Weissman, en busca de su sitio en el Granada

El internacional israelí, descartado de la plantilla rojiblanca hasta el último día del mercado, se ha reincorporado a los entrenamientos con el reto de revertir su situación

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Shon Weissma, en el centro, durante el entrenamiento de este viernes | Foto: C. R. E.
Chema Ruiz España
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Shon Weissman se ha encontrado a su vuelta de la concentración con Israel un nuevo escenario en el Granada. Descartado durante todo el verano e inscrito en la plantilla el día en que vencía el plazo para el registro de nuevos fichajes, el delantero se reincorporó este jueves a los entrenamientos con el reto de revertir su situación y entrar en los planes de Paco López. "Hemos tenido una conversación con él. Nos hemos dicho las cosas claras. Sabe que ahora mismo está en la plantilla y tiene que tratar de ganarse el sitio", expuso el técnico este viernes en rueda de prensa, sin esquivar la singularidad de la tesitura del israelí, resignado a trabajar con el equipo que le ha quedado y dispuesto a "sacarle rendimiento" a todos los hombres de los que dispone. Entre ellos, el ariete.

El internacional jugó con su selección algo más de 90 minutos entre los dos encuentros de clasificación para la próxima Eurocopa comprendidos en el último parón liguero, de inicio solo ante Bielorrusia. Fue su primera participación desde el ascenso granadinista, el 27 de mayo. Entre aquel duelo y su vuelta a Granada esta semana, Weissman ha sido protagonista de una de las coyunturas más singulares en el vestuario nazarí. Con el salto de categoría, la entidad rojiblanca estaba obligada a ejecutar la opción de compra acordada con el Valladolid en enero, de 3,5 millones de euros, a pesar de que en el curso anterior fue perdiendo relevancia en los planes del entrenador con el paso de las jornadas. Ya en la preparación estival quedó descartado, fuera de la concentración en Montecastillo por una lesión que más tarde tornó en "estrategias del club", en palabras de Paco López.

Situado en la rampa de salida, no fue inscrito al inicio de la campaña y su futuro se encaminó hacia el fútbol italiano. Su marcha, sin embargo, no cristalizó, lo que unido a la falta de incorporaciones en ataque condujo a la dirección deportiva del club a dar un volantazo e inscribir finalmente al israelí en la última jornada del mercado. Un giro copernicano que, a su vuelta a la ciudad, le plantea la oportunidad de competir por un ostentar otro rol en la plantilla, justificar la inversión de granadinista y reconciliarse con el gol.

Se encuentra en desventaja y con el lastre de un bagaje pobre con la elástica rojiblanca. Ha disputado trece partidos y tan solo ha marcado un gol, el que encauzó en el primer balón que tocó en su estreno como nazarí. Sí favoreció, en cambio, la explosión goleadora de Uzuni, beneficiario de los espacios que generaba su compañero en ataque. En Valladolid sí manifestó capacidad anotadora, tanto en Primera como en Segunda División. Se estrenó en Pucela cuando el cuadro blanquivioleta militaba en la máxima categoría y marcó siete dianas que, no obstante, no permitieron la salvación vallisoletana. Permaneció en el club tras el descenso e hizo 21 tantos que contribuyeron al ascenso, pero en su retorno a la élite se fue apagando, afectado también por problemas de índole personal. Recaló en el Granada tras jugar 17 partidos y anotar solo dos goles, uno en Liga y otro en Copa.

Competencia

Paco López, a pesar de ello, confía en que Weissman peleará por cambiar su posición en el vestuario. "Desde que empezó a entrenar con el grupo, pese a saber cuál es su situación, no dejó de entrenar a tope y motivado. Eso hay que valorarlo", expuso el entrenador, quien incidió en que "ese compromiso lo tiene, lo ha demostrado y lo sigue demostrando a diario". A tenor de lo visto hasta la fecha, es el cuarto delantero de una plantilla en la que Callejón y Puertas, sin ser puntas natos, también pueden actuar en la posición más adelantada.

Por delante en las preferencias del preparador valenciano se hallan Uzuni y Lucas Boyé, quienes a priori ostentarían el rol de titulares en la dupla ofensiva, además de Famara Diédhiou. El senegalés llegó al Granada también cedido en el pasado mercado invernal y, como el israelí, fue incorporado en propiedad por obligación tras el ascenso a Primera, si bien su caso es distinto. Participó poco en la última campaña, pero las dificultades para fichar nuevos delanteros le brindaron la oportunidad de formar parte de la plantilla en la máxima categoría. El técnico rojiblanco contó con él desde el inicio, aunque en los últimos compases del mercado planteara su marcha, y le ha otorgado minutos ante el Rayo y el Mallorca pese a no haberle visto marcar.

Weissman, el único de todos los efectivos de ataque del plantel que todavía no ha debutado en la presente campaña, parte de cero. La categoría ya le vio golear en busca de la salvación cuando aterrizó en España. El reto del israelí es recuperar a aquel prolífico delantero y hacerse un hueco en los planes de Paco López. El del técnico, sin más remedio que trabajar con lo que tiene, será exprimirle para sumar manos a los remos del navío nazarí. Puede resultar determinante en el devenir del curso rojiblanco.