Otro verano sin piscinas en Granada a la espera de Fuentenueva

La de Almanjáyar permanece como única opción pública para hacer frente al calor desde el cierre de la instalación universitaria, cuyo contrato de obras ya ha sido adjudicado

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Piscina del campus universitario de Fuentenueva | Foto: Archivo GD
Chema Ruiz España
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El paso de los años en ausencia de una alternativa próxima ha ido convirtiendo la pregunta en parte del verano granadino: "¿Cuándo volverá a abrir la piscina de la Universidad?". Han pasado ya más de diez estíos desde el último chapuzón en el campus de Fuentenueva, en los que Granada se ha conformado con la de Almanjáyar como único refugio público del calor en toda la ciudad. No será distinto el de este 2024, sin restricciones al grifo pero tampoco espacios municipales para abrirlo. La oferta acuática de la capital, más allá de hoteles, gimnasios o las urbanizaciones más afortunadas, de nuevo se reduce al oasis de la zona Norte. Un problema que se dilata con independencia del color que tiña el Ayuntamiento, con proyectos olvidados y propuestas en el limbo, a la espera de que en Paseíllos vuelva a correr el agua, ahora sí con una previsión más o menos certera.

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La piscina de Almanjáyar, abierta desde el pasado 8 de junio un año más como única piscina pública de la capital, constituye para muchos ciudadanos la solución para hacer frente a un calor creciente a cada verano, pero insuficiente para saciar la necesidad de toda la capital. Tampoco las distintas fuentes recreativas distribuidas en varios parques, refresco sobre todo para los más pequeños, dan para cubrir la carencia estival que arrastra Granada desde el cierre de Fuentenueva. La licitación y la adjudicación de las obras en la instalación universitaria ya plantean un horizonte distinto, pero todavía lejano.

La reforma de Fuentenueva

La piscina cerró ante la necesidad de una reforma profunda y, desde entonces, ha ido envejeciendo sin recibir demasiados cuidados. La Consejería de Fomento, Articulación del Territorio y Vivienda licitó el pasado noviembre, a través de la Agencia de Obra Pública, la intervención integral, con un presupuesto base de 4.607.554 euros. Una actuación que forma parte de las obras compensatorias del Metro, comprometidas por dicha cartera, con un plazo de ejecución de 13 meses desde el comienzo de los trabajos. Concurrieron ocho empresas al contrato, que finalmente fue adjudicado a Sando como primer paso de un largo camino hasta la reapertura.

Estado de la piscina | Foto: Archivo GD

Estado de la piscina | Foto: Archivo GD

La intervención en Fuentenueva pretende corregir los problemas de estanqueidad tanto del vaso como de la playa de la piscina, renovar la red energética de todo el conjunto y mejorar la zona de vestuarios, además de la cobertura completa con una estructura permanente de madera laminada encolada, a fin de garantizar altos niveles de eficiencia en invierno y su apertura durante los meses de verano. De esta forma, el proyecto contempla la generación de espacios para nuevos usos y un lavado de cara a la propia piscina, lo que comprende la eliminación de las gradas. También la actuación sobre el acceso peatonal y otras mejoras del equipamiento, como la instalación de un elevador móvil para los bañistas con alguna discapacidad o elementos de protección contra incendios, megafonía, control de accesos, climatización y depuración.

Las 14 piscinas que tuvo la ciudad

Hasta que los granadinos puedan contemplar y disfrutar de lo planteado en el papel, sin embargo, aún lloverá bastante. La ciudad deberá seguir afrontando entretanto el problema, con el recuerdo entre los más mayores de cuando en Granada no faltaban las opciones para evitar el calor. En la capital, hubo un boom durante los años 60 que la llenó de piscinas. Hasta 14 llegó a albergar para refrescar cada verano, pero con el tiempo fueron cerrando hasta que la de Almanjáyar, construida en 2006 con una capacidad de alrededor de 500 personas -aproximadamente un 4,6% de los habitantes en el término municipal-, se quedó sola.

Del abanico de piscinas en las que zambulló Granada, la Miami quedó grabada en la memoria de los ciudadanos, ubicada en el Camino de Purchil. La instalación se cerró en previsión de construir una gran torre de pisos que se quedó archivada en algún cajón. El pasado año, se proyectó el levantamiento de un centro comercial, lo que despertó la propuesta del PSOE en enero de recuperar este histórico espacio para el refresco de los granadinos, así como adjuntar una superficie recreativa anexa, sin visos de prosperar.

Cerca de la Miami se encontraba la Neptuno, también perdida en la memoria de los residentes en Granada, al igual que el Camping Hotel Sierra Nevada, reemplazado por un supermercado. La piscina del campus universitario de Fuentenueva emergió después para convertirse en una de las opciones preferidas de los granadinos por capacidad y ubicación. Se trata de la única de dimensiones olímpicas en la ciudad y se encuentra en una posición estratégica en pleno centro, junto a la Avenida de la Constitución y las paradas del Metro de Estación Ferrocarril y Universidad. Por ello su cierre suscitó un problema que ha tornado en reivindicación durante la última década. El lapso sumará, al menos, otro verano igual.