Granada, tercera capital andaluza que más padece la pobreza energética
Tres barrios de la ciudad granadina son los más afectados por la falta de electricidad, que tiene consecuencias para la salud, como se recoge en un informe de Médicos del Mundo
Ducharse con agua caliente, cocinar, conservar la comida en la nevera o poner un radiador para calentarse son acciones cotidianas que en algunos hogares no se pueden hacer con normalidad por falta de electricidad. La pobreza energética está presente en muchas ciudades y municipios, es un problema que viene de largo, pues se producen continuos cortes de luz en algunos barrios desde hace tiempo, y ahora se ha agudizado con la constante subida del precio de la luz. De hecho, Granada es la tercera capital andaluza con más pobreza energética según un informe de Médicos del Mundo, que sitúa a Almería y a Sevilla por delante, y en el que también alerta de los riesgos de la falta de electricidad para la salud.
En Granada capital son tres los barrios más afectados por la llamada ‘oscuridad energética’, que se produce por cortes en el suministro eléctrico o por la ausencia de electricidad. El informe de Médicos del Mundo recoge que son los barrios de Almanjáyar, Cartuja y Casería de Montijo, todos ellos pertenecientes al distrito Norte de la ciudad.
En la capital almeriense son un total de siete los barrios que más sufren la pobreza energética, mientras que en Sevilla son cinco. En Almería son La Chanca, La Fuentecica, El Puche, Pescadería, Piedras Redondas, El Quemadero y San Cristóbal. En Sevilla son Bellavista, Padre Pío, Palmete, Su Eminencia y Torreblanca. Según el informe de Médicos del Mundo, todos ellos son "barrios olvidados por las políticas sociales, estatales, autonómicas o municipales”.
El informe también indica que los cortes de luz o la falta de servicio eléctrico afecta habitualmente a barrios de las periferias urbanas, en los que se producen sobrecargas en la red por alto consumo, pues “algunos habitantes practican actividades económicas ilegales que consumen gran cantidad de electricidad de forma fraudulenta”. “Este hecho sirve de coartada a las compañías eléctricas para justificar los cortes y apagones. Se criminaliza y revictimiza así por igual a todos los vecinos de esos barrios, la mayoría de los cuales son en realidad personas trabajadoras o jubiladas que pagan religiosamente sus facturas, sin que se les proporcione el servicio adecuado. Y se obvia así un factor esencial que explica esos cortes de luz: el abandono, por parte de las compañías, del mantenimiento y actualización de la red eléctrica que da servicio a estos barrios, amparado por la inacción de las instituciones”, indica Médicos del Mundo.
Para paliar la situación de pobreza energética, Médicos del Mundo ha puesto en marcha la campaña ‘La factura positiva de la luz’, una iniciativa con la que pretende ayudar a las personas más vulnerables ante la crisis energética. Y es que esta ONG advierte de que se trata “de un problema con graves consecuencias para la salud física y mental de las personas”. La falta de suministro eléctrico en una vivienda puede afectar a numerosas patologías y aumentar el riesgo de enfermedades crónicas, especialmente en personas vulnerables. “Vivir sin luz en hogares con bebés y mayores puedes suponer la diferencia entre la vida y la muerte. No hay salud sin luz. No hay justicia sin luz. No hay igualdad sin luz. No hay Derechos Humanos sin luz”, denuncia Médicos del Mundo.
Para “salir de la oscuridad insana de los cortes de luz”, Médicos del Mundo propone apoyar las movilizaciones de los vecinos de los barrios y poblaciones afectadas en Andalucía por los cortes de suministro eléctrico para así “obligar a las empresas e instituciones a buscar salidas efectivas a este grave problema”. También “demandar a las empresas eléctricas que dan servicio a estos barrios y poblaciones que asuman su responsabilidad ética corporativa y sus obligaciones legales, para dar un servicio continuo y de calidad a sus clientes”, algo que exige “intervenciones urgentes en la mejora de la red eléctrica de los barrios y poblaciones afectadas”.
Por otro lado, Médicos del Mundo considera que los ayuntamientos, la Junta de Andalucía y el Gobierno central deben “activar todos los mecanismos institucionales que existan para acabar con esta amenaza directa al bienestar y la salud de los ciudadanos andaluces afectados”. Además, solicita a la Consejería de Salud y Familias de la Junta “que medie ante las diferentes instituciones y empresas para trasladarles la gravedad para la salud que tiene la falta de luz y la imperiosa necesidad de buscar soluciones efectivas".