La Guardia Civil destruye 1.558 armas depositadas en la Intervención de Armas y Explosivos
Cuando el titular deja de tener derecho a su tenencia y uso, la normativa establece que sean inutilizadas o destruidas
Anualmente, la Intervención de Armas de la Guardia Civil de Granada, una vez realizados los trámites pertinentes y cumplidos los plazos de depósito establecidos en la normativa vigente, procede a la destrucción de miles de armas que han sido intervenidas porque sus titulares han cesado en el derecho a la tenencia y uso de estas armas; o por tratarse de armas prohibidas o por haber sido utilizadas en la comisión de hechos delictivos.
Este año 2022, la Guardia Civil ha destruido 1.558 armas de fuego y armas blancas que estaban depositadas en las intervenciones de armas y explosivos de la Comandancia de Granada. Se han destruido 967 escopetas, 255 pistolas, 108 revólveres, 27 carabinas de aire comprimido, 61 rifles, 7 subfusiles, 7 armas prohibidas, 2 ballestas y 124 armas blancas. En el pasado año 2021 la Guardia Civil de Granada destruyó 1.954 armas.
La destrucción se ha realizado en una empresa de fundición ubicada en la localidad sevillana de Alcalá de Guadaira donde las armas de este año han sido reducidas a casi 3000 kilos de chatarra.
Control del acceso legal a las armas
El control de las armas y explosivos en España es competencia exclusiva del Estado y este control lo ejerce a través de la Guardia Civil por medio de las Intervenciones de Armas y Explosivos.
Las intervenciones de armas controlan el acceso legal a las armas, para lo cual el Reglamento vigente establece unos requisitos, entre los que se encuentran la carencia de antecedentes penales, así como la superación de pruebas teóricas y prácticas sobre su uso y manejo.
Asimismo, para evitar que un arma pueda ser utilizada indebidamente cuando el titular deje de tener derecho a su tenencia y uso, la normativa establece que sean inutilizadas o destruidas.
La inutilización de un arma, desde el año 2011, está regulada por una normativa muy severa, de tal modo que es sometida a un proceso que afecta a todas sus piezas fundamentales para que sea imposible volver a usarla.
Igualmente, la Guardia Civil, periódicamente, lleva a cabo la destrucción de armas de fuego y de armas blancas prohibidas. Algunas porque están implicadas en ilícitos penales o administrativos y otras, en cambio, porque sus titulares han cesado en el derecho a la tenencia y uso de estas armas.