Granada comienza a frenar la sexta ola, que todavía se hace notar en ingresos y pérdidas

La provincia logró este martes reducir su tasa de los 1.000 casos, pero el ritmo de transmisión del virus debe bajar para reducir el impacto posterior

Ciudadanía en las calles de Granada | Foto: Carlos Gijón
Sergio Rodríguez Acosta
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Granada ha iniciado el mes de febrero con la necesidad de acelerar su descenso de la sexta ola del coronavirus. La dinámica de la provincia es positiva y la previsión aportada por los datos disponibles en el Instituto de Estadística y Cartografía de Andalucía indica que la situación va a continuar mejorando, aunque el número de contagios todavía sea cuantioso. Las cifras de fallecidos e ingresados son la principal preocupación para Granada, especialmente después de que Salud notificase este martes la mayor cifra de pérdidas de la sexta ola.

Este martes, el territorio registró el menor número de casos de la última semana con 416 positivos, confirmando así la reducción de una tendencia que se elevó por encima del millar únicamente el miércoles y el lunes de la semana previa. El guarismo de la tasa de incidencia es la mejor muestra de ello, ya que del 24 de enero a este inicio de semana la provincia ha reducido su incidencia de 1.511,8 casos por cada 100.000 habitantes en los últimos 14 días hasta los 992,5 casos. Por otro lado, la capital ha pasado de 1.585,3 a 1.108.

La presión sanitaria es un aspecto que ha crecido en la última semana con cuatro jornadas en las que se han notificado más de 50 nuevas hospitalizaciones. Tras el fin de semana no se registraron hospitalizaciones, pero los partes de coronavirus de los dos últimos martes muestran la importancia que tiene el goteo de datos que se produce después del fin de semana. La Consejería de Salud y Familias detalló este martes que el número de pacientes ingresados era de 331, 32 de ellos en la UCI.

La principal inquietud, como no puede ser de otra manera, es la cantidad de pérdidas vista en los últimos días. La jornada de este lunes rompió una racha negativa que había supuesto 26 fallecidos por Covid-19 en cinco días, pero las doce defunciones de este martes fueron un revés notable. La propensión de Granada no es la mejor, pues el descenso de los nuevos casos no es suficiente para reducir las consecuencias posteriores.

La menor virulencia de Ómicron ha reducido las salvajes cifras vistas en otras olas, pero el único camino válido para reducir los ingresos en hospital y los fallecidos es que el ritmo de transmisión del virus se reduzca a una velocidad mayor. La información que facilite el departamento dirigido por Jesús Aguirre en los próximos días será clave para dirimir si la provincia recupera pronto la buena senda que trajo semanas de paz y buenos datos.