Granada es de Primera
Sí, qué mejor encabezado a mi último análisis de la temporada que el ‘hashtag’ de la popular red social Twitter que hizo este domingo las delicias de los aficionados rojiblancos: #GranadaesdePrimera. Y tanto que lo es. Por méritos propios. Ganó en Zorrilla, triunfo nada baladí: Allí sólo lo habían hecho tres equipos en toda la temporada. Allí, Barcelona y Real Madrid se dejaron tres cuartas partes de sus aspiraciones en la Liga. Así que todo el honor y la gloria para los futbolistas y el cuerpo técnico, que a pesar de alargar la agonía hasta la última jornada, lograron el objetivo: el Granada Club de Fútbol será, por cuarto año consecutivo, equipo de Primera División. Enhorabuena.
Y también mi cariñosa felicitación a su técnico, a Lucas Alcaraz, un granadino enamorado de su ciudad, su tierra, su gente y su equipo de fútbol. Era, es y seguirá siendo abonado del club. Lo siento como propio. De hecho, cuando llegó a Grecia hace año y medio lo hizo con una cláusula: si le llamaba el Granada, se podría marchar en ese mismo momento. Y así fue. Duró en el Aris de Salónica un mes. Quique Pina acudió a su rescate debido a los malos números de Anquela. Debutó ganando al Madrid y salvó al equipo en la penúltima jornada. Esta temporada, lo ha vuelto a dejar en Primera, con más sufrimiento del esperado, cierto, pero él ha cumplido con su parte del trabajo. A cambio, no solo no ha pedido nada ni ha pasado facturas a tantas críticas, sino que ha tenido el enorme gesto de dejar la silla para otro compañero: “El equipo necesita una cara nueva. No pienso estirar o aprovechar un momento de éxito para demandar mi continuidad. Ha sido una satisfacción personal muy grande entrenar en Primera División al equipo del que soy abonado y fiel seguidor”. Olé tus ‘huevos’, o como se diga, Lucas. Vayas donde vayas, salud y suerte. Y gracias. Infinitas. #GranadaesdePrimera