Un mercado de ajustes que pocas veces mejoró al Granada

El conjunto rojiblanco es asiduo a los fichajes de invierno, pero la mayoría pasan sin generar impacto en su plantilla y se marchan al final del curso

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Panagiotis Kone, durante su presentación como jugador del Granada | Foto: archivo GD
Chema Ruiz España
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El Granada acude al mercado de fichajes de invierno necesitado, con la esperanza de encontrar en los estantes del bazar los refuerzos que lo salven de la quema del descenso. El conjunto rojiblanco es un habitual en las compras de enero, sobre todo en sus últimas etapas en Primera División, casi siempre exigido por la cercanía del farolillo rojo. Lo cierto, sin embargo, es que son pocas las incorporaciones invernales que han generado impacto en el plantel nazarí y menos aún las que llegaron para quedarse. Para el club, esta ventana se ha convertido en un bazar de ajustes, pero que pocas veces le ha permitido mejorar.

Desde el ascenso a Primera División de 2011, son 44 los fichajes invernales que ha concretado el Granada, a quienes ahora se unen Bruno Méndez y, próximamente, Augusto Batalla. Más de la mitad de ellos, 23, arribaron a Los Cármenes bajo una cesión de sus clubes propietarios y tan solo 18 volvieron a jugar con la elástica rojiblanca horizontal tras finalizar el curso en el que se incorporaron al club. En su mayoría, fueron parches con los que la entidad trató de camuflar carencias en la primera plantilla para resistir hasta el final del curso y abordar una solución real en verano, si bien el histórico de altas de enero también recoge algunas oportunidades que ofrecieron buen rendimiento individual y varias apuestas de futuro que, con tiempo, se convirtieron en piezas importantes o imprescindibles.

Este último es el caso de Rui Silva o Myrto Uzuni, entre otros. El luso fue el portero titular del EuroGranada y el albanés, el adalid goleador del más reciente ascenso a Primera División. Otros jugadores, como Borja Gómez o Ramón Azeez, tuvieron un papel en cierta medida relevante y momentos de protagonismo en cursos posteriores al de su fichaje. También hubo amores fugaces que, al término de su préstamo, se llevaron el corazón del granadinismo de vuelta a su club de origen, como Nolito o Doucouré, que rindieron a buen nivel en Los Cármenes, pero no volvieron a vestir la camiseta de las franjas horizontales.

En lo que respecta al impacto en lo colectivo, no obstante, el balance de enero es paupérrimo. El Granada tan solo ha mejorado su posición en la tabla tras el mercado de invierno en tres de las últimas 12 campañas, incluyendo tanto sus ejercicios en Primera como los de Segunda División. En otra de ellas, finalizó en el mismo puesto en el que habitaba al llegar a Nochevieja, mientras que en las ocho restantes bajó escalones. 

Temporada 2011/2012

Es el caso de su temporada de regreso a la élite, la 2011/2012, en la que llegó al ecuador del curso con 19 puntos e instalado en la 14ª posición en la tabla. El conjunto rojiblanco hizo entonces dos incorporaciones con el objetivo de ajustar la delantera y la defensa. Atrás llegó el central Borja Gómez, cedido con opción de compra por el Karpaty. Jugó 19 partidos, todos ellos como titular, y su buen rendimiento le permitió quedarse en la campaña posterior en las filas rojiblancas para sumar otras 12 alineaciones. En ataque, sin embargo, la operación no salió tan bien. El Granada obtuvo la cesión del prometedor Henrique Almeida, delantero brasileño capaz de jugar por banda, procedente del Sao Paulo. Apenas jugó seis encuentros y solo uno de titular, sin ver puerta en su breve periodo en Los Cármenes. El equipo salvó la categoría en la última jornada, en la que se clasificó 17º con 42 unidades en el zurrón.

Borja Gómez, con el Granada | Foto: Archivo GD

Borja Gómez, con el Granada | Foto: Archivo GD

Temporada 2012/2013

La misma puntuación le sirvió un curso más tarde para ser 15º, lugar en el que se encontraba cuando el mercado invernal levantó la persiana. Entonces, el conjunto rojiblanco apostó por dos cesiones y las incorporaciones en propiedad de Buonanotte, del Málaga, y Carlos Aranda, libre tras salir del Zaragoza. El mediapunta argentino jugó 40 encuentros entre lo que restaba de aquel ejercicio y el posterior, en los que marcó un gol y dio dos asistencias. El trotamundos malagueño solo disputó aquella temporada en Granada, en la que sumó 17 participaciones, nueve de ellas desde el inicio, y aportó un tanto y una asistencia. Rindieron mucho mejor los préstamos de Recio, del Málaga, y Nolito, del Benfica. El mediocentro intervino en 15 duelos y marcó dos dianas antes de regresar al año siguiente. El extremo derramó calidad durante 17 encuentros. Firmó tres muescas y una asistencia, aunque lo más recordado de su paso es el centro desde la esquina que Cristiano Ronaldo mandó a su propia portería frente al Real Madrid.

Nolito, en su presentación con el Granada | Foto: Archivo GD

Nolito, en su presentación con el Granada | Foto: Archivo GD

Temporada 2013/2014

El mercado de enero de la campaña 2013/2014 fue mucho más austero, propiciado por una cómoda situación en la tabla, si bien la temporada tuvo un final de infarto. El Granada era 12º con 20 puntos en enero y tan solo reforzó el centro de la zaga con Thiago Ilori. El joven defensa portugués llegó cedido por el Liverpool como una promesa y en Los Cármenes dio muestras de su potencial. Jugó nueve encuentros, todos como titular, en los que entregó una asistencia. El equipo, no obstante, se jugó la permanencia en la última jornada para acabar 15º, con 41 unidades en su casillero.

Thiago Ilori, en su presentación con el Granada CF | Foto: Archivo GD

Thiago Ilori, en su presentación con el Granada CF | Foto: Archivo GD

Temporada 2014/2015

De aquel único fichaje, a la revolución del curso 2014/2015, en el que el Granada emprendió en enero una reforma similar a la que pretende en este año. Llegó en 16ª posición, con 13 puntos, y realizó hasta siete incorporaciones en enero, para concluir el ejercicio en la 17ª plaza con 35 unidades. Llegaron cedidos Rober Ibáñez, que volvió posteriormente tras marcar cinco goles y dar una asistencia; Adrián Colunga, que apenas se dejó ver en cuatro encuentros; Daniel Candeias, que jugó once citas; Lass Bangoura, irregular pero importante finalmente, y Rubén Pérez, que se quedó en propiedad al ejercicio siguiente tras cuajar un buen tramo final de campaña. A ellos se unieron Emanuel Insúa, de Boca Junior, titular en 12 partidos en la defensa rojiblanca, y Juan Cala, que tan solo jugó siete compromisos.

Adrián Colunga, fichaje invernal del Granada CF en 2015 | Foto: Archivo GD

Adrián Colunga, fichaje invernal del Granada CF en 2014 | Foto: Archivo GD

Temporada 2015/2016

Cinco fueron los fichajes que cerró el conjunto nazarí en la temporada 2015/2016, que sí contribuyeron a escalar dos puestos en la tabla y a certificar la permanencia en Sevilla. Destacó el mediocentro Doucouré, cedido por el Watford, que jugó una quincena de partidos, titular en 13 de ellos, y repartió un par de asistencias. También el veterano Ricardo Costa, que se unió como agente libre para reforzar el centro de la zaga y marcar un gol, ante Las Palmas, a la postre fundamental para la salvación, aunque no continuó en el club. Sí lo hicieron Isaac Cuenca y David Barral, incorporados a la par, con mucho más protagonismo el ex del Barça. Jesús Fernández, también sin equipo tras rescindir con el Levante, únicamente se puso bajo palos en una ocasión. 

David Barral persigue el balón durante un partido con el Granada | Foto: Archivo GD

David Barral persigue el balón durante un partido con el Granada | Foto: Archivo GD

Temporada 2016/2017

Una reacción similar pretendió el Granada en su primer ejercicio bajo mandato chino, pero la empresa era poco menos que insalvable, aun así mejor que las circunstancias actuales del conjunto rojiblanco. La cesión de Héctor Hernández, que jugó 13 citas prestado por la Real Sociedad, y el fichaje de Ingason, titular en 17 encuentros procedente del Lokeren, apuntalaron la defensa. Para reforzar la franja ancha del campo, llegaron a Los Cármenes el carismático Wakaso, cedido por el Panathinaikos, y el desapercibido Panagiotis Kone, que regresó a Udinese al término de su cesión tras haber disputado solo dos duelos. Sí rindió Adrián Ramos, en una operación conjunta con el Chongqing Lifan que le permitió además permanecer tres cursos más, parte importante del plantel que ascendió con Diego Martínez. Además, sin hacer mucho ruido se cerró el fichaje de Rui Silva, previo desembolso de alrededor de un millón y medio de euros. El luso, paciente, se acabó convirtiendo en el guardián del EuroGranada.

Wakaso golpea el balón durante un partido en Los Cármenes | Foto: Antonio L. Juárez

Wakaso golpea el balón durante un partido en Los Cármenes | Foto: Antonio L. Juárez

Temporada 2017/2018

Tras el inevitable descenso, el proyecto partió de cero en Segunda, con una profunda renovación en verano que llevó al equipo como sexto clasificado en enero, con 34 puntos. Tan solo aterrizaron en Los Cármenes Hjulsager y Salvador Agra, cedidos por el Celta y por el Benfica respectivamente, de paso fugaz e inocuo. El danés jugó solo seis encuentros, mientras que el luso participó en 14. Ninguno se hizo con la titularidad y el plantel se desinfló hasta impactar con la décima posición, lejos de la promoción de ascenso.

Hjulsager y Salvador Agra, en su presentación | Foto: Archivo GD

Hjulsager y Salvador Agra, en su presentación | Foto: Archivo GD

Temporada 2018/2019

Con Diego Martínez, la cosa fue distinta. El técnico asentó las bases del que se terminaría convirtiendo en el mejor equipo de la historia del club y llegó líder de Segunda al mercado invernal. Se reforzó con el extremo Dani Ojeda, que marcó un gol y dio una asistencia en los 17 partidos que jugó cedido por el Leganés; con el central Bernardo Cruz, que jugó poco pero solventó algunas ausencias durante el curso, y con Ramón Azeez, fichaje complementario que adquirió importancia en algunos tramos del año posterior. El nigeriano fue el único que continuó en las filas rojiblancas. Grabó en la retina de los granadinistas el primero de los dos goles con los que el cuadro nazarí derrotó al Barça en Los Cármenes.

Ramón Azeez, en su rueda de prensa de presentación | Foto: Archivo GD

Ramón Azeez, en su rueda de prensa de presentación | Foto: Archivo GD

Temporada 2019/2020

La histórica campaña que concluyó con la clasificación del Granada para la Europa League añadió al elenco hasta a cuatro actores en invierno, tres de ellos cedidos. Dimitri Foulquier, Jesús Vallejo y Gil Dias fueron los préstamos, relevantes los dos primeros. El francés se quedó en propiedad tras la ejecución de su opción de compra y extendió un curso más su segunda etapa a los pies de la Alhambra, que finalizó apenas dos partidos después del inicio de la que era su tercera temporada consecutiva. El zaguero, de vuelta este año, repitió préstamo para jugar por el continente con el plantel dirigido por Diego Martínez. El portugués sí pasó desapercibido, como también lo acabó haciendo Antoñín. El malagueño fue una apuesta del club, que detectó en él potencial, pero se marchó sin participar en más de nueve encuentros y anotar un gol.

Foulquier regresó al Granada en 2020 | Foto: Archivo GD

Foulquier regresó al Granada en 2020 | Foto: Archivo GD

Temporada 2020/2021

Al año siguiente, el Granada que sorprendía por Europa marchaba a velocidad de crucero, sexto en enero, aunque la plantilla se le quedó corta y acabó noveno, exhausto al final del curso. En el bazar invernal, tan solo sumó dos piezas. Fichó a Adrián Marín como agente libre, procedente del Alavés, para reforzar el lateral izquierdo. Jugó nueve partidos, solo tres como titular, y dibujó una asistencia histórica en el Camp Nou. El otro fichaje fue Domingos Quina, joven mediapunta portugués que recaló cedido por el Watford. Solo participó en ocho partidos, cinco de ellos desde el inicio, pero firmó dos goles de bella factura.

Domingos Quina presentado como jugador del Granada CF | Foto: Granada CF

Temporada 2021/2022

Con Robert Moreno a los mandos, el Granada levantaba el vuelo en enero tras un mal arranque, 13º con 22 puntos, por lo que su mercado miró hacia el futuro. Fue un bazar histórico en cuanto a desembolso, pues ejecutó las adquisiciones de Matías Arezo, Njegos Petrovic y Myrto Uzuni, llamados a crecer en las filas rojiblancas. También sumó a Dani Raba, que se marchó tal y como llegó, tras apenas jugar en el tramo final de dos encuentros, y a Álex Collado, cedido por el Barça, que sí encajó bien en el cuadro nazarí. Disputó 17 partidos, 13 como titular, y anotó dos tantos. Rendimiento notable, pero insuficiente para salvar a un plantel que entró en barrena y cayó en la última jornada de Liga, con todo a favor para salvar la categoría.

Matías Arezo fue uno de los fichajes invernales del Granada | Foto: Javier Gea

Matías Arezo fue uno de los fichajes invernales del Granada | Foto: Javier Gea

Temporada 2022/2023

Ya el curso pasado, con el ascenso directo entre ceja y ceja, el Granada de Paco López acudió al mercado de invierno para hallar el salto de calidad que afianzara una candidatura endeble. Buscó el gol con los fichajes de Shon Weissman y Famara Diédhiou, ambos cedidos con opción de compra obligatoria en caso de ascenso, aunque únicamente el israelí, y en una sola ocasión, vio puerta. También añadió a Pol Lozano, prestado sin posibilidad de adquisición, al engranaje de la medular.

Weissman en su presentación como nuevo jugador del Granada | Foto: Antonio L. Juárez

Weissman en su presentación como jugador del Granada | Foto: Antonio L. Juárez

De ellos, los últimos en llegar en este particular mercado de ajustes, solo los dos delanteros siguen en plantilla, obligados por sus cláusulas de compra, y ninguno tiene la continuidad asegurada en el presente bazar. También habrá que ver si Matías Arezo y Petrovic, del ejercicio anterior, encuentran ahora la estabilidad. Se suma por el momento Bruno Méndez y lo normal es que lo haga pronto Augusto Batalla, rápidamente a evaluación del granadinismo. El examen es complejo y los precedentes, poco halagüeños.