Granada, te toca votar...otra vez
Los granadinos viven hoy su tercera jornada electoral del año, la segunda para decidir a sus representantes en el Congreso de Diputados y en el Senado
Por tercera vez en este año, los granadinos están llamados a votar en unas elecciones. Lo hicieron el 28 de abril para unas generales, volvieron a hacerlo el 26 de mayo para unas municipales y ahora les toca asomarse a las urnas por tercera vez... para otras generales. No tanto por gusto como porque los partidos políticos no lograron ponerse de acuerdo para formar gobierno. Se repite así la circunstancia que ya se produjo en 2016, cuando los españoles volvieron a elegir a sus representantes en el Congreso de Diputados y en el Senado porque los comicios celebrados a finales de 2015 tampoco cristalizaron en un Ejecutivo estable.
El caso es que los poco más de 755.000 granadinos que tienen derecho a votar pueden hacerlo hoy, entre las nueve de la mañana y las ocho de la tarde. Que su voto luego sea decisivo o cambie la situación de bloqueo que se viene produciendo en los últimos años es algo que ya se sabrá. Lo cierto es que tienen derecho a hacerlo, como también a quedarse en casa, y que, en cualquiera de los casos, hoy se vive una jornada electoral con todas sus consecuencias. Vuelve lo que algunos siguen denominando la Fiesta de la Democracia, un término bastante pasado de moda.
Entre los catorce partidos que en Granada presentan candidaturas al Congreso (sólo once optan a estar en el Senado), hay cinco que aspiran a revalidar escaños. En los comicios de abril, el PSOE fue el claro triunfador con tres diputados, mientras que los otros cuatro que corresponden a la circunscripción granadina se los repartieron PP, Ciudadanos, Unidas Podemos y Vox.
Una de las incógnitas de estas elecciones es saber si se repetirá ese reparto. La reciente encuesta del CIS da por hecho que así será, pero otro sondeo, de Gad3, apunta a que el PP subirá a dos diputados en detrimento de Ciudadanos, que perdería el que tiene. Aparte, hay estimaciones hechas por los propios partidos que suelen arrimar el ascua a su sardina, aunque no siempre: una realizada desde una formación de izquierdas da la siguiente distribución: tres diputados para el PSOE, dos para el PP y dos para Vox. En ese caso, Unidas Podemos también se quedaría fuera. Por terminar con las encuestas, ninguna le da un escaño a la nueva formación Más País, que en España lidera Íñigo Errejón y que tiene como cabeza de lista en Granada a la exdiputada de Podemos Ana Terrón.
Candidatos y participación
Hablando de candidatos, todos repiten caras para el Congreso. El PSOE apuesta por José Antonio Montilla, los populares por Carlos Rojas, Ciudadanos mantiene a Fran Hervías, Unidas Podemos vuelve a confiar en Pedro Honrubia y Vox en Macarena Olona.
Sí hay novedades en los siguientes puestos. Por ejemplo, el PP sitúa en el número dos a Mariano García, alcalde de Puebla de Don Fadrique y persona que va ganando peso específico en el partido. Esa plaza la ocupó en abril Pablo Hispán. En Vox también hay cambios, ya que Onofre Miralles, concejal en Granada, está en el número dos, una posición que entonces fue para Javier Enrique Reyes. Para el Senado, lo más significativo es que la persona que figura en primer lugar en la lista del PP es ahora José Antonio Robles, en lugar de Vicente Azpitarte.
Otra cuestión interesante es saber el índice de participación. En abril se situó en el 77,42% y las previsiones apuntan a que ahora será menor, algo que se explica en gran medida por esa insistencia antes aludida en que se vote una y otra vez. Es probable que muchos indecisos se apunten a última hora, ya sea por seguir la tradición o por votar, por así decirlo, a la contra: a un partido de izquierdas porque teme que la abstención favorezca a la derecha, o viceversa.
Pero a lo mejor sirve de referencia este dato, facilitado por el Gobierno en funciones: el voto por correo de los andaluces residentes en otras comunidades autónomas ha descendido en un 32% respecto a las últimas elecciones generales.
Ahora bien; eso de que la abstención favorezca a unos o a otros es algo que se presta a múltiples interpretaciones (como lo del voto útil, por otra parte). Sí que puede ser decisiva, en caso de baja participación, la fidelidad de un votante hacia determinado partido. Dicho de otra forma: si todos los simpatizantes y militantes de Vox, o los de Unidas Podemos, salen a votar en masa, mientras que muchos que en otras ocasiones apostaron por PSOE o PP entienden que ahora no les merece la pena y no se acercan al colegio electoral, es fácil averiguar qué formaciones saldrán beneficiadas y cuáles perjudicadas.
Reunidos en sus sedes o en lugares habilitados para la ocasión, candidatos y seguidores estarán muy pendientes de lo que pase a partir de las ocho de la tarde. Twitter echará humo, las consultas a internet serán continuas y nadie le quitará el ojo a la televisión para seguir el escrutinio, que a eso de las once de la noche ya puede arrojar resultados significativos. La suerte, una vez más, está echada.