Hacia Rutas Salvajes
Quién no ha querido alguna vez desaparecer… perderse para encontrarse con su verdadero y valiente YO, aunque la verdad que Alaska no sería una de mis opciones.
Chris MacCandless, un joven acomodado en la sociedad de clase media americana, decide tras graduarse alejarse de todo, vivir su Gran aventura, que no consiste en otra cosa que convertirse en un “cuero” (viajero a pie); En este viaje a través de América conoce otras vidas, con sus luces y sombras.
La primera vez que vi la película me quedé con un sabor de boca agridulce, ya que Chris o su alter ego “Alex Supertramp” rechaza cualquier conexión o dependencia emocional de otro ser humano, y realmente pensé: “Se cree que huyendo a los confines de la tierra se encontrará consigo mismo” pero después reflexionas y sí, claro que te encuentras, aunque como él mismo advierte:
“La felicidad solo es real cuando se comparte.”
Emile Hirsch - Christopher Mccandless
Hay varias formas de entender esta película, y todas ellas igualmente complejas, lo fácil es enfocarlo en la valentía de romper con todo, alejarse de lo que no nos gusta, pero creo que eso no es más que otra enseñanza de la sociedad capitalista de la que intenta huir; deshacerse de lo que ya no nos aporta nada, desechar unos vaqueros porque ya no están de moda… Valiente es cualquier decisión ya que ello conlleva un peaje que hay que pagar.
La historia de esta “road movie” atrae por sí misma pero la fotografía y la banda sonora (Eddie Vedder) son fundamentales; otorgan poder y expresión en momentos decisivos, culpable de ello es su director Sean Penn, mucho más conocido por sus trabajos como actor.
Alex Supertramp es un chico risueño, que a través de un diario nos adentra en lo especial de la supervivencia, buscar y encontrar ese hueco en el mundo, en concreto el abandonado bus 142, donde transcurre la parte más íntima del film, luchando contra sí mismo, sus decisiones, sus errores y su hambre… La naturaleza se encarga de que nos demos cuenta que en muchas ocasiones las cosas no salen como se espera, pero la naturaleza se abre paso siempre.
“Hay personas que creen no merecer el amor. Se suelen dirigir hacia los espacios vacíos, para así tapar las brechas del pasado.”
Emile Hirsch - Christopher Mccandless
Desaparecer, no para dañar a nadie (aunque sí que lo hace) sino para no dañarse a sí mismo; entender a Chris/Alex no es fácil, le atormenta la sociedad en la que crece y le atemoriza lo que le espera de seguir esa “ruta” encasillada y previsible… Por lo que se deshace de su vehículo, sus ahorros y su identidad para “nacer” como Alex Supertramp; Libre, libre de vivir como uno quiera, disfrutar y sufrir según a la naturaleza le apetezca…
Sinceramente creo que Chris no es más que un chico dispuesto a enfrentarse antes a la naturaleza y sus peligros que a una familia que no le comprende.
“Hay placer en los bosques sin senderos, hay éstasis en las costa solitarias. Ésta sociedad donde nadie se inmiscuye, junto al hondo mar y música en su rugir: No amo menos al hombre pero si más a la naturaleza”
-Lord Byron
[Mañana 8 de marzo Cineforum a las 21:00 en Sala Entresuelo (Granada) proyectaremos Lisbon Story de Wim Wenders]
Un artículo de Cineptos Zinescrúpulos