Granada encara el final de julio con el reto de frenar la quinta ola
El incremento de los casos y la subida de la incidencia acumulada ponen en jaque una vez más la temporada de verano en la provincia
Jero Camero
La quinta ola sigue escalando y solo es el comienzo del verano. Tanto Granada como el resto de provincias andaluzas se ha visto obligada a la implantación de medidas extraordinarias para intenta frenar esta situación antes de que llegue el mes fuerte de la temporada estival.
El nuevo incremento de las normativas es la carta en la que se está depositando toda la confianza para poder solventar la papeleta. De momento, este listado medidas se circunscriben de forma obligatoria a aquellos municipios que superen la tasa de 1.000 contagios cada 100.000 habitantes y que tengan una población superior a los 5.000. En los inferiores, será la Junta de Andalucía la que decida.
Agosto es un mes fundamental para el turismo de la capital y, sobre todo, de la costa. Es crucial no ingresar en el octavo mes de año con los números en los que está Málaga ahora mismo, cuya hostelería cuenta con reducciones en el número de comensales que se pueden sentar en una misma mesa.
Regresar a este tipo de medidas podría suponer el enésimo revés a una provincia que ha estado al límite durante muchos meses y que ahora lucha por aguantar el tirón en pleno intento de resurgimiento económico. A lo largo de la última semana, la capital se ha situado en por encima de los 500 casos cada 100.000 habitantes, lo que significa duplicar lo que la Junta entiende por riesgo extremo.
Ya son varios los países que han declarado a España como país no seguro en el que pasar las vacaciones. Un golpe más que obliga al funambulismo económico en el segundo verano de pandemia. Esta última semana del mes de julio será la clave para conseguir mejorar los números y no seguir escalando en las medidas restrictivas.
Como contrapunto, los test de antígenos ya están a la venta en las farmacias sin receta, lo que puede ayudar a la prevención, aunque se queda como uno de los pocos puntos en los que se pueden apoyar los ciudadanos más allá de la propia responsabilidad personal. Y mientras, en el horizonte, las palabras de la ministra Darias anunciando la más que posible tercera dosis de la vacuna en forma de refuerzo.
