Guardia Civil halla al agresor sexual de una menor con una nueva técnica de estudio criminológico
Los esfuerzos de los investigadores se centraron en las fotografías halladas y concretamente en el dorso de los dedos del adulto que aparecían en las mismas
La Guardia Civil, en el marco de la Operación Maricel, ha acusado a un individuo por un delito de abusos sexuales continuados tras el estudio criminológico de una fotografía en la que aparecían las manos del autor. Se trata de un hombre de 57 años de edad que administraba a la víctima un fármaco con un poderoso efecto sedante y somnífero para cometer los abusos.
La investigación se inició tras la denuncia de la madre de una menor en la que informaba a los agentes que, tras una limpieza general de su vivienda, en la provincia de Málaga, había encontrado unas fotografías en las que su hija aparecía desnuda y dormida, donde, además, se observaba el dorso de los dedos de la mano de una persona adulta.
Durante la investigación, y tras el reconocimiento forense de la menor, los agentes apreciaron que, pese a la gravedad de los hechos, la menor recordaba los hechos muy vagamente, lo que llevó al convencimiento de los investigadores de que el agresor drogaba a la niña con un medicamento con un poderoso efecto sedante y somnífero, hechos que fueron confirmados tras la investigación, sabiéndose también que el mismo fue suministrado de manera oculta y mezclado en las comidas de la menor.
La menor jamás le contó nada a su madre porque apenas recordaba lo sucedido. Además el agresor podía actuar con total impunidad debido a que la progenitora no se encontraba presente en la vivienda en los momentos en los que suministraba el fármaco y cometía los abusos sexuales, según han informado desde la Guardia Civil a través de un comunicado.
Los esfuerzos de los investigadores se centraron en las fotografías halladas y concretamente en el dorso de los dedos del adulto que aparecían en las mismas.
Los agentes se trasladaron a la prisión provincial de Jaén para entrevistarse con la pareja sentimental de la madre de la menor en el momento que ocurrieron los hechos, que se encontraba cumpliendo condena por otro delito distinto.
Tras la entrevista, los investigadores decidieron tomarle muestras de las manos de esta persona para cotejarlas con las halladas en las imágenes intervenidas, pese al grado de dificultad que entrañaba dicha operación debido a que nunca antes se habían cotejado muestras de los dorsos de los dedos de una mano.
Las citadas muestras obtenidas fueron remitidas al Departamento de Identificación del Servicio de Criminalística de la Guardia Civil en Madrid, donde sus especialistas certificaron de manera fehaciente que las articulaciones interfalángicas proximales de los dedos del sospechoso eran efectivamente las que aparecían en las fotografías, con lo que se cerró la acusación contra este individuo con la identificación positiva de la autoría del delito.
Debido a que el sospechoso se encuentra en prisión y ya tiene privada su libertad, los investigadores le han acusado en calidad de investigado no procediéndose a su detención por estos hechos.
Esta identificación supone un hito, ya que es la primera vez que ha sido posible la identificación fehaciente del autor de un delito contando para ello con muestras del dorso de la mano, abriendo nuevas posibilidades en la investigación científica de delitos.
La operación ha sido llevada a cabo por agentes pertenecientes al Equipo Mujer-Menor (Emume) de la Unidad Orgánica de Policía Judicial de la Comandancia de la Guardia Civil de Málaga, con el apoyo del Laboratorio de Criminalística de Málaga y el Servicio de Criminalística de la Guardia Civil.