Granada y Ucrania unen fuerzas en el aniversario del horror

La comunidad ucraniana en Granada vuelve a clamar a Putin que detenga el conflicto cuando se cumple un año de su inicio

Manifestación
Manifestación de la comunidad ucraniana en Granada cuando se cumple un año de la invasión rusa de Ucrania | Foto: Javier Gea
Sandra Muñiz Fernandez
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Ucrania ha hablado en el aniversario más triste, uno que nunca debió cumplirse y que, por el momento, sigue lejos de ver el final. Lo ha hecho alzando la voz en Granada en una manifestación muy emotiva donde la ciudad española se ha unido a ese grito desesperado de la comunidad ucraniana que, huyendo del horror de la guerra, no pierde la esperanza y aguarda ese momento en el que la invasión al fin forme parte del pasado y puedan recuperar sus vidas anteriores. Antes de comenzar la reivindicación, unos niños ucranianos lanzan al aire una pelota y juegan con su imaginación, como hacían antes del estallido del conflicto y nunca debieron dejar de hacer. Ellos continúan con su vida como otras mujeres, adolescentes, personas mayores y hombres que se dan cita en esta jornada en la Plaza del Carmen granadina para pedir la libertad en nombre de los que a más de 4.000 kilómetros siguen sufriendo las terribles consecuencias de esta guerra.

Se aproximan las 17:00 horas y el azul y el amarillo de las banderas ucranianas comienza a dar color a la granadina Plaza del Carmen. La comunidad de Ucrania en la ciudad se prepara para un aniversario que nunca se pudo imaginar en pleno siglo XXI. El estruendo de los instantes previos a la manifestación da paso al silencio absoluto que se produce al comienzo del acto, por los miles de compatriotas que ya no están y por una guerra que, cada día que pasa, carga de impotencia a todo el mundo que asiste a cómo las fuerzas y la solidaridad no son suficientes para parar la invasión perpetrada por Putin. Entre las lágrimas brotan palabras impactantes llenas de dolor y que demuestra la magnitud de lo que está viviendo el pueblo ucraniano: "Creo que ya no nos asusta nada, vemos edificios a la altura de la tierra, la gente muerta y como que ya no sentimos lo que sentíamos hace un año... Acostumbrarse a una guerra es lo peor que puede pasar". Ante esta situación, cualquier hilo de esperanza al que aferrarse es poco y los ucranianos también desde Granada se encomiendan a la fe como medida para poner freno a la barbarie.

En la peor cara, la del conflicto, la unión se palpa en la comunidad ucraniana tanto en hechos, en la propia manifestación, como en palabras y es que creen en la fuerza de todo el país para terminar con el sinsentido de la guerra: "Veo a los ucranianos muy unidos, más que nunca", afirma una de las asistentes. Además, tienen confianza plena en el ejército en el frente, uno que nutren también familiares, conocidos y que, pese a las bajas, son las principal esperanza para resistir y recuperar la libertad de Ucrania: "No se van a rendir, nos van a defender hasta la última gota de sangre". La comunidad ucraniana en Granada repite durante la reivindicación el lema de 'Sláva Ukrayíni', es su grito de guerra, con un significado, 'Gloria a Ucrania', que es representativo de la fuerza que no ha menguado en ella con el paso del tiempo y la prolongación del horror. El orgullo del pueblo sigue intacto: "Los militares, la gente... Siguen luchando con fuerza con ganas de liberar al país". Al hablar de su ejército a una mujer se le escapa un ¡Viva, Ucrania! que refleja la fortaleza de todo un país que no renuncia a la paz y confía en estar cada vez más cerca de conseguirla.

Tampoco pierden la esperanza los tantos familiares y conocidos que permanecen en Ucrania y esa es también la fuerza de los ucranianos que ahora están lejos de allí. También se agarran a la solidaridad de ciudades que, como Granada, están haciendo todo lo posible por facilitar este 'volver a empezar' de estas familias lejos de su país y que no se olvidan de los que por diversos motivos no han podido escapar de la barbarie. Todos esperan una solución pronto a la guerra iniciada por Putin, porque tampoco se puede llamar normalidad a la vida que llevan los ucranianos en Granada. Muchos no pierden la esperanza de regresar, como una joven que afirma que le gustaría "volver" porque su casa, toda su vida y sus amigos están en Ucrania. En esta jornada de manifestación por el aniversario del comienzo de la guerra no han faltado los silencios, los cánticos, las plegarias o los bailes por la libertad de Ucrania y desde Granada, los ucranianos, no pierden la fe en que pueda estar más cerca.