Un Granada espeso no pasa del empate bajo el diluvio (1-1)

El conjunto rojiblanco firmó una segunda parte muy gris ante un Dépor que iguló el tanto inicial de los de Abascal

Granada CF Deportivo de La Coruña
Loïc Williams intenta salvar la posesión desde el suelo | Foto: Antonio L. Juárez
Paco García
0

El Granada no pasó del empate en un encuentro marcado por la tormenta. El equipo rojiblanco se adelantó en la primera parte con un gol de Martínez en propia puerta a centro de Neva, que se mostró reivindicativo con su gesto al celebrar el tanto. La contienda la igualó el incansable Lucas Pérez en un gol en el que Marc Martínez pudo hacer algo más.

Para este encuentro, había previsión de novedades en el elenco inicial de Abascal. No obstante, sorprendió con alguna de ellas, así como con el cambio de sistema. Con Marc Martínez defendiendo el arco por unas molestias de Luca Zidane, probó con una defensa de cinco el sevillano formada por Ricard y Carlos Neva como carrileros con las novedades de Ignasi Miquel y Loïc Williams acompañando a Miguel Rubio en el centro de la defensa. La sala de máquinas la conformaron Manu Trigueros y Sergio Ruiz junto a Reinier en el flanco izquierdo y Pablo Sáenz en el derecho. Weissman lideró el ataque rojiblanco.

Antes del inicio del encuentro, Los Cármenes rompió a aplaudir en el minuto de silencia en memoria del expresidente del Granada, Cándido Gómez Álvarez 'Candi', aplauso al que se sumaron los aficionados del Deportivo de La Coruña.

El partido comenzó y antes de los cinco minutos, Reinier levantó a la grada en una buena jugada individual que acabó en saque de esquina. En ese córner, Miguel Rubio finalizó con un cabezazo que se marchó alto.

El Granada dominaba y completó unos buenos minutos sobre el verde que se tradujeron en ocasiones claras de gol. Tuvo una el canterano Pablo Sáenz, que mostraba descaro en sus primeros minutos como titular en Los Cármenes y poco después, en una jugada extraña, el exrojiblanco Pablo Vázquez se adelantó demasiado al bote. Lo aprovechó Reinier, que se la dio a un Weissman que esperó otras opciones y se precipitó en la definición.

Celebración del gol granadinista | Foto: Antonio L. Juárez

Sin embargo, un minuto después, en una jugada por la banda izquierda, Neva puso un centro raso que iba directo a Weissman, pero que Pablo Martínez introdujo en su propia portería al intentar despejar el peligro. El capitán hizo el gesto señalándose la oreja cuando el balón entró y puso el primero para los rojiblancos.

El Dépor no se vino abajo. Trató de tener más control de la pelota y así fue como consiguieron desperezarse. De hecho, anotaron un tanto por medio de José Ángel, aunque fue anulado por posición antirreglamentaria del lateral.

Antes del descanso, una tromba de agua cayó sobre el Nuevo Lós Cármenes, dejando una imagen insólita con el estadio desangelado con los aficionados buscando algún hueco donde poder refugiarse. En el alargue, Ignasi Miquel pudo hacer el segundo con un cabezazo con el que trató de batir por alto a un Helton que se encontraba adelantado, aunque el guardameta pudo detenerlo sin problemas.

Segunda parte

A la vuelta del entretiempo no se produjo cambio alguno en ninguna de las dos escuadras. El Granada salió con muy poco criterio y orden y a los tres minutos de la reanudación Lucas Pérez aprovechó un balón al hueco de Mella para batir a Marc Martínez. El guardameta la tocó, pero el esférico terminó por entrar en sus mallas.

Para colmo, el Dépor parecía jugar en Riazor. Los 500 seguidores gallegos se hacían notar como si estuvieran en casa en un día más sin grada de animación en Los Cármenes.

Estaba tan desdibujado el Granada que Guille Abascal se vio obligado a tocar algunas teclas una vez cumplida la hora de partido. Loïc Williams se marchó con problemas físicos y entró en su lugar Insua. Además, el técnico sevillano también dio entrada a Corbeanu en detrimento de Pablo Sáenz, que vio la amarilla minutos antes por un agarrón sobre Yeremay.

Al Granada le podía la ansiedad y fue el protagonista de un ambiente enrarecido, y no solo por el tiempo. El equipo se mostró muy plano, sin ideas, volviendo a dar la misma imagen que contra el Huesca: con cada uno haciendo la guerra por su cuenta.

reinier pasa la pelota ante la presencia rival | Foto: Antonio L. Juárez

En mitad del desaguisado, Guille Abascal introdujo dos cambios más para dar entrada a Boyé en el ataque y a Rubén Sánchez en lugar de Ricard.

A los cinco minutos de entrar, Boyé anotó un tanto que finalmente fue anulado por fuera de juego. Rubén Sánchez se internó por la derecha y en su centro atrás, el ariete argentino la mandó al fondo de la red. No obstante, el lateral catalán estaba adelantado y el VAR llamó la atención al colegiado para que el marcador siguiera en empate.

Tomó mas protagonismo la tormenta, tronando como si lo hiciese la afición del Granada. El tiempo estaba en consonancia con la situación del club y de la afición, que mostró su descontento una vez más.

Pudo incluso ganar el Dépor el partido si el centro-chut de Lucas Pérez llega a entrar. Se quedó a nada. También pudo ganarlo el Granada si llega a entrar el cabezazo en el último segundo de Boyé. Finalmente, ningún equipo quedó contento y firmaron las tablas en un encuentro en el que al Granada se le volvieron a ver las costuras en una segunda parte muy gris.

Ficha técnica

Granada CF: Marc Martínez; Ricard (Rubén Sánchez, 74'), Miguel Rubio, Ignasi Miquel, Loïc Williams (Insua, 63'), Carlos Neva; Trigueros (Villar, 83'), Sergio Ruiz, Pablo Sáenz (Corbeanu, 63'), Reinier (Diao, 83'); y Weissman (Boyé, 74').

RC Deportivo de La Coruña: Helton; Ximo Navarro, Pablo Vázquez, Martínez, Mella; Villares, José Ángel, Mario (Herrera, 88'), Yeremay (Petxa, 88'); Barbero (Bouldini, 63') y Lucas Pérez (Mfulu, 90').

Goles: 1-0, Martínez (p.p.) (17'); 1-1, Lucas Pérez (48').

Árbitro: Germán Cid Camacho, del Comité castellanoleonés. Amonestó a Loïc Williams, Pablo Sáenz y Miguel Rubio en los locales.

Incidencias: Partido correspondiente a la jornada 4 de LaLiga Hypermotion. Celebrado en el Estadio Nuevo Los Cármenes ante 15.308 espectadores. Antes del encuentro se guardó un minuto de silencio en memoria del expresidente del Granada, Cándido Gómez Álvarez 'Candi'.