Guardias civiles señalan que acusados del crimen de 'El Nata' coordinaron su huida vía telefónica
Esto se contradice con la versión ofrecida el primer día por el principal acusado
Los agentes de la Guardia Civil que analizaron los teléfonos móviles de los dos acusados del asesinato Natanael R.H., conocido como 'El Nata', que murió en mayo de 2014 en el Hospital Clínico de Granada después de que le dispararan en La Zubia (Granada) durante una operación de compra-venta de marihuana, han afirmado este miércoles que ambos "coordinaron" su huida después de lo sucedido precisamente por esa vía.
En la cuarta sesión del juicio con jurado que se celebra desde el pasado viernes en la Audiencia Provincial de Granada contra José Antonio O.A. y Gorka P.C., los agentes han señalado que uno de los procesados hizo uso de su teléfono justo después del disparo, para llamar a su pareja.
Esto se contradice con la versión ofrecida el primer día por el principal acusado, que sostuvo que la operación se frustró y que, en un momento dado, cuando se iba a entregar el dinero por la droga, tres encapuchados penetraron en el sótano en el que se encontraban, se identificaron como agentes de Policía Judicial, los ataron de manos con unas bridas y les robaron la marihuana, los 10.000 euros aproximados de la transacción, y sus teléfonos móviles.
Según los investigadores, los dos inculpados se "coordinaron" en la huida por vía telefónica ya fuera directamente o por medio de familiares o de su entorno, y actuaban por ello de "manera conjunta" después del crimen, según han informado a Europa Press fuentes del caso.
Asimismo, ha declarado otra de las vecinas de la calle Trevenque, donde se produjeron los hechos, y ha confirmado la teoría de que se produjo una fuerte discusión entre varias personas justo antes de una detonación, como ya hicieran este martes otros testigos.
Este jueves está previsto que comparezcan peritos de balística y médicos forenses, y el juicio podría quedar visto para veredicto este viernes.
Según consta en el escrito de acusación provisional de la Fiscalía, los hechos se remontan a las 2,35 horas del día 12 de mayo de 2014, en la Calle Trevenque, número 27 de la localidad de La Zubia (Granada).
Allí se había desplazado José Antonio O.A., acompañado de otros, donde le esperaba un grupo de personas entre las que se encontraba Natanael R.H., que entonces tenía 32 años, con el objetivo de comprar drogas. Pero, entonces, en la vivienda, donde había una plantación de marihuana, se inició una discusión por el pesaje y la pureza de las sustancias estupefacientes.
Al finalizar la discusión, el principal procesado salió al exterior acompañado de 'El Nata'. Entonces, el primero exhibió una pistola semiautomática del calibre 7,65 milímetros --que no ha sido encontrada y para la que no tenía licencia--, y disparó contra el rostro de su víctima "con evidente ánimo de acabar con su vida" y "sin darle a éste posibilidad alguna de defensa", ya que se encontraba desarmado y a escasa distancia.
El proyectil disparado por el acusado penetró en la zona malar izquierda de 'El Nata', causándole una herida que terminó por causarle la muerte a las 3,25 horas de ese mismo día. Tras ello, el inculpado emprendió la huida a bordo de un vehículo mientras que otra persona de las presentes trasladó al herido al hospital, donde el personal sanitario no pudo hacer nada por salvar su vida. El fallecido tenía una hija que hoy tiene cinco años con su pareja sentimental, además de otros dos hijos menores con una mujer anterior.
La Fiscalía sólo acusa a uno de los dos procesados, a José Antonio O.A., de 29 años, para el que reclama una condena de 22 años prisión por un posible delito de asesinato y otro de tenencia ilícita de armas, con la agravante de reincidencia. Por su parte, las acusaciones particulares, ejercidas por los letrados Soliman Ahmed, Alfonso de Rojas y Carlos Aránguez, reclaman para él una condena por los mismos delitos de hasta 23 años de prisión, pero piden que se considere coautor del crimen a un segundo, Gorka P.C., que se enfrenta a las mismas penas. Las defensas piden la libre absolución.