Jorge Onieva: "Granada no puede quedarse atrás; necesitaba ya un certamen como este"
El director del Festival de Cine Premios Lorca aboga por "regar el talento" en una cuarta edición que arranca este sábado con más de un centenar de proyecciones
Cuando Jorge Onieva (Guadix, 1970) cruza las puertas de la redacción de GranadaDigital, cae la noche y se encienden los proyectores. 3, 2, 1… y la ciudad se convierte en una gran pantalla sobre la que se plasmarán 13 largometrajes de ficción, 14 documentales y 74 cortos hasta el próximo día 18. "El talento hay que regarlo, hay que darle palmaditas en la espalda porque todos lo necesitamos. En la creatividad, todavía muchísimo más", sostiene el director del Festival de Cine Premios Lorca de Granada. Es la motivación personal que le mueve, con la que persigue también situar la capital en el radar cinematográfico nacional y de más allá de las fronteras. El certamen vuelve este sábado con una programación ampliada, en una cuarta edición en la que se abre hueco en el circuito español y reserva algún plot twist que, asegura Onieva, sorprenderá.
Pregunta: Se da en Granada una circunstancia particular. Reúne todo para ser una ciudad de cine, pero no termina de dar el salto.
Respuesta: Granada, efectivamente, tiene un marco perfecto para rodar. A nivel paisajístico, tiene localizaciones de ciudad, mar y montaña. Incluso, en la parte norte, ambiente desértico, árido. Además, es una ciudad en la que no es excesivamente caro rodar. Demasiado pocas producciones vienen en ese sentido. Me consta que se está haciendo un trabajo para que se le dé visibilidad, pero creo que hay que aumentarlo muchísimo más. Por otra parte, al talento de Granada hay que darle luz, que se le da muy poca, la verdad. Yo, que he estado en todos los apartados, lo he podido comprobar. A las personas autóctonas de aquí, a los creadores granadinos, se les da poca visibilidad. ¿Por qué digo esto? Porque tiene que venir una película no consagrada, pero sí que haya ganado o se haya presentado en algún festival grande para poder exhibirla aquí en algún otro festival. No es nuestra política. La nuestra es clara y pasa por apoyar el cine granadino y andaluz primordialmente. No en vano, tenemos 22 títulos de talentos granadinos. Entre ellos, hay obras mejores y peores, pero hay muy buen nivel granadino. Hay que sacarlo, darle visibilidad. Tiene que estar en pantalla grande. Lo tiene que ver la gente porque eso, en sí, es ya un premio. Además, en un festival grande como el que estamos creando, que se mezclen con producciones mayores, que estén con compañeros más consolidados y puedan ver sus trabajos. Nunca se sabe. Eso anima mucho también a seguir hacia adelante, cuando te seleccionan en festivales o le dan luz a tu trabajo.
P.: Y mire que en los últimos años ha habido producciones potentes…
R.: Sí. Es lo que decía, a las películas que se han presentado en otros festivales sí se les da una mínima salida. Tampoco es que se les dé mucha. Yo hablo del talento todavía más abajo, del cortometrajista, del que está en la escuela de cine, del que lleva mucho tiempo haciendo cortos y tiene un talento excepcional… Aquí tenemos muchos y no se les da la visibilidad que se les debería dar. Si no se le da visibilidad a películas como Secaderos, con un mayor presupuesto y demás, apaga y vámonos. Hay que esforzarse mucho más entre todos los que nos dedicamos a la cultura, la exhibición y a los eventos culturales en la promoción del cine de nuestra tierra.
"Nuestra política pasa por apoyar el cine granadino y andaluz primordialmente. Hay muy buen nivel granadino. Hay que sacarlo, darle visibilidad"
P.: Precisamente este año tiene mucho peso el cine granadino.
R.: Sí, lo tiene. Este año, en la categoría granadina son 22 trabajos, y hay algún documental también que se ha rodado aquí, con una calidad extrema. Le estamos dando visibilidad a prácticamente todos, a los que han tenido un mínimo de calidad y se han presentado. Sin embargo, luego hacemos una criba, lógicamente, y hay seis de ellos que son los que están nominados al premio. Entre esos, hay una rivalidad bastante dura. Hay cortos que podrían estar perfectamente en el andaluz o en categoría nacional. Para mí, personalmente, y para Granada, debe ser un orgullo tremendo.
P.: Los Premios Lorca tienen una doble misión, ¿no? Por un lado, contribuir al desarrollo de cine nacional e internacional. Por otro, que Granada tenga un sitio en él.
R.: Efectivamente. Aquí hay un circuito de festivales y, concretamente, el de Andalucía, empieza en noviembre. Tenemos a Huelva antes que nosotros, luego Granada, Almería y Sevilla. Hay que entrar en ese circuito, es imperioso. Granada no puede quedarse atrás porque necesitaba ya un festival internacional como este y que todavía se apueste más por él. Ya se ha demostrado, desde la iniciativa privada, el poder de gestión que hay, el poder de convocatoria, cómo lo quiere la ciudad y cómo lo necesita. Las instituciones ya han entrado este año, pero, con los nuevos presupuestos, hace falta que entren de manera fuerte, apostando no solo por el talento granadino y el andaluz, sino por posicionarse en el circuito. Luego, a nivel internacional, ya nos consideran un festival grande, con otros que tienen un presupuesto mucho mayor. Eso quiere decir varias cosas. Una de ellas, que tenemos un premio como el que posiblemente no tenga nadie en Granada, la estatuilla de Lorca, que representa tanto, hecha por los hermanos Moreno. Luego, el marco de la ciudad, la más bonita del mundo. Es incomparable con cualquier otra que, a lo mejor, tenga festivales más grandes. En ciudad no nos va a ganar nadie. Hay que aprovechar todas esas sinergias, todas las cosas que tenemos a favor, mezclarlas. Saldrá una cosa bonita, seguro.
P.: Todo cineasta vuelca algo de su ser en sus obras. Una visión particular, una parte de su vida... ¿Qué vuelca Jorge Onieva de sí en el festival?
R.: Lo ha explicado perfectamente porque, yo que he dirigido películas, he producido y he actuado, sé que es verdad que, aunque es ficción a no ser que sea algo autobiográfico, siempre hay algo de ti. Alguna canción que te ha sonado, algún amor que has tenido, alguna discusión, algo que has escuchado en un bar, algo que te ha sucedido… Vas juntando el puzle y sacas una historia. La personalizas, lleva la personalidad del autor. En este caso, como he vivido todos los roles, he sufrido mucho aquí el poco apoyo que hemos tenido los granadinos, ver que hemos tenido festivales y, teniendo producciones bastante buenas, no te den visibilidad. Lo he sufrido en mis carnes, tener que irte fuera y que seas mucho más valorado en otras ciudades de España, o incluso tener que irte al extranjero para ser reconocido. Duele un poco. Entonces, es, quizás, un poco de reivindicación interna mía de la necesidad que he visto que yo mismo he sentido. Por eso, ahora estoy en pro del nuevo talento. A la gente no se le puede aparcar, ni quitarle ilusiones. Ya no me refiero a ganar premios, sino darle visibilidad, ver su trabajo en pantalla grande, con amigos, familiares u otras personas. Es importantísimo. El talento hay que regarlo, hay que darle palmaditas en la espalda porque todos lo necesitamos. En la creatividad, todavía muchísimo más. Quizás sea eso, la parte personal frustrante que he tenido, la necesidad de ir a otros festivales y decir ‘¿cómo es que mi ciudad no tiene un festival que se precie?’. Fíjese que nosotros llevamos ahora mismo muchas películas que coinciden con Almería o Sevilla. Eso quiere decir que las películas están apostando por Granada, por un festival que, de verdad, ven que se está ganando un prestigio. Aunque es joven, que es la cuarta edición, mucha gente de la que traemos invitada es muy consolidada. Nos comparan con Alicante, Gijón… Y no tenemos nada que ver. Tenemos muchísimo menos presupuesto. En Granada siempre se hace magia y, gracias a los patrocinios, a la inversión privada y a muchísima ilusión, nos hemos juntado bastantes socios para sacar este sueño a la realidad, que, tal y como lo consideramos, es un regalo para la ciudad.
"A la gente no se le puede aparcar ni quitarle ilusiones. El talento hay que regarlo, hay que darle palmaditas en la espalda porque todos lo necesitamos. En la creatividad, todavía muchísimo más"
P.: Fruto de todo ello, en esta cuarta edición, el programa crece hasta rebasar el centenar de proyecciones y amplía también sus días de celebración.
R.: Esto es debido a que cada año tenemos más producciones que nos entran en las plataformas. Entonces, claro, teníamos muy buena programación y no podíamos desaprovecharla. Ofrecemos a la gente, al público granadino, una semana de cine de verdad. Empezamos este viernes con actividades, hasta el día 18. Las proyecciones las empezamos el lunes y acaban el viernes. El día 18 ya sería la gala. También tenemos masterclass para la industria, cursos, castings… Estamos creando una oportunidad, y lo digo de corazón, para las escuelas de cine, para la gente que tenga ilusión, ideas o que quiera conocer este mundo. Es una manera de aprovecharlo, que no te tengas que ir, por ejemplo, a Valladolid para buscar la oportunidad. Hay que hacerlo aquí porque hay que acercar el cine a la gente y darle posibilidades. Aparte, tenemos el cine al aire libre en la Plaza de las Pasiegas, el lunes, el martes y el miércoles, conmemorando las décadas realizadas de Volver a empezar, Al sur de Granada, y de Fresa y chocolate, que son tres obras maestras que no se pueden perder. En ese marco y de forma gratuita, me parece una maravilla. Creo que es un complemento muy acertado que hemos añadido este año. Por eso también me gustaría que la población se movilizara y se acercara al cine, ya que hay una oferta muy amplia, que llene las salas de Megarama.
P.: Una buena película lo es por tener buenos puntos de giro. ¿Guarda el festival alguno que vaya a sorprender?
R.: No hemos dicho todavía todos los invitados que hay, y traemos también a un jurado muy potente. Sí va a haber alguna sorpresa en cuanto a invitados. Además, tenemos el concierto homenaje a John Williams, que lo hacemos porque este año se ha retirado de componer bandas sonoras de cine y es el más laureado y premiado de todos los grandes maestros compositores de bandas sonoras. Va a ser espectacular. Pusimos las entradas en el Manuel de Falla a la venta y tardaron cuatro o cinco horas en acabarse. Van a ser casi 1.300 personas las que van a llenar aquello el domingo día 12. Creo que es una apertura extraordinaria, con la banda municipal de música dirigida por Ángel López Carreño y la colaboración de Pablo Martos al violín. Escuchar La lista de Schindler de esa manera tiene que ser espectacular.
"Estamos creando una oportunidad. Hay que acercar el cine a la gente y darle posibilidades"
P.: El festival también hace una fuerte apuesta por el cine español.
R.: Bueno, la mayoría de las producciones son españolas porque estamos en España y es más complicado ponerle al público algún tipo de película en un idioma que no sea el suyo. Pero nosotros, de hecho, en la categoría de largometraje llevamos una película austriaca, Klammer: Rozando el límite, que va sobre el campeón austriaco de esquí de fondo y es un peliculón impresionante, subtitulada al español. También tenemos Séneca, que es una coproducción alemana y marroquí de la que vienen subdirectores y algún actor. Todos los largometrajes vendrán con su posterior coloquio, para la prensa que esté allí presente y el público en general, para compartir ideas, anécdotas y dudas, que me parece muy interesante. Haces partícipe a la gente, le permites que conozca a las estrellas, los directores. Una de las ideas es convertir a Granada y este festival en un referente nacional e internacional, al que cada vez vengan más estrellas, actores, actrices y gente reconocida para disfrutarlo también nosotros. No solo los cineastas, sino el público general. Eso también trae mucho turismo. Son tres hoteles casi los que se han pillado. Hoy me decían que dos ya estaban petados. Trae a mucha gente de fuera, no solamente los invitados, sino también de la Costa, de Guadix, de las ciudades cercanas… Todo eso se traduce en hostelería y en visitas a Granada, en definitiva. Es importante porque estamos tocando la cultura y el turismo. Granada es la ciudad perfecta para esa combinación.