Insua salva la Navidad rojiblanca (1-1)
El Granada empata en los últimos minutos en Ipurua gracias a un gol del central en un córner, con el que neutralizó el tanto inicial de Antonio Puertas
Pablo Insua apareció justo a tiempo para salvar la Navidad rojiblanca. Porque Antonio Puertas, quién si no, se presentó en Ipurua con el disfraz del Grinch para amargar las fiestas a su Granada y no tuvo piedad en un cortocircuito de los de Fran Escribá. Ni cotizaba el gol del almeriense, que necesitó media oportunidad para clavar su flecha. Y con él, los puntos parecían quedarse en el calcetín del Eibar porque el encefalograma nazarí era plano y, por si fuera poco, Hongla fue expulsado con más de media hora por jugar. Pero Etxebarría decidió conformarse. Replegó a sus hombres y el duelo se fue a los minutos en los que más cómodos se sienten los granadinistas, que arriaron las velas con Tsitaishvili al timón de la cruzada. El georgiano combó un córner, suerte hasta ahora esquiva, y el mariscal gallego neutralizó el duelo. Reparto insulso, pero que mantiene dulces los turrones.
El encuentro fue un despliegue del más puro fútbol polvorón, de esos que se hacen bola. Indigesto, horrible, como si los dos equipos tuvieran la cabeza ya en las vacaciones. Ni una bombilla que se encendiera sobre el césped de Ipurua. Una secuencia de errores por turnos, como si compitieran por ver quién cometía el fallo más grosero. Y en uno, en cadena de los rojiblancos, Puertas se vistió de verdugo para aplicar el castigo máximo a quienes eran sus compañeros. Pidió perdón, pero sin contener la sonrisa socarrona. El conjunto rojiblanco espabiló después, algo más incisivo aun sin filo para asestar el golpe. Se le posaron nubarrones cuando el colegiado levantó el cartón rojo ante la mirada incrédula de Hongla, pero Tsitaishvili los despejó con desequilibrio. Al final enroscó el envío desde la esquina y Pablo Insua evitó que pasara lo de siempre en territorio armero.
Al Granada le volvió a ocurrir que salió apagado, como si la hora de comer le hubiera descolocado. Se protegió con un doble lateral por el costado diestro, aunque quien cerraba más era Pablo Sáenz por la izquierda, hasta casi dibujar una línea de cinco zagueros en algún momento. Esfuerzo en vano, a la postre, para contener a un Eibar que, sin más lucidez, pretendió un fútbol más directo. El centro del campo era un carril en obras en un inicio desordenado, sin la batuta de Gonzalo Villar para componer algo de fútbol, y las balas en los primeros disparos eran de fogueo. Todo se encomendó muy pronto a los errores, que no tardaron en llegar. Entregas al contrario, despejes sin cálculo, alguna patada al aire… Un show a ratos propio de una peña.
En el zafarrancho, recibió Toni Villa entre líneas y Miguel Ángel Brau, en un intento por alejar el peligro, asistió a Puertas, que ni siquiera estaba habilitado para recibir de algún aliado. Al almeriense, que no es dentista equino, se le congeló la sangre ante Luca Zidane y disparó la flecha con despecho. Fue directa al corazón de más de un granadinista.
Los de Escribá no se descompusieron. Reaccionaron furiosos, como contra el Cartagena, pero sin las facilidades que brindó el conjunto murciano en Los Cármenes. El Eibar se protegió como un armadillo, cómodo en el contexto, sin demasiado agobio. Uzuni salió de aventura con Ricard, disparados en un contragolpe, pero al albanés se le nubló la vista en el mano a mano. Despertaron con ello los rojiblancos, errante en las salidas en estático, pero veloz en transiciones. En una oleada, centró Rubén Sánchez y el goleador granadinista lo intentó sin ángulo. En otra, por la otra orilla, Reinier peinó un servicio de Brau. Ni se despeinó Magunagoitia.
La cosa iba por los mismos derroteros tras el paso por los vestuarios, ceniciento el duelo, aunque en el conjunto rojiblanco apremiaba el marcador. Al poco del regreso, Pablo Insua estampó en el meta armero un cabezazo en un saque de esquina, muy exigido en el remate. Después Reinier, sin brillo, zigzagueó por la frontal hasta que pudo descargar para la internada de Ricard, que soltó el latigazo arriba. El Granada se extendió por el carril diestro, con Pablo Sáenz harto de perseguir fantasmas por la banda, pero las musas parecían haber cancelado su paso por Ipurua. En un mal despeje, Peru Nolaskoain encontró a Toni Villa, que pegó en el área, felino Luca Zidane. Corpas cazó el rechace, con todo a favor, pero tenía la mirilla desviada.
Hongla fue a rebañar en tres cuartos y con la guadaña no cazó el balón, sino un tobillo. Ávalos Barrera no dudó un segundo en enseñar al camerunés el camino de los vestuarios, más problemas para Escribá. El valenciano recurrió a Tsitaishvili para extender las alas y con Weissman buscó presencia en área, plan que fue al traste con la expulsión. Puertas olió el miedo en su adversario y se abalanzó sobre él en un desmarque. Recibió y dribló en una pedalada a Luca Zidane para enjaular el balón, pero el banderín señalaba al cielo. A Etxebarría le pareció que estaba todo hecho y ordenó el repliegue, craso error. Escribá insertó atrás a Oscar Naasei para dar rienda suelta a su extremo georgiano por el perfil izquierdo en los últimos latidos del encuentro. El guion de cada temporada dictaba que todo moría así, pero se ve que Giorgi no se lo había leído. Trazó la parábola desde la esquina y en el punto fatídico apareció Pablo Insua que en un remate poco ortodoxo salvó los muebles. Justo a tiempo para evitar los rostros serios en las cenas. No será la Navidad más feliz, pero no habrá runrún. Toca escribir la carta a los Reyes.
Ficha técnica:
SD Eibar: Magunagoitia; José Corpas, Arambarri (Merquelanz, 79’), Chema Rodríguez, Cristian Gutiérrez (Arrillaga, 74’); Madariaga, Matheus Pereira (Sergio Álvarez, 40’), Peru Nolaskoain (Kento Hashimoto, 73’), Toni Villa; Antonio Puertas (Xeber Alkain, 74’) y Jorge Pascual.
Granada CF: Luca Zidane; Rubén Sánchez (Giorgi Tsitaishvili,63’), Pablo Insua, Loïc Williams, Miguel Ángel Brau (Oscar Naasei, 77’); Martin Hongla, Sergio Ruiz; Ricard, Reinier (Manu Trigueros, 77’), Pablo Sáenz (Weissman, 63’); y Myrto Uzuni (Juanma, 89’).
Goles: 1-0: Antonio Puertas, min. 15; 1-1: Pablo Insua, min. 81.
Árbitro: Rubén Ávalos Barrera, del comité catalán. Amonestó al local Antonio Puertas, así como al visitante Pablo Insua. Expulsó con cartulina roja directa a Martin Hongla.
Incidencias: Encuentro correspondiente a la 21ª jornada de Liga en Segunda División, disputado en el estadio de Ipurua ante 4.140 espectadores.
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