que el italiano todavía no ha abordado su situación y que se sintió "maltratado en el aspecto deportiv" en el club
Entre los asuntos por resolver que Matteo Tognozzi ha encontrado sobre su mesa nada más llegar al Granada se encuentra la situación de Matías Arezo. El uruguayo se encuentra cedido en Peñarol hasta el próximo 31 de diciembre, después de que el club rojiblanco no ejecutara su opción de retorno al final de la pasada campaña. Tiene contrato con la entidad nazarí hasta 2026, por lo que debería volver al término del préstamo, pero su futuro es un mar de dudas. Fuentes del entorno del jugador consultadas por este periódico aseguran que el director deportivo nazarí todavía no ha entablado contactos con él para abordar su tesitura, aunque afirman con contundencia que "cuando retorne el equipo a entrenar luego de Nochevieja, Matías estará allí".
Tognozzi conoce bien al delantero charrúa, sostienen las fuentes consultadas, pues le estuvo siguiendo de cerca cuando trabajaba en la Juventus. Su proyección le atrajo, al igual que sucedió con otros grandes clubes como el Atlético de Madrid, y entró en la lista de promesas a tener en cuenta del italiano. "Le conoce desde hace un montón de años y siempre le gustó", subrayan. Sin embargo, en su presentación, el director deportivo rojiblanco no dio pistas sobre sus planes con el ariete, sino que simplemente le definió como un activo más del club pese a militar en este momento en Peñarol.
Desde el círculo del jugador deslizan que Arezo se sintió "maltratado en el aspecto deportivo" durante su estancia en Granada, al no hallar "justificación ninguna" a ciertas situaciones, principalmente a su poca participación la primera mitad del curso pasado. En la misma línea, inciden en que la motivación del delantero, feliz en Uruguay, depende de si realmente se le hace un hueco en el equipo. "Va a ir de la mano de cómo lo traten en el club", insisten.
Arezo fue fichado por el Granada en enero de 2022, a razón de alrededor de seis millones de euros por el 50% de sus derechos, con Pep Boada al frente de la dirección deportiva rojiblanca. Su incorporación, cuando le ojeaban Tognozzi y varios equipos de Europa, fue considerada una apuesta de futuro e, incluso, el propio jugador asumió que necesitaría un periodo de adaptación al fútbol español. Sin protagonismo con Aitor Karanka en el descenso a Primera División, ni tampoco con Paco López cuando se produce el relevo en el banquillo el ejercicio pasado, salió a Peñarol cedido hasta el 31 de diciembre de este año, aunque el club nazarí se guardó una opción de recuperarle al final de la campaña que terminó desestimando. Su bagaje como granadinista, hasta el momento, se reduce a 18 partidos, cuatro de ellos como titular, y un gol, en la fecha inaugural de la última campaña.
En Uruguay, en cambio, el delantero se siente cómodo y se ha reencontrado con su versión más goleadora. Desde el inicio fue indiscutible en Peñarol y respondió con pólvora. En este tiempo de cesión, ha jugado 33 encuentros, 30 desde el inicio, en los que ha anotado 19 tantos entre todas las competiciones. Un rendimiento que le abrió las puertas de la Selección Uruguaya, de la mano de Marcelo Bielsa, con la que ha jugado tres partidos y ha marcado un gol. Más recientemente, ha sido nombrado mejor jugador del mes. Su situación se debe resolver de aquí a final de año o, en su defecto, en enero, si es que el Granada se decanta por buscarle otra salida en el mercado invernal. La pelota está en el tejado del club y Tognozzi es quien la recoge.