El talento granadino que sueña con pilotar en Fórmula 1

Abraham Schelvis, natural de La Herradura y de tan solo ocho años, se convirtió en el andaluz más joven en lograr un campeonato de España de karting

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Abraham Schelvis posa con el título de campeón de España de la categoría Academy de la RFEDA | Foto: Federación Andaluza de Automovilismo
Chema Ruiz España
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El primer día que Abraham Schelvis (La Herradura, 2014) se subió en un kart, sin ningún fin competitivo, se aburrió. "No corría mucho", argumenta el joven, inquieto, sentado junto a su padre, Daniel. El cuerpo le pedía subir las revoluciones, como lo venía haciendo casi desde que nació. "Siempre le ha fascinado el ruido de los motores. Cuando tuvo edad para ir con el caminador, se tiraba todo el día paseando con eso y, prácticamente, haciendo drift. Cogía velocidad. Muy jovencito, cuando apenas andaba, se le regaló una moto de plástico e iba con ella a todos lados. De hecho, le tuve que cambiar las ruedas varias veces porque las desgastaba", recuerda su progenitor. Probó sobre los cuatro neumáticos y voló. "¿Sabes? Nadie de Andalucía que fuera tan joven como tú había conseguido un campeonato de España de karting", le revela Daniel. El pequeño apenas se inmuta: "Ah, ¿no?".

A Abraham le incomoda la silla, por lo que tarda poco en levantarse mientras su padre recuerda cómo empezó todo. Cuando tenía tres años, hubo que quitarle los ruedines a la bicicleta que los Reyes Magos le habían regalado. Antes de cumplir los cuatro, se pasó a BMX. "Como lo hacían unos amigos en Almuñécar y conocían al niño, sabiendo lo que le gustaba el tema de la velocidad, decidimos apuntarle. Estuvo compitiendo un año en el Campeonato Andaluz y algún podio ha hecho", detalla Daniel. "Sí, pero eso no tiene motor", interviene el pequeño, a quien se le escapa una media sonrisa. Como la mayoría de sus amigos en el colegio -"¡Todos!", corrige el joven- jugaban al fútbol, también probó sobre el césped. "Le pidieron que se federase, pero no le gustaban los entrenamientos", relata el progenitor. "¡Porque no me pasaban la pelota!", apostilla el hijo. Lo suyo estaba en los circuitos.

Sobre la pista comenzó a rodar en el verano de 2020, cuando tenía seis años. "Fuimos al Karting del Sol, en Torre del Mar, para montarlo en un kart de alquiler. Allí mismo nos dijeron que había un curso de verano, que lo iban a hacer antes pero, por el tema del Covid, no se pudo. Tuvimos la suerte de conseguir una plaza y lo hizo durante las vacaciones. Los monitores se dieron cuenta de que tenía algo especial", narra Daniel. Al padre del pequeño le propusieron que comprara un vehículo propio, a medida para su hijo, e introducirlo en la competición. "A partir de ahí, nuestra vida cambió, porque pasamos más horas en el karting que en otro sitio", expone. Su mecánico le animó a ir a una prueba del Campeonato de Andalucía, "por probar". "Y va el enano y queda primero en todas las carreras".

Abraham continuó corriendo en el torneo andaluz hasta proclamarse subcampeón de la comunidad en 2021, "por solo un punto", después de tener problemas con los neumáticos. El pequeño, sin embargo, no quedó satisfecho. "Es casi demasiado exigente. Nosotros le ayudamos a gestionar un poco esa rabia que le entra. Cuando empezaba a aprender a caminar y se caía tras dar tres o cuatro pasos, se enfadaba muchísimo. Es su carácter, es muy perfeccionista y muy competitivo. Eso es lo que le lleva siempre a dar el máximo cuando está en la pista", apunta Daniel. Y esa llama que le empuja a mejorarse continuamente le pedía dar un paso más, mirar hacia el Campeonato de España.

Crowdfunding para poder correr

Alcanzar el siguiente peldaño, sin embargo, supuso la aparición de los primeros obstáculos en la carrera de Abraham. La competición requiere una serie de gastos a los que su familia debía hacer frente por su cuenta. "Aunque esté más o menos patrocinado, hacer la 'Academy' del Campeonato de España tiene unos presupuestos bastante altos para una familia normal. Solamente la inscripción son 5.400 euros, y luego tienes que costear los viajes, las gomas para entrenar, el mecánico… Y que no se le estropee nada al coche", desgrana Daniel Schelvis. Un desembolso, en el cómputo global, que les desbordaba, por lo que decidieron abrir un ‘crowdfunding’ para que quien quisiera aportase lo que le fuera posible, en pos de otorgar una "oportunidad al talento".

"Fue muy bien. Las donaciones más grandes, al final, son de familiares. Pusimos un techo de 5.000 euros, que era lo que a nosotros nos faltaba tras reunir en casa entre mi mujer, los abuelos y yo. Se consiguieron 3.000 euros y pico, además de casi 2.000 euros que nos mandaron de forma privada. Hemos tenido siempre mucho cuidado con los gastos, pero hemos tenido ayuda de todos lados", agradece Daniel. Tanto él como su mujer tenían claro que harían el esfuerzo. "Por un lado, porque sabemos que Abraham tiene potencial y, por otro, porque vemos que le sienta muy bien este deporte. Siempre ha sido un niño muy activo y, a veces, es difícil estar tranquilo tomándote algo y que él esté sentado. Desde que empezó el karting, ha conseguido mejorar su comportamiento incluso en el colegio", sostiene el padre.

Hito histórico

El fin de semana del 24 y el 25 de septiembre, pudo estrenarse en el torneo nacional. A sus ocho años, no podía participar en la categoría ‘Mini’, sino que fue inscrito en ‘Academy’. En su debut, se proclamó campeón de España de dicha competición, organizada por la Federación Española de Automovilismo. "Un hito histórico", señalan desde la Federación Andaluza, pues, según el organismo, se trata del andaluz más joven en conseguirlo. Y no ha pasado desapercibido. "Ha habido un par de equipos que se han interesado en él, que es bastante raro en karting que esto suceda a una edad tan temprana. Estuvimos rodando con uno de ellos en Madrid, con sus coches, pero, como el otro equipo tenía mucho interés, que se llama Camps Sports Racing, hemos fichado por él para el año que viene", revela su padre.

"En octubre, vamos a participar en la última prueba del campeonato valenciano, que es donde está la mayoría de pilotos que ganan campeonatos de España, y también en otra, en Valencia también, en la que, incluso, viene gente de diferentes países", explica Daniel. Entretanto, seguirá entrenando, para afrontar con entereza el próximo paso en su vertiginosa carrera, que empieza a asemejarse a la del piloto Max Verstappen, al que admira. Como el granadino, el neerlandés comenzó arrasando sobre un kart. Abraham intenta seguir su estela.

Ensaya, al menos, "un par de veces por semana", en parte bajo la supervisión de monitores, en parte por su cuenta. "Cuantas más horas pase sobre el coche, mejor. Es muy importante también a nivel físico porque no hay otro deporte que te prepare mejor", señala su padre. Lo compagina con las clases -cursa tercero de Primaria-, aunque en el colegio le echan un cable para acercarle la meta. "Su profesor le ayuda a terminar los deberes antes de irse de viaje y él se permite el lujo de faltar algún día, porque el maestro se encarga de adelantárselo", puntualiza Daniel.

-¿Cuál es tu sueño?

-Llegar a la Fórmula 1 -responde el pequeño, sin vacilar un instante.