"Habría que evaluar qué edificios de Granada están en una situación de peligrosidad por incendios"
El código técnico de edificación de 2009 ya establece mejoras en el revestimiento de las viviendas, pero puede haber edificaciones anteriores que no utilicen materiales ignífugos
Tras el trágico incendio ocurrido en la tarde del jueves 22 de febrero en Campanar, Valencia, la ciudadanía mira con preocupación a sus viviendas preguntándose si un suceso tan sobrecogedor como este podría ocurrir en sus hogares o edificios. Luis Villar, del prestigioso estudio Mytaki Arquitectura y Diseño SLP, traslada tranquilidad y calma a los granadinos, asegurando que "tal y como se construye a día de hoy, tanto en Granada como en todo el territorio a nivel nacional, el código técnico de la edificación de 2009" ya contaba con mejoras en cuanto a los materiales utilizados para el revestimiento de las edificaciones.
En el incendio de Valencia, las primeras investigaciones señalan que la propagación del fuego se produjo de una forma tan voraz y rápida debido a que el exterior de los dos edificios afectados contaban en sus fachadas con dos láminas cubiertas de aluminio y poliuretano, un material altamente inflamable.
En el año 2017 ocurrió un incendio similar en la Torre de Grenfell, el fuego acabó con la totalidad de la estructura de 24 plantas y con la vida de 80 personas a consecuencia de la rápida propagación del fuego, ayudado por la baja calidad del revestimiento y provocando un efecto chimenea letal. "En 2009 se actualizaron cuestiones relativas a la seguridad en casos de incendios, específicamente a la propagación exterior. Ahí se modificaba ya la clase de materiales que debían llevar los sistemas constructivos de las fachadas. Esto se aceleró, además a nivel normativo en muchos países por la repercusión que tuvo el gran incendio de Londres", explica Luis Villar, que añade que "a día de hoy todos los materiales utilizados para la construcción de las fachadas deber tener calificación ignífuga".
Aunque los edificios de reciente edificación deben estar protegidos ante un posible incendio y son seguros, el arquitecto pide a las administraciones que aquellos que son anteriores a la nueva normativa, en primer lugar, "se debe catalogar cuáles son esas edificaciones que, efectivamente, se construyeron sin esta actualización de la normativa. Identificar cuáles son los edificios que pueden ocasionar un riesgo a su usuario y, por otro lado, tratar de que los propietarios de esas edificaciones acometan reformas para evitar este factor de peligrosidad. Habría que establecer un protocolo de actuación y evaluar qué edificios de Granada están en una situación de peligrosidad o no, cuáles no se adaptan a la normativa para hacer una intervención" y así evitar que el suceso de Valencia se repita.