Granada ya no se calla
Soy más de secano que una fanega de cebada, tan sólo he cruzado el Estrecho un par de veces y otras tantas me hicieron recorrer el puerto de Barcelona a bordo de las famosas golondrinas. El mundo de la náutica es un medio que considero hostil y me impresiona más que flote un superpetrolero a que un vuele un 747 diga lo que diga Arquímedes.
Mientras ayer recorría la Gran Vía con el orgullo de ser granadino pensé en lo que tarda una de esas ciudades flotantes en cambiar de rumbo. Por lo visto millas antes el capitán de turno toma todas la medidas necesarias para que el monstruo responda. Me quedó meridianamente claro al pasarme unos segundos interminables intentando que el Titánic sortease el puñetero Iceberg. No hubo forma y se lo come una y otra vez al llegar tarde la orden para virar todo a estribor… o a babor que nuca me aclaro.
Sin duda la sociedad granadina está cambiando de rumbo y ha decidido que ya no se calla. En un mes justo salimos unos 5000 granadinos para exigir el fin del aislamiento por ferrocarril y ayer fuimos más de 60000 los alzamos la voz para defender la sanidad pública. Todo apunta que a nuestros representantes políticos se les ha acabado el tiempo en el que para cualquier desastre sacaban el manual y la sociedad masticaba y digería cualquier bazofia con forma de excusa.
En un mes Granada les ha dado a unos un aperitivo y a otros el plato principal. Los primeros dan claras muestras de no haber entendido nada, los segundos andan como pollo sin cabeza intentando comprender que es lo que ha pasado.
Serán treinta días para enmarcar en la historia de nuestra ciudad si como parece este mastodonte, a veces indolente y casi siempre individualista que es nuestra Granada, hubiese iniciado una nueva etapa en la que los administrados exigiesen a sus administradores, una época en la que ya no valgan los apaños ni la política del ventilador.
Nos están mirando atónitos desde toda Andalucía. De nuevo Granada parece que despierta y puede liderar algo grande y a la vez simple en toda Andalucía. En la era de las comunicaciones la sociedad ya no acepta gato por liebre y le sobran fuentes de información. Tienen dos caminos, subirse al barco y remar todos juntos o quedarse varados en la insignificancia del olvido. La decisión es suya, Granada ya no se calla ni espera a nadie.
Comentarios
2 comentarios en “Granada ya no se calla”
Encarnación Muñoz olea
17 de octubre de 2016 at 21:08
Se podría decir más alto pero no más claro... Gracias por reflejar lo q fue ayer para los granadinos. Granada ya no se calla
Angeles
17 de octubre de 2016 at 21:14
Muy bien dicho!!! (Digo Muy bien escrito) Bien por todo@s los Granadino@s...