Granada suma ya seis fallecidos por ahogamiento en 2024: "No somos conscientes del riesgo"

Los casos vividos este verano en la provincia recuerdan la necesidad de extremar precauciones y seguir las normas establecidas

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Jornada estival en Playa Granada | Foto: GranadaDigital
Sergio Rodríguez Acosta
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Con la vuelta al cole a la vuelta de la esquina, el final del verano es una realidad para la gran parte de la población que retorna a su rutina y se despide de las semanas de desconexión que, por lo general, cuentan con playas o piscinas. En este 2024, Granada suma ya seis fallecidos por ahogamiento, misma cifra que registró en 2023 en este periodo. Esta tendencia negativa ha ido incluso a peor en Andalucía, donde las muertes han pasado de 44 a 56. Alberto García Sanz, director de la Escuela Española de Salvamento y Socorrismo, y Juan Manuel Cruz, responsable del servicio preventivo en Playas de Cruz Roja Granada, desgranan los factores que rodean a esta problemática y hacen hincapié en la necesidad de tomar todas las precauciones posibles y seguir las normas establecidas a rajatabla.

La fatalidad de las zonas no vigiladas

"Con carácter general, la población no es consciente de los riesgos que comporta el medio acuático", manifiesta Alberto García. Desde su perspectiva, echa en falta que haya campañas de sus peligros al mismo que las de tráfico. Asimismo, expone que "prácticamente, casi la mitad de los fallecidos por ahogamiento se bañan en zonas no vigiladas", un aspecto que le lleva a pensar que "no somos conscientes del peligro".

El especialista reclama la mayor señalización posible porque "la información es fundamental". Uno de los riesgos reside en los cambios de caudal de los ríos o una riada que puede poner en peligro vidas. Una de sus apuestas es que exista "un mapa a nivel nacional con todos los lugares de baño y cuáles son las condiciones de ese lugar" e incluso "una bandera de seguridad que sí existe en Europa dentro de las diferentes zonas de baño.

"Son muchos los casos donde no se tiene conocimientos del medio acuático. No se tiene un dominio del medio importante, no conocemos los riesgos y tampoco hay una información por parte de las administraciones de forma exhaustiva en el que se indique cuáles son los riesgos que tiene el medio", reitera Alberto García. Por otro lado, recalca la importancia de "habilitar zonas para el baño" y determinar "donde hay menos riesgo". El calor siempre va a llevar a la ciudadanía a buscar espacios para refrescarse y combatir el calor y esto requiere "ciertas garantías" a través de "socorristas, material de rescate, embarcación y lo que haga falta".

Precaución en los espacios habituales

Respecto a los espacios habituales, el director de la Escuela Española de Salvamento y Socorrismo pide a la población que no se despreocupe en una instalación porque "hay socorrista", pues señala la dificultad de vigilar grupos con centenares de personas. A pesar del conocimiento de entornos como una piscina comunitaria, insiste en que "el riesgo existe desde el momento en el que estamos en un medio que, si nos pasa algo, no podemos respirar".

El corte de digestión es un concepto conocido por todo el mundo, pero hay otros no tan divulgados. Es el caso de la 'hidrocución', que se produce por un "cambio brusco de temperatura" que puede llegar a generar un "shock termodiferencial" y que la persona afectada se ahogue. Además, Alberto García defiende la necesidad de contar con "vallados perimetrales" en piscinas para evitar posibles caídas de bebés al agua. Estos casos pueden generar "secuelas muy graves" en los niños e incluso pueden llegar a quedar en estado vegetativo.

Con la vista en las playas, el director de la Escuela Española de Salvamento y Socorrismo afirma que son necesarios más recursos, ya que emplear los mismos "haya 2.000 o 3.000 personas" es algo notable. Asimismo, recalca la importancia de centrar esfuerzos en temporadas altas del verano y tener en cuenta que con el turismo la época de baño no para de crecer, lo que requiere tomar "las medidas de seguridad" necesarias.

Cruz Roja cuenta ya 42 traslados a centro hospitalario en Salobreña

Salobreña es uno de los destinos insigne del litoral granadino. En sus playas La Charca y La Guardia, Cruz Roja ha acometido ya este verano 42 traslados a centro hospitalario. Así lo indica Juan Manuel Cruz, responsable del servicio preventivo en Playas de Cruz Roja Granada. "Las campañas de prevención a pie de playa" son un elemento clave para Juan Manuel y su equipo para "evitar situaciones de riesgo". Para él, "respetar las normas" es el inicio de todo, especialmente con los menores porque "en cualquier momento puede darse una situación". Aquí entra en juego la archiconocida bandera de la playa.

En el mar, el espacio es más que enorme y conviene vigilar las corrientes para no vivir circunstancias comprometidas con colchones y otros artículos que pueden llevar a una persona más lejos de la orilla de lo deseado. Juan Manuel asegura que las personas "suelen seguir las recomendaciones de los bañistas". Por otro lado, entiende que hay actuaciones que son "por desconocimiento" y no "por mala fe".

El representante de Cruz Roja asevera que "es mucho más fácil prevenir" cuando existe un diálogo fluido con las administraciones, que requieren de un "asesoramiento en la materia". Además, recuerda que "Cruz Roja hace campañas de prevención todos los veranos" a través de redes sociales. Toda precaución es poca.

Consejos preventivos de Cruz Roja en las playas

  • Conocer y respetar las normas de la zona de baño

Es esencial tener en cuenta que cada espacio natural o instalación acuática tiene sus propias normas y regulaciones específicas. Antes de adentrarse en el agua, es fundamental informarse sobre las reglas del lugar, tales como las áreas permitidas para bañarse y las posibles restricciones existentes.

  • Nunca dejar a un menor solo

La supervisión constante de niños y niñas en el agua es vital. Es imprescindible asegurarse de que haya una persona adulta responsable presente y vigilando a los niños en todo momento. Nunca se debe confiar en que un o una menor pueda cuidar de sí mismo en un entorno acuático, ya que pueden ocurrir situaciones imprevistas y peligrosas en cuestión de segundos.

  • Bañarse siempre en zonas con vigilancia

Es un elemento de seguridad bañarse en áreas que cuenten con socorristas o personal de vigilancia. El personal profesional está capacitado para responder ante situaciones de emergencia y brindar asistencia en caso de ser necesario.

  • Observar el color de la bandera en la playa

Antes de adentrarse en el agua, es fundamental revisar el color de la bandera en la playa. Las banderas desempeñan un papel crucial como sistema de señalización para indicar las condiciones actuales del mar.

  • Identificar y alejarse de las corrientes de retorno

Es importante ser consciente de la presencia de las corrientes de retorno, que son flujos de agua que se dirigen mar adentro y pueden representar un peligro. Al encontrarse atrapado en una corriente de retorno, es fundamental no intentar nadar en contra de ella, ya que esto puede aumentar el riesgo de ahogamiento. En su lugar, se recomienda nadar paralelamente a la orilla, hasta salir de la corriente, y poder nadar hacia la costa para regresar a tierra firme.

  • No confiar en el material de flotación y no alejarse de la orilla

En cuanto al uso de material de flotación, como flotadores o colchonetas inflables, es importante tener en cuenta que si bien pueden brindar diversión en el agua, no deben considerarse dispositivos de seguridad confiables. Es fundamental no alejarse demasiado de la orilla y no confiar exclusivamente en ellos para mantener la seguridad durante la actividad acuática. Estos objetos pueden desinflarse, volcarse o desprenderse, lo que podría poner en peligro la integridad de las personas que los están utilizando.

  • No practicar juegos peligrosos en el agua ni en zonas rocosas

Es esencial evitar juegos peligrosos que puedan poner en riesgo la seguridad de quienes se bañan, evitando lanzarse desde acantilados o muelles o en instalaciones acuáticas sin tener en cuenta la profundidad del agua. Además, es preciso evitar jugar en zonas rocosas, ya que estas superficies resbaladizas y afiladas pueden provocar lesiones graves.







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