Granada reivindica el legado educativo del padre Manjón
Con motivo del centenario de la muerte del fundador de las Escuelas del Ave María, el alcalde de Granada y los escolares avemarianos realizan una ofrenda floral
En el Paseo Andrés Manjón, el alcalde de Granada, Francisco Cuenca, junto con los representantes de la corporación municipal y miles de alumnos de las Escuelas del Ave María han rendido homenaje al sacerdote burgalés Andrés Manjón, fundador de estos centros educativos e hijo predilecto de Granada. Un reconocimiento que llega en el centenario de su muerte, que se celebrará a lo largo de todo el año 2023, y con el que los representantes públicos de la ciudad y la comunidad educativa del Ave María pretenden reconocer el legado pedagógico, cultural y social que Manjón creó para revitalizar la educación granadina a finales del siglo XIX.
En el transcurso de la ofrenda floral, el alcalde Francisco Cuenca ha señalado destacado el papel de Manjón y de las Escuelas del Ave María considerando que “su legado está más vivo que nunca, trasladando los valores de la igualdad, transformando a sociedad a través de la educación”.
Asimismo, el presidente del Patronato Avemariano de Granada, Antonio Almendros, ha querido poner en valor el mensaje educativo que Manjón dejó para la posteridad, fomentando una escuela inclusiva, plural y diversa. “Desde 1889 y hasta el presente, las Escuelas del Ave María han mantenido vivo el pensamiento e ideario de Manjón, haciendo todo para todos, buscando desarrollar al máximo las capacidades de nuestro alumnado y favoreciendo siempre su desarrollo personal y académico”.
Flores y globos, a los pies de la Alhambra
Desde los nueve centros que tiene el Ave María en la provincia de Granada, siete en la capital y el resto en Motril y Albolote, han llegado hasta las plantas del busto de Andrés Manjón para ofrecer una flor en su memoria. Un gesto simbólico al que han seguido las intervenciones institucionales y el canto del himno de las escuelas avemarianas, compuesto por José Montero.
En medio del júbilo y la alegría de los niños, no ha faltado para la ocasión una de las tradiciones más populares del Ave María y que se ha repetido desde su fundación: la entrega de un bollo y chocolate para celebrar el día de San Andrés.