Todos enchufados en el Granada

La recuperación progresiva de efectivos permite a Karanka mantener a sus pupilos implicados, factor clave para desplegar las alas

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Los jugadores del Granada celebran en el vestuario el triunfo frente al Sporting | Foto: GCF
Chema Ruiz España
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"Titular indiscutible en este Granada no hay nadie", expresó Aitor Karanka tras la goleada de su equipo frente al Sporting, y no es una circunstancia que sólo exteriorice el técnico con sus habituales permitas en la alineación. La imagen del vestuario después del triunfo, en la que solamente faltaron los lesionados André Ferreira y Sergio Ruiz, refleja la unión del grupo. Los jugadores rojiblancos se sienten importantes, en parte por la política de rotación de su entrenador, y, con ello, el vitoriano los mantiene enchufados. La implicación de la plantilla acentúa las consecuencias de la progresiva recuperación de efectivos, porque el que regresa de la enfermería no reemplaza a quien le sustituía, sino que se suma al esfuerzo colectivo. Son muchos hombres a los remos, un factor clave para desplegar las alas.

El regreso de Melendo es el mayor ejemplo de la influencia que la recuperación de los futbolistas está teniendo en la mejoría rojiblanca, pero su incursión se ve respaldada por la implicación de otros hombres. Este domingo, también retornó Jonathan Silva, sin minutos desde el viaje a Eibar. El argentino, aunque dubitativo de inicio, cuajó una actuación más que notable, contundente en el cruce y vía de construcción por la banda izquierda. A su lado, la pareja formada por Víctor Díaz y Miguel Rubio se asienta. Mención especial merece el rendimiento del capitán del Granada, casi descartado en cualquier quiniela, pero férreo en las últimas jornadas. También Cabaco, pese al cruce de cables que le llevó a la expulsión frente al Huesca, va a más con cada participación. Jugó unos minutos frente al Sporting, como Ricard, y ambos los afrontaron como si hubieran formado parte de la alineación.

Las posiciones ofensivas no son una excepción. La gestión de los minutos que Karanka está ejerciendo, aunque deje permutas extrañas en cada jornada, propicia que todos los hombres de ataque aguarden su momento de aportar. Es el caso de Rochina, que apareció en Las Palmas por sorpresa y se mantuvo hasta este domingo, cuando, repentinamente, se quedó sin jugar. En su lugar, entró Perea, que ya había viajado a las Islas Canarias y a Ponferrada, pero no pisó el césped. El manchego cumplió y adornó su correcta función con el gol que redondeó el resultado. Bryan Zaragoza, su asistente, ha asumido su rol de revulsivo y no se ha perdido ninguno de los últimos seis encuentros, pese a partir con mucha desventaja con respecto a sus compañeros. Crece con las oportunidades que el técnico le brinda desde el banquillo.

Arezo, paciente

En el centro del campo, la rotación ha sido permanente, aunque Bodiger y Petrovic sean los más habituales. Sergio Ruiz, hasta su lesión, ha gozado de fases de protagonismo, mientras que Meseguer todavía no ha logrado tener continuidad. En punta, sin embargo, los minutos están menos repartidos. Callejón es el ‘nueve’ de Aitor Karanka, que va introduciendo a Jorge Molina con mayor frecuencia. Casi defenestrado se halla por el momento Matías Arezo, en una tesitura similar a la de Meseguer. El uruguayo, aunque insatisfecho por su poca participación, tiene paciencia, como apuntan desde su entorno, y confía en que también llegará su momento.

Incluso los lesionados se han puesto el mono de trabajo para aportar desde fuera del terreno de juego. Carlos Neva, modélico, ya entró en la convocatoria para compartir tiempo con sus compañeros. Todos suman, convencidos del objetivo rojiblanco, con el fin de dejar atrás definitivamente el bache atravesado y remontar el vuelo. Con sus pupilos enchufados y poniéndose a tono, el abanico de alternativas se amplía para Karanka.