En busca de otra alegría en el corredor de la muerte

El Granada visita al Sevilla con el objetivo de enlazar su cuarta jornada consecutiva sin perder tras retrasar una semana más su descenso matemático

Granada CF CA Osasuna — Pellistri y Józwiak celebran el gol del uruguayo contra Osasuna | Foto: Antonio L. Juárez

05/05/2024 06:00

Chema Ruiz España

El Granada visita este domingo (21:00 horas) el Ramón Sánchez Pizjuán en busca de otra alegría en el corredor de la muerte, tras esquivar una semana más la quema. De puntuar, enlazaría cuatro sin perder, con lo que Sandoval superaría en apenas seis ratos la puntuación de sus dos predecesores en el cargo. Dignidad para un grupo que, aun con ello, se sabe con las horas contadas, pero que al menos promete una despedida competitiva. Delante, un Sevilla en horas bajas, que escaparía oficialmente de la quema si vence, aunque la posibilidad de que perdiera la categoría ya fuera remota. Un derbi descafeinado, pero con ingredientes para entretener.

Sandoval ha dado con la tecla emocional de un Granada deprimido. Fue precisamente en el cruce de la primera vuelta, en Los Cármenes, cuando por primera vez mostraron los rojiblancos horizontales su abatimiento, goleados en una actuación bochornosa. El madrileño les ha tendido la mano para levantar su moral e introducirles en una dinámica competitiva que ya ha evitado que se conviertan en el peor equipo nazarí de su historia en Primera División. Incluso, les hizo divertirse como hacía meses que no lo hacían en la pasada jornada, frente a Osasuna. Sin grandes remiendos tácticos, pero sí mucha psicología, ha recuperado el honor de una plantilla que se dejaba ir a su llegada. No ha cambiado el destino, inevitable salvo una remontada épica y el descalabro de otros tres conjuntos, pero sí la manera en que recorre el camino hasta el final.

El cuadro rojiblanco ha encadenado tres semanas sin perder, con dos triunfos en la secuencia, que ya son más de los que Paco López y el Cacique Medina consiguieron celebrar en su estancia. Busca el cuarto contra el Sevilla de Quique Sánchez Flores, que consiguió salir a flote desde que visitó Los Cármenes. No es que haya brillado, pero su reacción le ha dado para alejar el descenso y afrontar con tranquilidad la recta final del campeonato, con un amplio colchón que esta misma jornada puede hacer matemática la salvación. En Nervión también encontraron cierta alegría, aunque en este caso alimentada por la irrupción del joven Isaac Romero desde la cantera. Cuatro dianas y otras tangas asistencias en apenas 14 partidos han cambiado la cara del conjunto sevillista, que, sin embargo, recibe al Granada sin el atacante, lesionado ya por lo que resta de curso.

Sin el de Lebrija, será probablemente Lukebakio quien acompañe a En-Nesyri en ataque. El marroquí es el máximo artillero sevillista, con doce muescas. Quique Sánchez Flores tampoco dispone de Suso, sancionado por acumulación de cartulinas, por lo que cabe la posibilidad de un cambio de esquema en los hispalenses. Ocampos escoltaría a los puntas, protegido por Agoumé y Soumaré en la franja ancha. En los flancos, Jesús Navas y Acuña pueden apropiarse del carril completo, con Ramos, Loïc Badé y Kike Salas frente a Nyland.

Más clara se adivina la alineación granadinista, que por primera vez en todo el curso puede ser idéntica a la de la jornada anterior. Sandoval no cuenta con más bajas que las de Vallejo, Antonio Puertas y Raúl Torrente, las mismas que ante Osasuna, por lo que tiene la posibilidad de repetir su once de gala. Uzuni forzará una vez más para buscar el gol junto a Lucas Boyé, que ha recuperado la sonrisa y el olfato. Pellistri y Józwiak percutirán por los costados, con Sergio Ruiz y Gumbau en la sala de máquinas. Atrás, Bruno Méndez se ha asentado en el perfil diestro, con Miguel Rubio e Ignasi Miquel como centinelas, flanqueados por Carlos Neva en la otra orilla.

Sin cambios a la vista, Sandoval espera otra expresión de orgullo y carácter de sus pupilos para dejar el pabellón alto. No quiere oír hablar de la posibilidad de descender, aunque no niega la realidad. Solo quiere ganar al Sevilla y brindar a la hinchada nazarí otra dosis de consuelo. Es lo que le queda al conjunto rojiblanco, con la meta de superar al Cádiz entre ceja y ceja. Eso y disfrutar de la Primera División el tiempo que le quede en ella.