Tres entrenadores no logran salvar a este Granada
Paco López, Alexander Medina y José Ramón Sandoval han tratado de enderezar al conjunto rojiblanco sin éxito hasta que ha encallado de nuevo en Segunda
Tres entrenadores asumieron a lo largo de toda la temporada el reto de salvar este Granada sin éxito. El descenso ya matemático del conjunto rojiblanco certifica también el fracaso del club, a pesar de que buscó una reacción desde el banquillo hasta en dos ocasiones. Comenzó Paco López, le relevó Alexander Medina y concluirá José Ramón Sandoval. Ninguno ha logrado enderezar al cuadro nazarí, que encalla de nuevo en Segunda División tan solo una campaña después de ascender.
Paco López fue el artífice de ese último ascenso después de reemplazar a Aitor Karanka en el banquillo de Los Cármenes. El valenciano mantuvo en el equipo la esencia del ejercicio anterior, pero echó en falta unos refuerzos que, aunque esperaba, no llegaron. En su despedida, reconoció que desde el inicio del curso el objetivo era llegar al mercado de invierno con vida, pero los resultados no le permitieron alcanzar la meta. Fue destituido en noviembre, después de 14 jornadas, con siete puntos en el casillero rojiblanco tras ganar un partido y empatar cuatro. A ello se suma una victoria vacía en Copa del Rey, resuelta de manera bochornosa en favor del Arosa por alineación indebida.
Matteo Tognozzi, que acababa de llegar, dio un volantazo inesperado y confió en Alexander Medina, sin experiencia en Europa, para reconducir al equipo, que ya era penúltimo. El arranque del Cacique no hizo sino agravar la situación granadinista, aunque las primeras incorporaciones invernales lavaron la cara del equipo. Se le marcharon Bryan Zaragoza y Álvaro Carreras, merma que pronto comenzó a notar, pero, con carácter, enganchó tres empates, uno de ellos en Montjuic, que dispararon la esperanza. Un espejismo que se esfumó pronto. El Granada tocó fondo, el vestuario se agrietó y la moral cayó al suelo con tres derrotas consecutivas que dejaron al equipo sentenciado. Dispuso de las mismas 14 jornadas que Paco López, con idéntico bagaje.
El Cacique se marchó a la francesa y regresó en su lugar José Ramón Sandoval como tratamiento paliativo. Una inyección de optimismo que tuvo un estreno nefasto en Cádiz, pero que logró rescatar orgullo de lo más profundo de sus pupilos y mejorar los registros de sus antecesores. Perdió contra el Valencia, aunque con una imagen mejorada. Ganó después al Alavés, rascó un digno punto en San Mamés y goleó a Osasuna para recomponer el ánimo rojiblanco. Ante el Sevilla, sin embargo, volvió a perder, lo que, unido a la victoria del Mallorca este mismo sábado, materializa el descenso. Continuará hasta el final del curso para tratar de evitar la última plaza, una vez superada la puntuación con la que bajó en 2017, el peor registro de la historia del club en Primera.
Uno menos que en 2017 y tantos como en 2022
En aquella campaña, fueron cuatro los técnicos que trataron de evitar la caída del Granada a Segunda División. Arrancó Paco Jémez, la primera gran apuesta de la propiedad china en el inicio de su andadura en el club, pero su pronta descomposición propició su destitución temprana. Lluís Planagumá, entrenador del filial, dirigió un encuentro de manera interina en lo que la entidad cerraba la contratación de Lucas Alcaraz, que hizo competir al equipo hasta la recta final. Tony Adams le sustituyó en uno de los primeros movimientos excéntricos de los dueños nazaríes, sin puntos en su experiencia.
En el descenso de 2022, en cambio, fueron también tres los entrenadores que trataron de evitar el regreso a Segunda un año después de acariciar el cielo de Europa. El club confió en Robert Moreno la misión de sustituir a Diego Martínez, y el equipo llegó al ecuador del curso en una posición plácida tras remontar un mal inicio. Sin embargo, comenzó un desprendimiento que acabó con la destitución del técnico catalán en marzo. Ascendió desde el Recreativo Rubén Torrecilla, de inicio como medida provisional, pero con una estancia más larga de lo previsto. Acabó el curso Aitor Karanka, que acercó una permanencia que se le escapó entre los dedos en la última jornada del curso.