Gonzalo Villar, el canterano ché que vuelve “a ser feliz” en Granada

El mediocentro, máximo asistente del conjunto rojiblanco, se asienta en la medular granadinista y le despeja la visión

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Gonzalo Villar, en una pugna durante el encuentro frente al Villarreal | Foto: Antonio L. Juárez
Chema Ruiz España
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Gonzalo Villar tocó a la puerta del fútbol profesional enfundado en la camiseta del Valencia. El mediocentro murciano, tras despuntar en las categorías inferiores del Elche, recaló en el Juvenil A del club ché, en el que jugó entre 2015 y 2018. Fueron tres cursos que le pulieron para, posteriormente, regresar al club ilicitano y, de ahí, dar el salto a la Roma. El centrocampista viste ahora las franjas horizontales del Granada, con las que está "volviendo a ser feliz", como el propio jugador exteriorizó a través de su perfil en Instagram, junto con un vídeo de algunas de sus acciones del presente curso. Se siente cómodo con el juego de Paco López y, con minutos, va mostrando las cualidades que le convirtieron en una de las mayores promesas nacionales. Este domingo, ya como máximo asistente destacado del cuadro nazarí, pisa Mestalla, el estadio que le pudo ver triunfar.

El centrocampista aterriza en Paterna después de debutar con el filial del Elche, con el que jugó tres encuentros -uno de ellos, como titular- aún en edad juvenil. En la entidad ché no pasaron inadvertidas sus cualidades, que ya le habían llevado a alguna convocatoria con las categorías inferiores de la Selección Española, así que le incorporó para su Juvenil A en verano de 2015. Jugó en aquella temporada la UEFA Youth League con el cuadro valencianista, la Champions juvenil, indiscutible en una medular que le juntaba con Carlos Soler, hoy jugador del PSG, y Fran Villalba, que ahora milita en el Sporting de Gijón.

Aquel Valencia practicaba un fútbol vistoso que potenciaba sus cualidades, lo que le permitió asomar por las convocatorias del filial ché en aquel mismo ejercicio. No fue, sin embargo, hasta la campaña posterior cuando debutó con el segundo equipo valencianista, que competía en Segunda B. Se asentó en él ya en la temporada 2017/2018, en la que jugó 31 encuentros en la categoría de bronce, adornados con un par de goles. Un rendimiento con el que consiguió entrar en una convocatoria de la primera plantilla, reclutado por Marcelino García Toral para una visita al Girona, si bien lo vivió al completo en el banquillo.

Gonzalo Villar conduce el balón durante su etapa en el Valencia | Foto: Instagram

Gonzalo Villar conduce el balón durante su etapa en el Valencia | Foto: Instagram

 

Desde entonces, recorrió un largo camino que contrasta con su edad -tiene 25 años- y que le fue alejando del juego que él disfruta. Fichó por el Elche, en Segunda, y atrajo el interés de la Roma, donde llegó a ser importante para Paulo Fonseca. La llegada de Mourinho, adepto de otro estilo de fútbol, le privó de minutos y le hizo encadenar cesiones al Getafe, la Sampdoria y, en la temporada pasada, de nuevo al cuadro madrileño. En busca de una salida definitiva que le permitiera echar raíces, recaló este verano en el Granada, llamado a ser parte de la alineación de Paco López en un centro del campo con pocos efectivos y menos creatividad. Un lugar idóneo para volver a dejar volar la imaginación.

Su tardía llegada y consecuente falta de preparación estival propiciaron una irrupción progresiva en el esquema rojiblanco, pero suma ya once encuentros en lo que va de curso y ha sido titular en los últimos cuatro. El más reciente, el controvertido cruce de Copa frente al Arosa, en el que asumió el mando del equipo en una tarde complicada para futbolistas de su perfil. Manejó el duelo a su antojo pese a las condiciones del terreno de juego y asistió a Callejón con precisión de cirujano. Fue su cuarta asistencia en lo que va de ejercicio. Sus tres en Liga le sitúan en los mismos números que, entre otros futbolistas, Toni Kroos, los hermanos Williams o Brais Méndez.

Villar se siente contento en el sistema del técnico valenciano y el Granada lo agradece. Despeja la visión rojiblanca cuando está sobre el terreno de juego, con lo que facilita la conexión con los hombres de ataque. Mestalla le recibe este domingo en contra, y con la responsabilidad de continuar siendo bisagra de los nazaríes.