Granada rebosa emoción en el desfile del Día de las Fuerzas Armadas
El homenaje a los caídos por España y el izado de la bandera han sido algunos de los momentos de mayor solemnidad
La celebración del desfile del Día de las Fuerzas Armadas en Granada superó las expectativas. La capital hizo honor a la magnitud de la cita con calles engalanadas y repletas de ciudadanos que llegaron con horas de antelación para coger un buen sitio. La emoción y la solemnidad estuvieron a flor de piel en momentos como el homenaje a los caídos por España o el izado de la bandera tras su espectacular descenso. Los reyes de España fueron aclamados por todos los presentes, que vivieron con fervor una jornada única.
A las 09:00 horas de la mañana, un matrimonio sube a un autobús de línea de Granada. Entre ambos comparten la carga de una bolsa con dos sillas y una mochila de la que sobresalen dos banderines con la bandera de España. Uno de ellos pregunta al chófer cómo se ha modificado su recorrido. Restan más de dos horas para el desfile, pero saben que coger sitio no va a ser una tarea sencilla. La previsión meteorológica llegó a amenazar en los días previos, pero el día terminó siendo soleado con temperaturas calurosas.
El ambiente de día grande era enorme. Faltaba más de una hora para el desfile y todo el recorrido estaba ya abarrotado de ciudadanos, desde Doctor Severo Ochoa hasta Arabial. Las tropas comenzaron a formar y a cantar, lo que hizo más amena la espera. Los balcones de Gonzalo Gallas y la Plaza Einstein lucieron engalanados para la gran cita y repletos de vecinos disfrutando de unas vistas privilegiadas. La nota diferente la puso un piso que colgó una enseña republicana
Las distintas autoridades llegaron con mucho tiempo. Sus Majestades estuvieron acompañados por Paco Cuenca, alcalde Granada, Jesús Aguirre, presidente del Parlamento Andaluz, Margarita Robles, ministra de Defensa, Juanma Moreno, presidente de la Junta de Andalucía, Pedro Fernández, delegado del Gobierno en Andalucía, Mercedes González, directora general de la Guardia Civil, o Fernando Grande-Marlaska, ministro del Interior. El regidor de la comunidad autónoma se llevo hasta dos ovaciones de los balcones, que llegaron a cantarle ‘presidente’.
Solemnidad y emoción a flor de piel
Llegó el mediodía y en Arabial comenzó a escucharse el bullicio y las ovaciones a los reyes. El himno de España resonó con fuerza acompañado de cañonazos para su recibimiento. Posteriormente llegó uno de los grandes momentos del desfile: el descenso de la bandera de España. Por primera vez en la historia, esta tarea recayó sobre los hombros de una mujer. María del Carmen Gómez Hurtado realizó un excelente descenso de la enorme bandera de 54 metros cuadrados y 15 kilos de peso. El izado de la rojigualda fue acompañado por el himno nacional y más cañonazos. Durante el acto, se ejecutaron un total de 21 cañonazos.
La solemnidad alcanzó su zenit en el homenaje a los caídos. La megafonía del acto mencionó a todos los que han dado su vida en acto de servicio desde la celebración del último Día de las Fuerzas Armadas. Todos los presentes entonaron 'La muerte no es el final'. En la tribuna, todos concurrentes cantaron a excepción de Jesús Aguirre y Pedro Fernández, que mostraron un ánimo más relajado durante todo el acto. Durante el mismo, llamó la atención la fluidez de las conversaciones entre Juanma Moreno y Grande-Marlaska. Paco Cuenca se tuvo que marchar con antelación para recibir tras el desfile a Felipe VI y doña Letizia en el Auditorio Manuel de Falla.
Tras la interpretación de 'La muerte no es el final', el Rey depositó una corona de laurel en homenaje a los que dieron su vida por España. El ambiente de solemnidad fue sobrecogedor con un silencio unánime de todos los granadinos congregados en el entorno de Gonzalo Gallas y Plaza Einstein. A las 12:35 horas, arrancó el desfile aéreo, en el que participaron 86 medios entre aviones y helicópteros. La Patrulla Águila abrió y cerró este tramo de la cita dejando plasmada la bandera de España en el cielo de Granada.
A las 12:46 horas dio comienzo el desfile terrestre, por el transcurrieron 2.750 efectivos. En primer lugar, los acorazados y los vehículos de combate impresionaron a la ciudadanía, que ya había tenido la oportunidad de verlos expuestos, pero no en movimiento. Poco antes de las 13:00 horas arrancó el desfile a pie, cuya cabeza tardó varios minutos en llegar a la tribuna. Dentro de los cuerpos, la Legión mostró que de verdad se mueve 'a 160 pasos por minuto y un solo corazón'. Además, la cabra del cuerpo militar no aminora dicho ritmo. El último turno fue para las unidades a caballo, El desfile se cerró con un aplauso genérico y la sensación de que Granada estuvo a la altura de una cita que no se vive con frecuencia.