Germán Crespo: "Lo bueno que me está sucediendo es porque se hicieron las cosas bien en Granada"

El entrenador del Córdoba, que acaba de ascender a Primera RFEF, repasa con GranadaDigital sus últimas campañas antes de medirse en pretemporada al que considera el club de su vida

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Germán Crespo, durante un entrenamiento con el Córdoba | Foto: Córdoba CF
Chema Ruiz España
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Dicen que nadie es profeta en su tierra y Germán Crespo (Granada, 1975) no escapa a ese precepto. El entrenador del Córdoba vive el momento más dulce de su carrera, tras ascender a Primera RFEF con el conjunto califal, con el que se vinculó para dirigir a su filial pero acabó arrasando con el primer equipo. Con ello, firmó un capítulo importante en los anales de una entidad histórica, al impulsar un primer paso hacia su retorno al fútbol profesional. Antes, condujo al Lincoln Red Imps gibraltareño a la UEFA Europa League y acarició la promoción con el Jaén. Éxitos para los que tuvo que salir de su provincia, en cuyos banquillos forjó en buena medida el técnico que hoy crece fuera. Este miércoles, se medirá al Granada, el club de su vida, del que se confiesa aficionado, en un amistoso que inaugurará la pretemporada de nazaríes y blanquiverdes. Un compromiso que, aunque preparatorio, será "especial".

Pregunta: Si le dicen, cuando firmó por el Córdoba para entrenar al filial, que en siete meses estaría dirigiendo al primer equipo y que el curso siguiente celebraría el ascenso, ¿lo habría creído?

Respuesta: Pues la verdad es que no. Cuando uno coge a un filial, lo hace con la ilusión de llegar alguna vez al primer equipo. Lo que pasa es que no vine pensando en eso. Se me presentó la oportunidad de entrenar a un filial como el del Córdoba, después de la temporada en Jaén e irme a Gibraltar, y en cuestión de meses hubo movimientos. Se produjo todo muy rápido. Cogí al primer equipo en una situación muy complicada. Quedaban tan solo tres jornadas y teníamos que ganarlas, y aun así dependíamos de otros equipos. Se ganaron dos y se empató uno. No se pudo conseguir el objetivo, pero, con la creación de la categoría nueva, la Primera RFEF, prácticamente lo que se consiguió fue un descenso.

P.: Además, el arranque con el filial fue complicado.

R.: Sí, lo que pasa es que cuando yo cojo al filial, el primer equipo contaba en pretemporada con ocho o nueve jugadores suyos. En la primera jornada es cuando conozco personalmente a cuatro o cinco futbolistas. Al final, un equipo nuevo, de gente joven y con jugadores que venían lesionados o no en su peso necesita su tiempo para que salieran las cosas bien. Lo bueno es que, a pesar de los resultados, la directiva lo entendió y fue capaz de aguantar, también porque se veía el trabajo. El juego y lo que generaba el equipo era muy bueno. A partir del mes de enero, la dinámica cambió por completo. Tuvimos esa suerte que nos faltaba en la primera vuelta e hicimos números de campeón de Liga en la segunda.

P.: ¿Sabe mejor el ascenso por hacerlo con un histórico que lleva tres años lejos del fútbol profesional, por saber que ha aportado su granito de arena a que salga del pozo?

R.: Sí. Sobre todo, porque ver al Córdoba en la cuarta categoría del fútbol español… El año que se desciende, estaba todo el mundo desanimado. Era complicado. Este curso, con los números que ha hecho el equipo, que prácticamente lo ha ganado todo, y el estilo de juego, ha hecho que la gente se ilusione. Se está viendo ahora, que antes de terminar la pretemporada hay 10.000 socios. Fue un año espectacular, a pesar de la presión que tenía el equipo por subir sí o sí. 

Germán Crespo, durante su presentación como entrenador del Córdoba | Foto: Córdoba CF

Germán Crespo, durante su presentación como entrenador del Córdoba | Foto: Córdoba CF

P.: ¿Qué cree que hizo de su Córdoba un equipo de Primera RFEF?

R.: Principalmente, la familia que, después de un año tan complicado, intentamos tener tanto en el vestuario como en el club. Tuvimos la suerte de hacer un vestuario en el que todos íbamos en el mismo sentido y, luego, de poner poco a poco a la afición de nuestra parte. La hinchada, con el empuje que tiene, nos llevaba en volandas cuando jugábamos en El Arcángel. En ese grupo metimos a directiva, empleados del club… Fue un camino largo, pero llevó a un ascenso importante. Ahora, viendo la ilusión que hemos despertado en toda esa gente, la verdad es que estoy muy contento.

P.: Ahora, debuta en la categoría. ¿Cómo afronta su estreno?

R.: Muy ilusionado. Se me presenta la oportunidad de seguir creciendo. En los últimos años, me están saliendo las cosas muy bien. Debutar en una categoría como la Primera RFEF, con los clubes históricos que van a jugar en ella, y hacerlo con un Córdoba… Más no se puede pedir. Es un año importante en lo colectivo y, sobre todo, en lo personal, para seguir subiendo peldaños. La ilusión con la que hemos empezado la pretemporada es la que vamos a tener durante toda la campaña. Vamos a intentar estar lo más alto posible y, por qué no, conseguir el segundo paso, que sería importante para el Córdoba y, especialmente, para mí. 

Se me presenta la oportunidad de seguir creciendo

P.: Me viene bien que lo mencione. La plantilla del Córdoba cuenta con varios jugadores veteranos pero de calidad contrastada. Miguel De las Cuevas, Kike Márquez, Javi Flores... ¿Cuál será el objetivo de su Córdoba?

R.: Intentar estar arriba, pero vamos a pelear con presupuestos, en varios equipos, muy mayores al nuestro. Ahora, cuando hemos ido a cerrar la plantilla, no hemos podido acceder a jugadores importantes de la categoría por eso. Pero la ilusión que tenemos va a estar por encima de esto, y una afición con la que, prácticamente, vamos a tener todos los domingos lleno el estadio. Aparte, a pesar del presupuesto que tenemos, se ha hecho una buena confección de plantilla. Queremos empezar partido a partido, pero nuestra ilusión y lo que vamos a intentar es estar en esa pelea de seis, siete u ocho equipos arriba para, primero, disputar un playoff y, después, si puede haber un ascenso final, mejor. 

P.: Lo ha recordado antes, cuando llegó a Córdoba ya sabía lo que era entrenar a un histórico. ¿Cómo fue aquella temporada en Jaén?

R.: Fue un año similar al de aquí, con la misma presión, en el que batimos también todos las las marcas en cuanto a partidos ganados, goles a favor, puntos… Creo que ese año se hicieron 102 puntos, que fue un récord histórico en España en relación a los partidos que habíamos jugado. Lo único, que faltó esa suerte que necesitas en un playoff. Fuimos campeones, pero, claro, ahora el campeón sube y en Jaén tuvimos que jugar dos eliminatorias. Fue un año en el que aprendí mucho. Sobre todo, por las circunstancias con las que peleamos durante toda la temporada. Ahora se sabe públicamente: en la directiva había un hombre que no ayudaba mucho a poder trabajar tranquilos. Todo eran problemas. Sin embargo, el Linares, que fue segundo, siguió trabajando, haciendo las cosas como se deberían hacer y mantuvo el bloque. Ahora, está donde está. 

P.: El ascenso se quedó cerca. ¿Cree que aquella temporada, con tantas dificultades y el golpe de no ascender, le ha ayudado en las campañas posteriores?

R.: Sí, me ayudó muchísimo. En todos los sentidos. El Córdoba es un equipo con historia parecida a la del Jaén. Es un año en el que intentas echar la vista atrás, ver un poco lo que sucedió. Aquí, hay tranquilidad en cuanto a directiva. En lo deportivo, me ha servido mucho porque fueron años similares. Este es un equipo que, si no hubiese ascendido este año, a lo mejor habría supuesto, posiblemente, la desaparición del Córdoba. Parte del cuerpo técnico, que veníamos de Jaén, lo recordábamos.

P.: Es un entrenador joven, pero ya ha vivido mucho fútbol desde el banquillo.

R.: Sí. Soy un entrenador que viene de abajo. He estado en equipos muy humildes, pero siempre he tenido la suerte de conseguir ascensos, aunque hayan sido en categorías inferiores. Cuando estás en clubes como aquellos, todo son problemas económicos, situaciones en las que a los presidentes les cuesta mucho trabajo conseguir dinero para llegar a fin de mes y pagar las nóminas. He tenido la suerte de que los conjuntos en los que he estado siempre han cumplido económicamente y de tener muy buenos presidentes. Eso te hace crecer mucho, porque, venir de equipos de Granada que, prácticamente, son una familia por el número de personas, aficionados y socios, te sirve de mucho cuando se te presenta una oportunidad como la de Córdoba. Quieres estar preparado para cuando te llegue una oportunidad, porque lo difícil no es que te llegue, sino aprovecharla y mantenerte.

El técnico granadino promocionó al primer equipo pese a firmar de inicio con el filial | Foto: Córdoba CF

El técnico granadino promocionó al primer equipo pese a firmar de inicio con el filial | Foto: Córdoba CF

P.: Se dice que nadie es profeta en su tierra. Usted también crece fuera, pero su fútbol se forjó en el barro granadino. ¿En qué medida cree que le ha curtido ese paso por clubes modestos de Granada?

R.: Mucho. Tuve la suerte de ir a Huétor Tájar en una situación también parecida, pero con una diferencia de masa social importante. El año anterior, el equipo no hizo una buena temporada y casi todos los jugadores querían salir. El equipo era prácticamente nuevo y conseguimos meter a un municipio de 10.000 habitantes en un playoff por primera vez en la historia. En Atarfe me pasó lo mismo. Pasar por clubes en los que la directiva la componen dos o tres personas y la afición son cien o doscientos socios, donde tienes que sufrir, te da mucho, te hace aprender bastante. El éxito o lo bueno que me está sucediendo ahora es, precisamente, por lo bien que lo he pasado deportivamente en esos equipos y se han hecho las cosas bien. 

P.: ¿Qué ha cambiado del Germán Crespo que salió del Huétor Tájar?

R.: La gente que me conoce sabe que no aproveché como jugador la posibilidad de llegar más arriba porque me gustaba mucho estar en Granada, con mi familia. Como entrenador, tienes que estar lejos y maduras mucho como persona. Pero permanecen las ganas de seguir creciendo. Creo que el Huétor Tájar me dio una oportunidad muy buena para ser de los equipos punteros en Tercera División. Con mi fichaje por el Jaén y, el año pasado, por el Córdoba, te vas dando cuenta de que el fruto de todos los años que has estado peleando por estar ahí te llega de la noche al día, cuando menos te lo esperas. Yo esperaba haber tenido alguna oportunidad con el filial del Granada o en equipos que han estado en Segunda B algún año, pero nada. Esto me está sirviendo mucho. Estoy muy contento con lo que estamos haciendo fuera de Granada, y preparándome por si, por qué no, un día llegase una oportunidad en casa. 

P.: ¿Por qué ningún club granadino, con la excepción del Granada, logra escalar hacia categorías más altas?

R.: Porque, desde que está el Granada en Primera o Segunda División, todo el mundo quiere verlo. Eso resta mucha afición a los equipos de categorías inferiores, lo que ha hecho que los presupuestos sean cada vez más bajos. Los equipos que han tenido la suerte de estar en categorías superiores, como una Segunda B, como le pasó al Arenas de Armilla o al Loja, lo han terminado pagando, porque intentaron hacer presupuestos no acordes con los socios que tenían. Pero, para los que somos granadinos y granadinistas, lo bueno es que lo que lleva a que estos equipos no puedan estar en superior categoría es que el Granada está en Primera o Segunda División. 

Me voy a enfrentar al club de mi vida, con nuestra gente y en El Arcángel

P.: Antes de ir a Córdoba, vivió una aventura en Gibraltar, donde clasificó al Lincoln Red Imps para la Europa League. ¿Cómo fue aquella experiencia?

R.: Fue muy buena y positiva también, porque conoces otra cosa diferente a lo de aquí. A pesar de tener aquí ofertas de equipos buenos de Tercera División, ese año no podía firmar en ningún sitio hasta Navidad, cuando resolví con el Jaén el año que me quedaba, que logramos llegar a un acuerdo después de que la Federación me diera la razón. Se me planteó la oportunidad de salir allí y de poder jugar en competición europea al año siguiente, aunque yo sabía que mi estancia sería corta porque lo que quería era llegar a categorías superiores en España. Si no tuve la oportunidad de pelear para clasificar al equipo a Champions League fue porque era el año de la pandemia y en marzo se cortaron todas las competiciones. Lo bueno es que, en el poco tiempo que tuve, clasificamos al equipo para competición europea, que era lo que se quería. Para la temporada siguiente, el presidente estaba como loco por conseguir mi continuidad, y todos los años me llama para decirme que, en el momento en el que me quede sin trabajo, le gustaría tenerme otro año, una temporada completa. Si se me hubiese presentado otra vez la oportunidad, habría repetido.

P.: El miércoles se mide al Granada. ¿Cómo vio desde la distancia lo sucedido el curso pasado?

R.: Fue un palo para todos. Me acuerdo, además, de que estaba aquí en Córdoba. Estuve en el partido contra el Athletic de Bilbao, en el partido de Cádiz e iba a ir a Granada para ver aquel encuentro -el del Espanyol- en directo. Pero, no sé por qué, tenía la sensación de que estaba difícil, y dije ‘como yo vaya a Granada y no salgan bien las cosas, la vuelta a Córdoba se me va a hacer eterna’. Lo vi aquí con mi segundo entrenador, que también es granadino, y conforme pasaron los minutos, decíamos ‘madre mía, que nos vamos a Segunda’. Fue un varapalo para toda la ciudad, la prensa y los aficionados. Esperemos que sirva para aprender de los errores y que pronto tengamos la suerte de estar otra vez en Primera. Se hicieron muchas cosas mal y no nos gusta la situación que se dio, pero fue la que merecimos. Se dieron pasos que creo que no se tendrían que haber dado por lo que nos jugábamos.

P.: Aunque amistoso, ¿partido especial?

Sí, es especial por todo. Ya me he enfrentado al Granada en partidos amistosos. Lo hice con Diego (Martínez) cuando estaba en el Jaén, pero era a puerta cerrada, sin afición. Poder enfrentarme a mi equipo, porque lo considero así, que me ha dado tantas alegrías y penas, para mí es especial. Me voy a enfrentar al club de mi vida, con nuestra gente y en El Arcángel. Aunque es un partido de pretemporada, lo venía pidiendo. El año pasado, cuando estábamos en el sorteo de Copa del Rey, me preguntaba la gente qué equipo quería y yo decía que el Granada. Es el primer partido para los dos equipos, para seguir trabajando y preparando cosas de cara a la Liga, pero para mí va a ser como una final de Champions. Tener delante al club que me ha visto crecer, ser jugador del primer equipo, incluso del primer equipo, y de ser segundo entrenador el año que se consigue el ascenso a Segunda B, pues imagina lo que significa.

P.: ¿Qué le dirá a Karanka?

R.: Nada, le saludaré y le desearé la mayor de las suertes. Para mí, a Karanka no le dio tiempo el año pasado a desarrollar su estilo, su propuesta de juego, porque fueron muy pocas semanas. Desearle mucha suerte, mucho ánimo, que se olvide lo antes posible de la temporada pasada. Cuando el club ha apostado por su continuidad es porque piensa que puede ser el entrenador que nos devuelva a Primera División.