Eficacia para romper el maleficio a domicilio

El Granada volvió a ganar fuera de casa 175 días después de que lo hiciera por última vez, gracias a una actuación solvente en las áreas pese al sometimiento del Villarreal B

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Weissman celebra su primer gol como rojiblanco | Foto: LaLiga
Chema Ruiz España
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"Es una cuestión de acierto", sostuvo Paco López tras la derrota del Granada en Lugo. "Lo que nos está faltando es finalizar", insistió tras caer en el Ciutat de Valencia. Tendrán que pasar aún jornadas para confirmar si su hipótesis era acertada y si Shon Weissman ha llevado al vestuario rojiblanco esa solvencia que tanto echaba en falta el técnico, pero lo cierto es que la primera victoria nazarí a domicilio desde la jornada inaugural de Liga parece señalar esta dirección. El equipo rompió su maleficio por pura eficacia, ante un Villarreal B que lo sometió con su juego durante buena parte del encuentro. Una efectividad arriba que Raúl Fernández completó con el dominio de su propia área. 

En el transcurso de los 175 días que han pasado entre que el Granada venció en Can Misses y volvió a sumar tres puntos como forastero, los rojiblancos han jugado partidos mejores lejos de su estadio. Tanto con Paco López como con Aitor Karanka, el cuadro nazarí disputó encuentros como visitante en los que fue superior a su rival, pero no resolvió y sí concedió, con errores clamorosos en ambos fondos. Tal vez por ello consideraba el valenciano tan necesario incorporar a un delantero, más allá de la evidente necesidad numérica tras el cambio de sistema y la marcha de Arezo. Es pronto para arrojar una conclusión a este respecto, pero lo irrefutable es que el preparador no dudó en alinear a su nuevo ariete y que con un tanto suyo encaminaron sus pupilos el triunfo. Shon Weissman es un futbolista que tiene gol y ha caído de pie en su nuevo equipo. Le bastó una acción para inaugurar su cuenta.

El israelí es un ‘nueve’ puro que revaloriza los envíos de sus compañeros, entre quienes parece haber mezclado bien. Callejón le brindó su octava asistencia del curso, acostumbrado a servir casi en exclusiva a Uzuni, con lo que se aupó hasta la primera plaza del ranking de asistentes de Segunda. La ausencia de una referencia en el área ha dificultado tanto al motrileño como a Melendo la producción de ocasiones en los metros finales, perdidos sus envíos y ubicado como receptor en el caso del granadino. Weissman, con el gol siempre entre ceja y ceja, abre nuevas posibilidades.

Al ser un delantero con presencia en el área, atrae marcadores y libera a su acompañante en punta. Quién sabe si fue por ello, por la motivación que supone tener nueva competencia o por simple casualidad, Uzuni también se despojó del complejo anotador lejos de su estadio. Marcó un golazo, con el que situó su marca personal en la quincena con casi medio curso aún por disputar. Se entiende bien con Weissman, móvil para aprovechar los espacios que le abre el israelí, por lo que la pareja promete dar alegrías a la hinchada nazarí. En su primer partido, marcaron ambos, sin necesitar tampoco demasiado más para decantar el choque.

El encuentro, no obstante, también se resolvió en favor de los rojiblancos porque Raúl Fernández hizo buena en sus dependencias la eficacia de la que sus compañeros habían hecho gala en el área contraria. El guardameta bilbaíno volvió a sacar su muestrario de paradones para desquiciar a Fer Niño, Diego Collado y Sergio Lozano, insistentes ante el marco granadinista, pero negados en la definición. Tuvo la contundencia que en ciertos lances le faltó a sus zagueros, erráticos también en algunas construcciones, con la excepción de un Víctor Díaz que continúa excelso en esta campaña.

El rendimiento del enmascarado portero rojiblanco está siendo sobresaliente. Aprovechó la lesión de André Ferreira para convertirse en héroe en ya bastantes encuentros del conjunto rojiblanco. Con la de este domingo, cuando alcanzó las 41 paradas ligueras, son 12 las ocasiones en las que ha dejado su puerta a cero en lo que va de temporada, tres de ellas a domicilio pese a la dinámica de su equipo como forastero.

Con su solvente actuación en La Cerámica, el Granada enlazó su tercer triunfo consecutivo, otra marca que no se daba desde el inicio en Liga. Este viernes, recibe al Tenerife, con la posibilidad de ampliar esta racha a cuatro victorias seguidas, cuando ganar dos parecía una quimera. El conjunto dirigido por Paco López parece haber encontrado la capacidad de dominar las áreas que el técnico demandaba a domicilio. Ahora, debe darle continuidad a lo expresado frente al Villarreal B, además de extender su idilio con Los Cármenes, para mantener las opciones de ascenso directo. Por momentos parecieron esfumarse, pero el corte le vuelve a quedar tan solo a tres puntos.