El granadino que enseña a regatear a las maras en Honduras

Sergio Mateos ha fundado una ONG que pretende, a través del fútbol, ayudar a niños en situación de pobreza y riesgo de involucrarse en pandillas juveniles organizadas

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El granadino Sergio Mateos ha fundado una ONG con la que pretende ayudar a niños hondureños a través del fútbol | Foto: GD
Chema Ruiz España
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La idea estuvo rondando la cabeza de Sergio Mateos durante casi dos décadas, desde que viajaba a Honduras en los veranos para dar clases de educación física y de inglés, las mismas materias que imparte durante el curso escolar en Granada, a niños en situación de pobreza del país centroamericano. "Empiezas así, con eso, y se te ocurre montar una ONG", relata. No era una organización cualquiera la que quería fundar, sino una que, a través del fútbol, le permitiera alejar a los más pequeños de las malas influencias de su entorno. Pero entonces, "no tenía capacidad ni tiempo" para llevar a cabo el proyecto. El plan quedó encerrado en un cajón de su memoria, nunca en el olvido, hasta que lo rescató la pandemia. "¿Y por qué no?", se preguntó. Hizo cálculos, movido por la solidaridad, y las cuentas le cuadraron. Pidió una excedencia y se plantó de nuevo al otro lado del charco, donde ahora enseña a regatear a las maras a niños de entre seis y quince años.

"He fundado una ONG que se llama 'Deporte y Vida'. Estamos trabajando en un pueblo a 45 kilómetros de Tegucigalpa que se llama Amarateca", presenta, apenas un par de semanas después de regresar a Granada, una vez finalizado el periodo de excedencia sin sueldo que solicitó para poner en marcha el proyecto. "Me fui en julio del año pasado, aunque todo esto lo empezamos a organizar desde noviembre de 2021. Presentamos los papeles en febrero de 2022, nos lo aprobaron en septiembre en Honduras. Hemos tenido que sacar un permiso de operaciones y hacer todo el papeleo", detalla, con la intención de regresar cuando termine el curso en España. Su finalidad es "desarrollar métodos de trabajo donde se combinen educación y valores a través del deporte", expone. Y, en concreto, el vehículo es el fútbol. "A todo el mundo le encanta allí, lo viven con mucha pasión", afirma.

Los cimientos del proyecto se asientan en Amarateca tras un par de intentos infructuosos en distintas ubicaciones. "Empezamos en un sitio y al principio vinieron muchos niños, pero luego dejaron de hacerlo. Una compañera me propuso ir a la aldea donde estaba ella trabajando, que era muy pobre, y sucedió lo mismo. Estábamos perdiendo, sobre todo, tiempo, y le estábamos quitando oportunidades a otros niños", se frustraba. Una cadena de contactos, sin embargo, le llevó hasta una iglesia evangélica en la aldea en que ahora entrena y enseña a jugar al fútbol a 60 menores en situación de pobreza, riesgo de exclusión social y de verse involucrados en el mundo de las maras, pandillas juveniles organizadas. "Que yo sepa, al menos hay cuatro de ellos que se levantan todos los días a las seis de la mañana para trabajar cortando tejas para poder llevar un sueldo a su casa y, cuando terminan, se vienen a entrenar", publicó en su perfil de Facebook.

"Yo no me encuentro nada de sorpresa porque estuve yendo desde 1999 hasta 2004. Conozco bien el país, la idiosincrasia del hondureño", sostiene Sergio Mateos, quien además tiene experiencia similar en otros lugares del globo. "Es importante, porque no puedes ir a un país presumiendo de lo que eres o lo que no, sino que tienes que aceptar a sus habitantes, no puedes cambiarles la vida. Tienes que intentar que reaccionen un poquito", puntualiza. Ello implica asumir que su forma de vida "es sobrevivir al día a día" y que, por esta misma razón, "si te pueden sacar el dinero, te lo van a sacar por todos lados". "La situación es escasa. La gente vive con muchas necesidades, algunos comen lo básico y la vida tampoco está barata, no se puede permitir comer dos o tres huevos todos los días", explica.

Objetivos

La organización marcha "pasito a pasito". "La idea es casi construir una ciudad deportiva en distintos lugares. Pero vamos empezando poco a poco, porque ahora mismo el único dinero que hay es el que sale de mi bolsillo", señala, tras lo que asegura que las instituciones hondureñas no han apoyado su causa. "Estoy tirando de mis ahorros", asevera, consciente de que se trata de "un proyecto muy ambicioso, pero muy bonito y gratificante". "El cariño de los niños, ese agradecimiento, esa sonrisa… ¿Cómo vas a pagar eso con dinero? En la puta vida". 

Sergio Mateos, con la camiseta del Granada CF, entrenando niños en Honduras | Foto: GD

Sergio Mateos, con la camiseta del Granada CF, entrenando niños en Honduras | Foto: GD

Hasta el momento, apenas ha podido iniciar la construcción de un campo de fútbol y comprar equipamiento deportivo para que los menores puedan acudir a los entrenamientos, gracias a la colaboración de algunos particulares y de la asociación de animación del Granada CF You’ll Never Drink Alone, a la que pertenece. "Mi idea principal era construir una escuela, si se podía, pero, como todos estos niños están escolarizados, hemos empezado así, solo con el campo y una caseta que nos permita dejar el material, que es lo que menos recursos requiere", explica Mateos. A su juicio, es "fundamental poner en marcha el comedor, porque, si lo haces y quitas una comida que tengan que hacer los padres, las excusas para no ir a entrenar van a ser muy pocas". "Van a querer que su hijo esté allí, porque va a estar bien acogido, vamos a tener a una maestra, vamos a tener cocineros, vamos a contratar o, por lo menos, elaborar un menú que sea apropiado a su edad", argumenta el profesor granadino, quien lamenta no haber podido lograr aún un lugar en el que poder habilitar un aula para dar clases.

Es otro de los pasos que quiere dar de aquí en adelante. En el futuro, crear una página web que pueda ir actualizando con asiduidad, registrar 'Deporte y Vida' en España e, incluso, disponer de un sistema de apadrinamiento de los menores. "Quiero formar ahí un frente común entre el deporte, la comida y el estudio para que los niños vayan encauzándose y no vayan por malos caminos, por los fáciles. Porque estos son los difíciles. Pero, claro, tienes la motivación del fútbol", apostilla, convencido de que el deporte rey "es una buena forma de sacarles de las calles, en un país donde hay mucha mara y mucha violencia". "Yo sé que no voy a cambiar el mundo, pero si puedes alegrarle la vida a alguien, sacarlo de esa miseria, ese es el trabajo y esa es la satisfacción. No es otra".