El granadino que pintó a la Reina Letizia con el cariño de una amistad

José María Martín, quien mantuvo la autoría de su trabajo en secreto, afirma que para él "es un cuadro como otro cualquiera”

Entrevista con el artista Jose Maria Martin en Granada
José María Martín posa con algunos de sus fieles pinceles | Foto: Antonio L. Juárez
Sergio Rodríguez Acosta
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La trayectoria de un pintor se mide por múltiples dimensiones. Un artista aspira a sacar lo mejor de sí mismo, mostrar sus evoluciones en sus obras y llegar a exponer su talento en los lugares más prestigiosos. Hay logros que llevan a que un trabajo luzca en un lugar muy especial a pesar de que el precio a pagar sea que no está expuesto al público. Un sitio así puede ser, por ejemplo, el Palacio de la Zarzuela, donde se encuentra un retrato de la Reina Letizia pintado por José María Martín, un granadino que ejecutó este trabajo con el cariño de una amistad que le une a la protagonista de su obra.

Esta historia tiene su origen hace décadas, cuando José María compaginaba en Barcelona sus inicios en la pintura con la fotografía en el ámbito periodístico en medios como El Caso. En aquella etapa de su vida conoció a una joven periodista que trabajaba en una agencia a la que él prestaba también sus servicios. De ahí surgió una amistad como cualquiera con "otros compañeros". "A los años, ella se casó con el Rey", recuerda con naturalidad.

“La amistad se ha seguido manteniendo. Me consta que con la mayoría de aquellos compañeros también. Ella es una persona abierta y campechana”, manifiesta el virtuoso.

El encargo del retrato

Martín solicitó amistad al Facebook de la Casa Real en 2020 y, tras la aceptación de su petición, llegó el importante encargo. En primer lugar, le requirieron el envío de algunos de sus trabajos y posteriormente de retratos. “Mandé algunos que había hecho y al mes y medio o dos meses me mandan una carta diciéndome que me llamarían”, rememora. Esa llamada se dio dos semanas más tarde, cuando se mostró "encantadísimo" de aceptar la tarea.

El pintor explica que desde la Casa Real le mandaron una fotografía de Letizia, que guarda con tesón, para la realización de la obra. La Reina luce en dicha imagen "bien tapada hasta el cuello", motivo por el que empleó a una modelo para plasmarla "de cuello para abajo". A partir de ahí, José María empleó su instinto y su gusto, como por ejemplo en el pelo de la Reina. "El de la foto no me gustaba. Yo a ella la veo más señora, más elegante”, defiende. Por otro lado, se "inventó" un pendiente que tampoco llevaba. "La cara sí es calcada", agrega.

Retrato de la Reina Letizia pintado por José María Martín | Foto: Remitida

El resultado fue más que satisfactorio, pues declara que "le encantó" a la monarca. Por su parte, queda para siempre "la gran satisfacción" de decir que un trabajo suyo se encuentra "en la Casa Real". Quizás parte de su éxito en esta empresa es que para él “es un cuadro como otro cualquiera”, una manera quizás de restarse presión. “Nunca he deseado ser famoso. Quiero vivir de mi pintura”, afirma.

Dentro de ese deseo de vivir alejado de la fama, este granadino ha mantenido durante más de tres años en secreto la autoría de este retrato a la Reina de España. Esta circunstancia cambió cuando "se enteró un galerista que hace ocho meses abrió una galería en Motril" y le convenció de la necesidad de dar a conocer este trabajo. “Para darte a conocer es bueno que la gente sepa que has hecho buenos trabajos”, reconoce.

Una trayectoria marcada por el arraigo de casa

José María Martín nació en la provincia, pero en su niñez marchó a Barcelona con sus padres al igual que hicieron muchas otras familias granadinas. Con 14 años comenzó a pintar y desde entonces no paró. La Escuela de Artes y Oficios de Barcelona y la Escuela Massana de Bellas Artes le vieron crecer.

Su desarrollo artístico fue atípico, pues su ojo se acostumbró a captar imágenes tanto con la cámara como con el pincel, lo que le permitió construir su propio método para ir de la cámara al lienzo. “Una foto buena dice más que dos libros de una persona. Si haces un retrato perfecto, lo principal ya lo tienes. Después les das tu aire”, desgrana el virtuoso.

“Cataluña no me gustaba. Me tiraba mi tierra, me arriesgué y me vine a Granada con 32 o 33 años. Monté mi estudio y empecé a trabajar”, expone el artista, que únicamente desvela que ya pasó los 70 años. En su camino profesional, también ha realizado documentales para Canal Sur, aunque hace ya dos décadas que decidió centrarse "totalmente en la pintura" y disfrutar de su tierra en una "casita de madera" en Alhama. “Ya no me echa de aquí nadie. Moriré aquí", vaticina con sobriedad.

El pintor se muestra satisfecho, pero siempre quedan sueños por cumplir. En el presente, tiene casi lista una exposición sobre el vino en la comarca de Alhama que contará con más de 20 obras. Por otro lado, desvela que también está en marcha una colección de "desnudos de gente conocida" que estará integrada por "12 mujeres".

José María Martín respira la paz que le transmite su entorno en el campo, donde "no llega nadie" y disfruta de los paisajes que después puede inmortalizar en un lienzo que le empuja a seguir dando pinceladas a su futuro acompañado de su paleta.