'De Granada a Tetuán', el canal de una youtuber granadina convertida al Islam
Aurora Botello comenzó a compartir sus vídeos durante la pandemia con curiosidades sobre la ciudad marroquí y ya cuenta con 17.000 suscriptores en YouTube
De Granada a Tetuán. Ese es el viaje que la granadina Aurora Botello emprendió hace ya nueve años, los que lleva viviendo en ‘La paloma blanca’, como es conocida la ciudad del norte de Marruecos, que está ubicada junto al mar Mediterráneo, cerca de Tánger y de la ciudad española de Ceuta. Allí se marchó por amor. Y también 'De Granada a Tetuán' es el nombre del canal de YouTube que esta granadina puso en marcha durante la pandemia para no sentirse aburrida y “contar el día a día de una española viviendo en norte de Marruecos”, y en el que cuenta ya con 17.000 suscriptores. También en Instagram tiene una cuenta con este mismo nombre, en la que le que siguen más de 5.000 personas.
Aurora Botello vio en su canal “la posibilidad de comunicarse con el exterior” cuando llegó la pandemia del Covid-19. Se considera “muy nerviosa” y necesita “actividad continua”, por lo que crear este canal en YouTube le permitió distraerse. Desde entonces, el número de seguidores ha crecido y “se ha creado una comunidad muy bonita”, como ella misma destaca. “Hay gente de España, de Latinoamérica, de muchísimos sitios y eso es lo bonito de ese canal. Gente que llega y te pregunta, que busca consejos, sitios, intereses… Las redes sociales tienen sus inconvenientes, pero por otro lado están muy bien”, resalta esta youtuber granadina.
“Para vivir de YouTube necesitas muchísimos seguidores y muchas visitas en los vídeos”, comenta Aurora, a quien lo que realmente le beneficia en YouTube es compartir su día a día, no sentirse “tan sola” y “conocer a gente”. “Me abre puertas en muchos sentidos. Me aporta mucho. Me estresa también a veces, porque no es fácil estar grabando, pero me gusta”, explica Aurora, quien asegura que desde que se levanta cada día está pensando en qué va a hacer, dónde va a ir y qué va a grabar. “Siempre estoy investigando sitios. Como soy nerviosa, me ayuda un poco a relajarme”, añade.
Esta granadina acabó en Tetuán porque se enamoró de un marroquí al que conoció a través de las redes sociales cuando tenía 15 años. “Hablábamos todos los días tres horas, hasta que ya nos pudimos conocer en persona. Nos tiramos dos años hablando por Internet y viéndonos a través de la cámara web. Iba a verlo en Navidad, en verano, hasta que ya dije: termino mis estudios de Magisterio y me voy a vivir allí. Como él no podía venir a España porque no tenía la documentación, me fui yo”, cuenta.
Aurora, que ahora tiene 32 años, se convirtió al Islam cuando tenía 15 años, al poco de conocer al que hoy es su marido. “La razón fundamental de que me hiciera musulmana no fue por él, porque hacerte musulmana por amor o cambiar de religión por amor no, porque la gente cambia y el amor va y viene a veces. Yo sí creo firmemente en la religión, si no, no sería yo, sería una persona hecha para que él estuviese bien, y no. Él fue el que me dio el impulso a que yo me animase más”, asegura.
Cuando tomó la decisión de hacerse musulmana, Aurora fue a la Mezquita que hay junto al mirador de San Nicolás. “Tenía 15 años. Yo leía mucho por Internet, me compré libros, me informé muchísimo antes de tomar la decisión y un día dije: me hago musulmana, porque no sabemos cuándo nos vamos a morir y yo quería morir siendo musulmana. Y sin decirle nada a mis padres, me fui al mirador. Ya tenía contactos de gente que me acompañaron y me hice musulmana en la Mezquita de San Nicolás”, cuenta. El proceso fue sencillo. “Automáticamente, dices las palabras: que crees en Dios, en Alá, y en su profeta y ya eres musulmán. Aunque según mi madre no se puede quitar eso, porque el bautismo no se puede borrar, pero bueno”, comenta.
Aurora considera que su día a día desde que es musulmana es normal. “Me considero una persona normal y corriente. No pienso que el Islam me perjudique o me impida hacer las cosas que podría hacer si no fuese musulmana. Me considero la misma Aurora que la que tenía 13 años. He estudiado, he trabajado, sigo buscando trabajo, soy maestra de Primaria. Y estoy bien”, afirma.
Aurora estudió tres meses árabe clásico en Granada y eso le facilitó aprender a leer y escribir el árabe. “Una vez que me fui a Marruecos, fue cuando ya, como hablo mucho, aprendí a la fuerza”, apunta. Esta granadina asegura que no se siente extranjera en Tetuán porque lo considera “muy español”. “La gente, prácticamente un 70%, entiende el español. Hay carteles por las calles y no te sientes mal. Hay muchas similitudes entre Granada y Tetuán. Son ciudades hermanas, de hecho. Las calles se parecen. Es como si estuviera en Granada en los 70, me lo imagino yo así”, apunta.
Esta granadina, madre de dos hijos - Ismael de ocho y Laila de cinco-, está actualmente preparando las oposiciones al cuerpo de maestros. Este año no ejerce, pero el anterior sí estuvo de maestra en Rabat. “Me llamaron para trabajar como interina al colegio español de allí y estuve seis meses. Este año no he salido en las listas y estoy preparando oposiciones para presentarme en Ceuta, que es donde quiero”, comenta.
Lo que más le sorprende a Aurora de Tetuán es “la cantidad de personas que hay en las calles a cualquier hora”. “Siempre te encuentras gente. No es como aquí en España, que a las dos cierran los negocios, la gente se va a comer y a echar una siesta. Allí eso no existe. Impresiona que hay gente a todas horas”, añade.
Aurora echa mucho de menos Granada, y sobre todo a su familia, pero asegura que suele venir a menudo: “Tengo problemas de tiroides y me tengo que hacer bastantes pruebas con frecuencia. Toca venir a que me vean los médicos y a visitar a mi familia. Mis abuelos están mayores y yo soy muy apegada a mi familia. Necesito verlos. Echo de menos a mi familia, que es lo fundamental. Y mi ciudad, porque Granada es muy bonita. Yo quiero que mis hijos estudien aquí en la Universidad, pero todavía queda para eso”.
En un futuro, a Aurora le gustaría volver a Granada, no lo descarta, aunque comenta que no se sabe qué puede pasar porque tampoco se imaginó hace 15 años “que iba a acabar en Marruecos”. Sus viajes de ida y vuelta de Granada a Tetuán continuarán y en su canal de YouTube seguirá mostrando curiosidades de estas dos ciudades hermanas.