Granada cierra su Corpus 2019 y ya piensa en el del año que viene
La ciudad pone fin a siete días de diversión que se ha desarrollado sobre todo en el recinto ferial de Almanjáyar, pero también ha tenido hueco en el centro
Lástima que terminó, Todo lo bueno se acaba, Qué rápido pasa el tiempo cuando lo pasas bien... El amante de la feria, y en Granada hay muchos, puede apelar a cualquiera de esas frases, o a la que se le antoje como alternativa, para describir lo que siente ahora que el Corpus 2019 ha tocado a su fin. Aunque también, si quiere consolarse, le cabe el recurso de pensar que ya queda menos para la feria del año que viene. Total, si se tira de tópicos también hay uno que dice que el tiempo pasa volando.
Han sido siete días intensos, de eso no cabe duda. El encendido, en la frontera del sábado 15 y el domingo 16, marcó el inicio y fue de nuevo una vecina de Granada llamada María Rosalía Torres (natural de Salamanca y residente en el Zaidín, para más señas) quien pulsó el botón ante la atenta mirada de Luis Salvador, quien sólo doce horas antes se había convertido, para sorpresa de muchos, en el nuevo alcalde de la ciudad.
Cuando se dice que todas las ferias son iguales se falta a la verdad. Siempre hay novedades, y este año destacaron, por ejemplo, la puesta en marcha de un punto violeta, un centro de atención a las mujeres que, como se leía en el cartel, estaban "hasta la peineta" del acoso sexual.
También fue novedosa, y gratificante al mismo tiempo, la iniciativa de ofrecer a las asociaciones de autismo y Síndrome de Asperger la posibilidad de que quienes padecen estas anomalías pudieran disfrutar durante tres horas de una feria sin ruido en sus atracciones. La del lunes fue una jornada inclusiva para el recuerdo.
El martes, los niños fueron los protagonistas porque los columpios estaban más baratos. El miércoles llegó la procesión de la Tarasca, que este año iba vestida por la diseñadora Laura Garre. Su atuendo, a decir de muchos, recordaba al de Khaleesi, la de Juego de Tronos. Y el jueves fue una jornada más solemne, con la procesión del Corpus Christi. Por desgracia, ese jueves apuñalaron a un vigilante de seguridad en el ferial, que tuvo que ser ingresado en un hospital y continúa grave.
En cuanto a GranadaDigital, también supo disfrutar a lo grande. El lunes invitamos a nuestros amigos y clientes en la caseta La Malafollá, una de las más interesantes y divertidas de las 66 ubicadas en el ferial, y el miércoles, ya más en privado, la redacción volvió al recinto para demostrar que el trabajo no está reñido con la diversión (aunque sea un ratito).
En la recta final, la mayoría prefirió trasladarse a Almanjáyar a pesar de que el calor empezó a apretar de lo lindo. Pero también hubo actividades en el centro. El llamado Corpus chico, ubicado en la Plaza Bib Rambla, estuvo de lo más animado. Y en la frontera del sábado al domingo, otra vez, llegó el final con los fuegos artificiales. Hoy ha tocado recogerlo todo. Así que, para terminar con otra frase hecha, habrá que decir que no queda remedio, que es lo que hay.