Condes de Gabia acoge las obras seleccionadas del II Premio Granada de Fondo a la Creación Artística
Valeriano López es el ganador de esta edición del certamen, organizado por la Diputación, por la escultura luminosa 'Granada de mano'
La Diputación de Granada ha resuelto el fallo del II Premio Granada de Fondo a la Creación Artística, que en esta edición reconoce la obra de Valeriano López por la escultura luminosa titulada 'Granada de mano', y junto a este trabajo otros trece conforman la muestra hasta el 15 de enero de 2023 se expone en Condes de Gabia.
El premio del jurado y las obras seleccionadas para la muestra han sido presentados este martes por la vicepresidenta primera y diputada de Presidencia, Cultura y Memoria Histórica y Democrática, Fátima Gómez, quien ha comentado que en esta ocasión los artistas "se sirven del lenguaje de la pintura, el dibujo, la escultura, la instalación y la fotografía para construir obras variadas amenas".
De esta forma, "los trabajos constituyen fiel reflejo de la diversidad de recursos de los que se vale la creación artística, que continúa mirando y mirándose en nuestra particular forma de ser y sentir".
Sobre esta segunda edición del premio, cuya dotación es de 12.000 euros, Gómez ha resaltado que se presentaron un total 38 artistas con alrededor de 80 obras. De ellas, se han escogido 14 para la muestra que acoge Condes de Gabia, "un corpus de gran calidad y con una acusada personalidad y originalidad", ha añadido.
En este sentido, la diputada ha explicado que la exposición en conjunto "conforma un significativo panorama de la renovación iconográfica de Granada, que es el objetivo de la convocatoria: enriquecer el imaginario, proponer nuevas representaciones de Granada y lo granadino".
Por su parte, Valeriano López ha recordado que 'Granada de mano' forma parte de una exposición que tuvo lugar en 2006 también en Condes de Gabia. "Desde entonces, esta pieza ha viajado, ha estado en galerías, museos y como escenografías para obras de teatro.
Obra ganadora
'Granada de mano' constituye un juego de palabras que comunica de forma acertada y provocadora el proyecto de Valeriano López, y describe la fatal homonimia de la ciudad y la bomba, pero también la contigüidad de la ciudad y la mano: el hecho de que se tiene al alcance la construcción o la transformación de Granada.
Además, se trata de un revulsivo contra el inmovilismo tan característico de la provincia, contra el abandono a la cultura de la queja. Como resultado, la obra es un luminoso con los materiales y el lenguaje habitual de los que se ponen en las fiestas locales.
Un luminoso que es una escultura y que completa en su propuesta con un vídeo en el que conjuga otros dos tópicos granadinos: la canción más famosa dedicada a la ciudad y la mala follá, que sirve como comentario irónico autorreferencial.