Resumen Semanal | Granada mira al futuro próximo entre iniciativas y triunfos deportivos

El mes de octubre llega al ecuador, se adentra en la spooky season, que dirían algunos, pero en Granada la vista se va más adelante. Igual es porque en la ciudad de la Alhambra aún no se lleva demasiado eso de Halloween, o porque al exagerado ADN granadino el presente le sabe a poco. El Ayuntamiento, por ejemplo, piensa en diciembre, y plantea cuándo encenderá el alumbrado navideño, o, incluso, en el próximo año, en cuyo calendario empieza a buscar huecos para colocar el festivo del Día de la Cruz. Desde lo más alto de la provincia, en cambio, otean un horizonte más cercano y vislumbran la inauguración de la próxima temporada en Sierra Nevada el próximo 25 de noviembre. Vista larga, pero sin descuidar los pasitos que, en cada jornada, llevan a ese futuro próximo.

Algunos surgen de encuentros en los que confluyen distintas disciplinas, conviven ámbitos profesionales o las tradiciones de distintos espacios territoriales. El recinto ferial de Fermasa se convirtió en uno de ellos durante el pasado fin de semana, en el que celebró de forma simultánea la Feria General de Muestras, Sabores de Nuestra Tierra y la Feria de los Pueblos. Más de 45.000 personas se dejaron caer por las instalaciones de Armilla, donde, durante tres días, volvió a cobra vida la imagen de ferias de antaño.

Otro de estos pasos que conducen -o transportan- hacia lo que vendrá, ya puesto en marcha, trae a la memoria aquella iniciativa que promovía la circulación de la ciudadanía en bicicletas públicas de alquiler. En esencia, el nuevo proyecto piloto que desde este lunes se prueba en la ciudad no varía demasiado, si bien son patinetes eléctricos en este caso los vehículos escogidos para buscar una movilidad ecofriendly. No ha empezado con buen pie: en apenas cuatro días, una denuncia y dos robos, entre otras incidencias, aunque desde el Ayuntamiento y la empresa que dispone estos transportes trasladan optimismo.

Será, tal vez, que todo cuesta al comienzo, como le sucedió al Granada tras sus tres primeras jornadas. Entró en depresión y a cada partido parecía más complicado rescatarle. Sin embargo, la recuperación de Melendo ha despertado una nueva esperanza en el conjunto rojiblanco. Empató sin gol en Ponferrada, pese a que sus sensaciones mejoraron sobremanera; el equipo estaba reservándose las muescas para exhibirlas en casa, este jueves, ante un Sporting al que le tocó pagar los platos rotos, después de semanas de inquietud. El mediapunta catalán regresó casi a la par que André Ferreira entraba en la enfermería. Fue operado, pues era "la opción correcta si quería seguir jugando al nivel profesional". Al menos, así lo indicó el cirujano que le intervino, en una entrevista con GranadaDigital. Entretanto, el club continuó fortaleciendo la relación con su hinchada, que ha batido récord de abonados al cierre de la campaña.

Pero no todos los comienzos son tortuosos. Basta con recorrer los pocos metros que separan Los Cármenes del Palacio de los Deportes para comprobarlo. El Covirán Granada le ha tomado el pulso a la ACB desde el inicio. Aunque perdió en su estreno en casa, compitió, como preludio de su segunda victoria, en Murcia. Se impuso a UCAM, en un encuentro en el que mostró que tiene un alto nivel de resiliencia y es capaz de reponerse tras tropezar. Con Lluís Costa y Cristiano Felicio en el momento en el que se encuentran parece más fácil hacerlo.

Tampoco les va mal a Marta y Sara, que se armaron de valentía para emprender un proyecto propio, ejercicio de riesgo en los tiempos que corren. Además, lo hicieron en pleno apogeo de la pandemia, cuando las clases eran a través de una pantalla. Surgió la idea de cimentar una editorial, en busca de algunos créditos, que nunca vienen mal, y el boceto adquirió consistencia. Del imaginario fue creciendo hasta convertirse en Pato Ediciones, que trabaja en torno a una línea editorial que visibiliza historias LGTBI y aboga por la inclusividad.

Otra causa que requiere visibilización es la salud mental. El 30% de las llamadas que recibe la central del teléfono gratuito de atención a la conducta suicida lo componen personas menores de 30 años, mujeres en su mayoría. Pero no solo quienes trabajan en este servicio pueden intervenir en pos de evitar este desenlace. "Todos podemos ser agentes de prevención en el suicidio", recuerda a GranadaDigital Miguel Guerrero, coordinador de la Unidad de Salud Mental Comunitaria de Marbella y responsable de la Unidad de Prevención e Intervención Intensiva en Conducta Suicida 'UPII Cicerón'.