Hollywood se rinde a los pies de Lauren Bacall

Betty Joan Perske ya tiene un Oscar. La Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas al fin se rindió ante los encantos de la monumental actriz conocida mundialmente como Lauren Bacall y la premió con un Oscar a toda su carrera.

La que muchos consideran la elegancia hecha actiz recibió el Oscar a toda una carrera a sus 85 años y después de protagonizar más de 30 películas tras su sonado debut en 1944 junto a Humphrey Bogart en la mítica "Tener o no tener". Tan solo una vez estuvo nominada, fue hace relativamente poco en 1997 por "El amor tiene dos caras" una comedia romántica dirigida y protagonizada por otra diva, Barbra Streisand.

"No puedo creerlo. Por fin tengo al hombre", dijo emocionada con el Oscar al fin en sus curtidas pero siempre elegantes manos. Durante su discurso Bacall quiso agradecer el premio, que le entregó Angelica Huston, a todos los actores que han marcado su carrera. Entre ellos nombró a Gregory Peck, Kirk Douglas y, como no, a Bogart que fue su esposo desde 1945 hasta su muerte en 1957. "Me dio una vida y cambió mi existencia", proclamó.

Y aunque es sin duda justo, el de Bacall, al igual que el de los otros dos homenajeados (el realizador Roger Corman, de 83 años y el director de fotografía Gordon Willis, de 78), es un Oscar sin condimentos, deslucido por esa nueva modalidad llamada Governors Awards en la que Hollywood honra a las figuras de antaño pero casi en secreto, a escondidas, sin alfombra roja ni audiencias millonarias. En definitiva, sin la gloria que merecen sus viejas glorias.

Y eso a pesar de que en la cena estuvieron estrellas de la talla de Steven Spielberg, George Lucas, Kirk Douglas, Morgan Freeman, Quentin Tarantino o Tom Hanks. En todo caso, y ante las críticas recibidas, desde la Academia estadounidense aseguran que Bacall y el resto de premiados tendrán su mención en la gran gala que se celebrará el próximo 7 de marzo en el Kodak Theatre de Los Angeles.