"Gracias a la labor de la Cruz Roja a nivel local, llegamos a ese trabajo internacional tan reconocido"

Han pasado ya 165 años desde que Henry Dunant, en plena batalla en un pequeño municipio al norte de Italia, decidió movilizar a la población para atender a los heridos de guerra en un improvisado hospital de campaña en la iglesia de Solferino. Era 1859 y, sin saberlo, acababa de dar origen a la Cruz Roja. Ahora, en 2024 y con alrededor de 18 millones de voluntarios activos, la organización, que este 8 de mayo celebra su Día Mundial y el de la Media Luna Roja, alcanza a los más de 191 países en los que tiene sede desde el desempeño en sus delegaciones locales, como la de la ciudad de la Alhambra. “La Cruz Roja Española pinta mucho en Granada, pues es su reflejo. O sea, gracias a su labor a nivel local, llegamos a ese trabajo internacional tan reconocido”, subraya Eduardo Romero Pérez, el director provincial de Salud y Socorro.

El Comité Internacional es el que atiende a estas personas en estas situaciones. En el año 1919 se crea la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Medina Roja, que es la que atiende también en un plano internacional, pero no en conflictos armados, sino cuando hay algún tipo de desastre natural. "Y, por último, nos encontramos el Conjunto de Sociedades Nacionales. Estos son las Cruces Rojas y las Medias Lunas Rojas que actuamos en cada país. Nuestra misión es mejorar la calidad de vida de las personas que viven dentro de las fronteras del país, preparar y hacer una tarea de preparación, de formación, para una posible emergencia" asegura Carlos Marín, el responsable de comunicación en Granada.

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La Cruz Roja varía dependiendo de cada país, pues su función es dar cuenta del modo en el que cada país desarrolla sus actividades y las necesidades que tiene cada uno. En España, este movimiento internacional, ha evolucionado para poder llegar a tener un carácter muy social, para poder ayudar a las personas y colectivos más vulnerables. Se pueden diferenciar seis áreas, inclusión, empleo, situación, sanitaria, atención, infancia que se centran a nivel local para poder asistir, no solo a aquellos que sufren catástrofes internacionales, sino también a los que lo necesitan en la propia ciudad.

Cuentan con mecanismos de acogida y para ello realizan una valoración con el objetivo de identificar quienes son aquellas personas que se encuentran en una situación de necesidad para poder ofrecerles una atención prioritaria y que le puedan aportarles los recursos que necesiten.

"Sería imposible que la Federación fuera un referente a nivel internacional en respuesta a desastres si no tuviéramos equipos locales que estuvieran respondiendo inmediatamente a los desastres, evaluando los daños, etcétera" afirma Eduardo Romero Pérez, que ha querido resaltar la importancia que tiene esta institución dentro de cada ciudad, pues esto hace que se ayuden entre todas las sedes y se complementen unas a otras.

En la actualidad cuentan con alrededor de 18 millones de voluntarios activos y con sedes en más de 191 países lo que les hace muy característicos, "pocas organizaciones lo tienen". Uno de sus principales principios es el de trabajar con los voluntarios desde su lugar de origen. Pues cuentan con estos repartidos por todo el mundo y lo que se hace es formarlos y capacitarlos para que puedan responder inmediatamente ante una emergencia, del tipo que sea.

"Normalmente las salidas que hacemos cuando hay ayuda humanitaria son salidas de un mes con gente que son profesionales y cada uno tiene un perfil. . Si en un mes no se ha solucionado el problema de la emergencia, vuelve la gente y hay otra rotación y se manda gente nueva. En una emergencia uno tiene un horario de oficina, casi trabaja las 24 horas del día" comenta Antonio del Río, responsable provincial del Plan de Cooperación Internacional aquí en Cruz Roja Española en Granada. Tal y como dice, "los granadinos responden muy bien cuando hay algún tipo de emergencia", como fue en el caso de Haití. En este suceso se recaudó más de un millón doscientos mil euros. Con este dinero se ayudó no solo en el momento de la emergencia, sino que después se seguía ayudando a aquellas personas que se habían quedado sin hogar. Pues lo habían perdido todo y no solo necesitaban atención en el momento del desastre, sino que en los meses siguientes seguían necesitando alimento y recursos para subsistir. "El dinero no me lo quedo yo, ni se lo queda mi jefe ni nos lo quedamos en Cruz Roja, el dinero se ingresa todo en una cuenta corriente y de esta forma podemos seguirle perfectamente el camino".

Rubén Alberto, responsable de voluntariado de desarrollo territorial en Granada asegura que desde el ámbito provincial la Cruz Roja tiene como objetivo apoyar a los comités en su día a día. "Ahora estamos iniciando actividades, actividades de participación abierta para que la ciudadanía, si quiere, pueda participar en estas actividades. Actividades, por ejemplo, en entorno, con medio ambiente, temas de cooperación internacional, trabajamos mucho con colegios y demás para que todo el mundo pueda participar en la actividad voluntaria".

Noemí Vico, coordinadora de Cruz Roja Juventud en la provincia de Granada cuenta la importancia de esta sección entre los más jóvenes, pues, a fin de cuentas, estos voluntarios "los que innovan, aquellos que nos piden hacer intervenciones con los chicos, con las chicas, son sus referentes. Somos una red de gente joven trabajando por y para los niños y las niñas y la sociedad juvenil". Considera que la sensibilización es una de las patas más importantes que tiene Cruz Roja Juventud.

Uno de los aspectos que más conmueven a todos aquellos que trabajan en este campo y en este lugar es la huella que se les queda a todos los que van allí a pedir ayuda. Pues hay muchos "niños y niñas que crecen en la casa y que al principio hay que hacerles un acompañamiento, un empoderamiento y al final cogen su chaleco y son ellos los que son los referentes de otros niños".