Granada, la segunda provincia andaluza con más supervivientes atendidos por violencia machista

La provincia de Granada ha atendido en el primer semestre de 2016 un total de 167 casos, 67 mujeres y 101 menores a su cargo | Sevilla es la provincia que más casos ha atendido

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Manifestación contra la violencia de género | Foto: Getly Arce/Archivo GD
Redacción GD/E.P.
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Un total de 1.206 supervivientes de la violencia machista, 580 mujeres y 626 menores a su cargo, han logrado emprender una nueva vida, segura y libre de maltrato, en la red de centros del Servicio Integral de Atención y Acogida a Mujeres Víctimas de Violencia de Género del Instituto Andaluz de la Mujer (IAM), organismo perteneciente a la Consejería de Igualdad y Políticas Sociales.

Los datos, correspondientes al primer semestre del año, suponen un incremento del 11,2 por ciento respecto a las víctimas atendidas de enero a junio de 2015, lo que demuestra que "cada vez hay más mujeres que dan el valiente paso de pedir ayuda y alejarse de sus agresores", señala la Junta en una nota de prensa.

En este sentido, Granada es la segunda provincia andaluza con más casos atendidos. Un total de 66 mujeres y 101 menores a su cargo han pasado por el centro encargado de esta tarea en Granada. Tan solo Sevilla supera a Granada con 257 personas atendidas, 130 mujeres y 127 dependientes. Málaga sigue a Granada con 160 casos, 77 mujeres y 83 dependientes. El resto de provincias de Andalucía registran estas cifras: Almería ha atendido a 99 personas (52 mujeres y 47 menores); Cádiz a 156 (83 mujeres y 73 dependientes); Córdoba a 124 víctimas (63 mujeres y 61 menores); Huelva a 84 víctimas (48 y 36, respectivamente); por último, Jaén a 159 personas (61 mujeres y 98 menores).

La directora del IAM, Elena Ruiz, ha animado a todas las víctimas a "seguir el ejemplo de estas supervivientes y descubrir que hay salida", al tiempo que ha instado a toda la sociedad a mostrar "apoyo a las mujeres que sufren la violencia machista y tolerancia cero ante los agresores, que son delincuentes" (Teléfono de urgencias: 016. Teléfono de Información: 900 200 999).

La Junta de Andalucía tiene como prioridad la recuperación integral de las víctimas de violencia de género, más allá de su protección y seguridad, consciente de que la autonomía y la estabilidad psicosocial resultan imprescindibles para impulsar su autoestima, su integración social y la recuperación de una vida normal, independiente y libre de violencia.

En esta línea, el Servicio Integral de Atención y Acogida del IAM de la consejería de Igualdad y Políticas Sociales, que funciona en Andalucía desde hace 17 años, ha sido referente nacional por su modelo de gestión integral, y ha atendido desde sus inicios a más de 45.000 víctimas de violencia machista.

La red cuenta con 34 centros de atención y acogida, de los que nueve son centros de emergencia --que dan cobertura inmediata a las necesidades de protección y seguridad de las víctimas--, ocho casas de acogida compuestas por 52 pisos --que, además de acogida, proporcionan las herramientas sociales, psicológicas y jurídicas indispensables para salir de la violencia, con una estancia inicial de alrededor de tres meses--, y 17 pisos tutelados --viviendas independientes para uso familiar, ubicadas en edificios y zonas normalizadas, destinadas temporalmente a favorecer la autonomía de las mujeres, una vez que han pasado por los otros dos recursos--.

El servicio tiene un equipo de personas profesionales que trabajan de manera multidisciplinar con las víctimas, ofreciéndoles terapia psicológica, asesoramiento y acompañamiento jurídico, orientación laboral y apoyo social. El servicio incluye además un programa de 30 becas anuales para la formación a distancia de mujeres acogidas, con el objetivo de mejorar su empleabilidad y nivel de autonomía.

Junto a ello, la red desarrolla diversos programas para la atención integral a las y los menores --a nivel psicológico, lúdico, escolar, etcétera-- para su plena adaptación al nuevo entorno en el que viven y su total recuperación psicosocial, con el fin de minimizar las secuelas de la violencia machista sufrida durante la infancia.