Granada inicia la semana del cambio con buenas sensaciones
La media de contagios continúa bajando en la provincia, mientras que la presión hospitalaria decrece poco a poco
Granada afronta su primer inicio de semana en la primera fase de la desescalada progresiva, pero no va a haber tiempo de que sea completa. El inicio del fin de semana supondrá, salvo imprevisto, la entrada de la segunda fase. El objetivo de la provincia en estos días no es otro que mantener las buenas cifras de los últimos días, en los que ha destacado la ausencia de fallecidos este pasado domingo.
47 días, ese ha sido el tiempo consecutivo en el que el goteo de pérdidas de vidas ha sido incesante en Granada. Afortunadamente, este domingo se rompió esa dinámica con una jornada sin defunciones. El mejor broche posible para otra semana de mejora.
Los contagios siguen bajando
Los casos de Covid-19 continúan descendiendo. Si la pasada semana la media de contagios fue de 88 diarios, esta última la media ha bajado a 71 con 500 contagios. El máximo estuvo en los 135 positivos del sábado, mientras que el mínimo llegó el pasado martes con sólo 24 casos en toda la provincia. La mejora de las cifras ha logrado también una reducción de los fallecidos, que han caído de 64 a 52 en las últimas dos semanas.
La presión en los hospitales, poco a poco
El número de ingresados en centros sanitarios prosigue con su desescalada particular, con un ritmo lento, pero de momento constante. Hace una semana, 318 granadinos se encontraban peleando en hospitales por superar el coronavirus, este domingo eran 261, de los cuales 76 se encuentran en una Unidad de Cuidados Intensivos, otro aspecto en el que las mejoras llegan poquito a poco.
La primera fase es casi un abrir y cerrar de ojos para Andalucía, pero su importancia es mayúscula para la Consejería de Salud y Familias, que vigila de cerca la evolución de cada provincia para estudiar todo al detalle y evitar posibles rebrotes.
El primer paso en la desescalada ha dejado imágenes a las que el 2020 no tiene acostumbrado a nadie, con calles aglomeradas y concentraciones de personas en tiendas y establecimientos. Estos últimos días de primera fase deben ser aprovechados para concienciar a la ciudadanía de que la movilidad y la reducción de restricciones debe venir acompañadas de responsabilidad colectiva e individual.