Granada registra cada año 450 casos nuevos de cáncer de mama en mujeres

Hoy 19 de octubre se celebra el Día contra el Cáncer de Mama, una fecha señalada para informar y concienciar sobre una enfermedad de la que cada año se diagnostican en España 25.000 nuevos casos

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Mesa de la AECC durante la celebración del pasado año
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Como cada año, la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC) suma sus fuerzas para hacer frente al cáncer de mama, una enfermedad de la que se diagnostican cada año unos 25.000 casos nuevos pero que afecta a más de 63.000. Los afectados por este tipo de tumor, pacientes y familiares, son el centro de una campaña que ha querido poner el foco en las necesidades de aquellas personas que, sin tener el tumor, también pasan por la enfermedad.

Según los últimos datos procedentes del Registro de Cáncer de Granada, en la Escuela Andaluza de Salud Pública, cada año se diagnostican 450 casos nuevos de cáncer de mama en mujeres, en la provincia de Granada.
El cáncer de mama es el cáncer más frecuente en las mujeres en la provincia de Granada, suponiendo éste el 26% del total del cáncer. Si las tendencias temporales de la incidencia no se modifican, 1 de cada 15 mujeres
residentes en la provincia de Granada, desarrollará un cáncer de mama antes de los 75 años de edad.
La incidencia del cáncer de mama en la provincia de Granada, presenta una tendencia ascendente en el periodo 1985-2012 con un incremento anual de +2.5% .

El cáncer de mama se diagnostica, en un 99%, en mujeres y tiene una supervivencia cercana al 85%. Pese a que cada año hay una incidencia mayor, se estima que este año 2015 más de 26.000 personas serán diagnosticadas por cáncer de mama, la supervivencia aumenta un 1,4% cada año y su tasa se sitúa cerca del 85%. Es, asimismo, un cáncer
paradigmático puesto que una mayor concienciación social sobre su detección precoz y la reducción del riesgo de desarrollarlo, así como un mayor esfuerzo en investigación, han logrado que sea uno de los tumores con mejor pronóstico y mayores índices de supervivencia y cronificación.

El cáncer en general, y el de mama en particular, es una enfermedad que afecta a todo el núcleo familiar. El cáncer de mama tiene impacto en distintos aspectos de la persona que lo padece y su familia. Así, se ven afectados la imagen corporal, la sexualidad o, dentro del ámbito familiar, el cambio de roles que provoca un diagnóstico de cáncer y los efectos secundarios como el linfedema.

Existen cambios físicos evidentes en los pacientes con cáncer de mama debido a los tratamientos médicos que pueden incluir mastectomías. Alguno de estos cambios son pérdida o aumento de peso, caída del cabello, cicatrices, pérdida del pecho... De la misma manera, un diagnóstico de cáncer de mama puede afectar a la sexualidad ya que los tratamientos pueden provocan alteraciones emocionales, menopausia inducida, cansancio físico o dolor, sin contar con los aspectos emocionales como sentimiento de pérdida de atractivo físico, ansiedad, depresión o estrés.

Un diagnóstico de cáncer de mama puede provocar alteraciones en el sentido del necesario cambio de roles en la unidad familiar. Así, si la afectada es la madre de la familia, probablemente su cónyuge y sus hijos tendrán que asumir las tareas, que antes asumía la paciente, durante el tiempo que dure la administración de los tratamientos.
Según la American Cancer Society, el posible efecto secundario principal a largo plazo de la extirpación de los ganglios linfáticos axilares es el linfedema (hinchazón del brazo). Debido a que cualquier exceso de líquido en los brazos normalmente regresa al torrente sanguíneo a través del sistema linfático, la extirpación de los ganglios linfáticos algunas veces bloquea el drenaje del brazo, lo que causa la acumulación de este líquido. Esto ocasiona hinchazón del brazo.

Hasta el 30% de las mujeres a quienes se les hace una disección de ganglios linfáticos axilares completa padece linfedema. Además, ocurre en hasta el 3% de las mujeres que han tenido una biopsia de ganglio linfático centinela.
Situación del cáncer de mama en España.

El cáncer de mama representa el tipo de cáncer más frecuente en la mujer, con una incidencia anual de más de 25.000 casos en España (Globocan 2012), el 29% de todos los tumores femeninos. Además, supone la primera causa de mortalidad por cáncer en mujeres con 6.075 fallecimientos en 2012.

- La mayoría de los casos se diagnostican en edades comprendidas entre los 35 y los 80 años, con un máximo entre los 45 y los 65. Las tasas de incidencia están aumentando lentamente en España y en el mundo, probablemente debido al envejecimiento de la población y al diagnóstico cada vez más temprano.

- Aproximadamente 1 de cada 8 mujeres presentará esta enfermedad a lo largo de su vida.

- La supervivencia por cáncer de mama ha mejorado notablemente en los últimos 20 años (anualmente se incrementa la supervivencia por este tumor un 1,4%). Cada año disponemos de mayor información para diagnosticar precozmente y tratar el cáncer de mama, lo que ha permitido que la supervivencia global a los 5 años del diagnóstico de este tumor sea del 82,8% en nuestro país (Eurocare-5), por encima de la media europea y similar a los países con las mejores cifras de supervivencia.

- Sin lugar a dudas, el diagnóstico precoz es la mejor herramienta para luchar contra esta enfermedad. A través de los programas de cribado con mamografías, se pueden diagnosticar los tumores de mama en estadios iniciales en los que hay muchísimas posibilidades de curación.

- Generalmente se recomienda realizar mamografías periódicas a partir de los 45-50 años.

- Cada mujer puede reducir su riesgo de forma individual con pequeños cambios en su estilo de vida.

Actualmente se conoce que, tras la menopausia, prevenir la obesidad con una dieta adecuada y con ejercicio diario reduce el riesgo de recidiva tras un cáncer de mama.

Aparte de la edad, hay otros factores que se asocian con un riesgo más elevado: las mujeres con antecedentes de cáncer de mama en la familia, o que no hayan tenido hijos o los hayan tenido tarde, o con menarquia precoz o menopausia tardía, parecen tener mayor riesgo. No obstante, muchas mujeres que han tenido un cáncer
de mama no presentaban ningún factor de riesgo conocido. Poseer un riesgo mayor para el cáncer de mama no implica la certeza de que se vaya a padecer la enfermedad, sólo indica cierta predisposición.

La investigación es fundamental, no solo en el cáncer de mama. A medida que se conocen mejor los factores pronósticos de la enfermedad, es posible identificar el riesgo de cada caso de cáncer de mama, lo que permite seleccionar el tratamiento más adecuado para cada uno.