Homesley enseña al Covirán la importancia del triple (82-97)
El 4 de 22 desde el tiro exterior acaba condicionando a un conjunto rojinegro obligado a jugar a remolque todo el encuentro
Nuevo año, mismos resultados. El Covirán Granada no ha logrado este domingo comenzar el 2025 con buen pie tras caer ante Gran Canaria por 82 a 97. Los claretianos cosecharon un su primer triunfo en el Palacio, una victoria vital para su objetivo de ser cabezas de serie en la Copa del Rey en la que actuarán como anfitriones.
Aun con la derrota, lo cierto es que algunos de los propósitos para el nuevo año se han cumplido. Los rojinegros pueden tomar como aspecto positivo el hecho de que los apagones ofensivos, por el momento, han quedado en el pasado. No tanto sus problemas desde el tiro exterior. El arranque del encuentro se firmó con cierta igualdad sobre el parqué. Hasta el ecuador del primer acto, el luminoso mostraba un diferencia mínima de un punto entre rojinegros y canarios, pero la efectividad de los visitantes desde el triple fue aumentando poco a poco una renta que no se lograría enmendar. Los de Jaka Lakovic encontraron un pozo de fortuna en las esquinas, mientras que los de Pablo Pin trataban de cambiar un primer periodo espeso tanto en en defensa como en ataque que los dejó con ocho puntos abajo al término del mismo. Diferencia que podría haber sido mayor de no ser por los seis puntos consecutivos de Rubén Guerrero (16-24).
Hasta doce minutos de juego tuvieron que transcurrir para que el Covirán Granada anotase su primer triple. Tras un parcial de inicio de 2 a 5 para Gran Canaria que colocaba el 18 a 31, Gian Clavell firmó la primera canasta de tres puntos tras ocho intentos. La entrada en pista de Jonathan Rousselle y Jacob Wiley aportó cierta energía y garra a un Covirán Granada que retomó su versión más aguerrida para, con un parcial de 7 a 0, dar algunos pasos hacia la remontada. Paró el encuentro Jaka Lakovic, pero los locales había encontrado su mejor versión. Minutos brillantes de los rojinegros que al fin lograron levantar a un Palacio claramente adormilado e impasible con lo que ocurría en la pista. Tras tres robos consecutivos que sirvieron para situarse a tan solo un punto, Rousselle tuvo que mirar a la grada con los ojos inyectados en rabia para rascar una mínima reacción en su afición. El sobreesfuerzo para consumar la remontada dejó casi sin energía a un Covirán Granada que se marchó a vestuarios con siete puntos de diferencia (38-45).
Demasiadas cosas por mejorar si se quería tener opciones de victoria. Entrados al tercer acto, los de Pablo Pin reanudaron la marcha demasiado tarde. Dos minutos de absoluta impasividad y desacierto en el ataque permitieron a los canarios sumar un parcial de 0 a 8 para el 38 a 53. Pin se vio obligado a detener el juego para recordarle a sus jugadores que el partido ya había comenzado. La reprimenda surtió efecto. Parcial de 6 a 0 para reengancharse a a un tercer cuarto de idas y venidas y de continuos intentos desde el triple que siempre fueron escupidos por el aro. Tan solo Jonathan Rousselle fue capaz de romper el maleficio en el juego exterior con un triple que dejaba un balance de 3/17 al término del tercer cuarto. Mientras tanto, la intensidad que los rojinegros querían dotar a su defensa, presionando desde la salida el balón, les jugó malas pasadas al no controlar el balance defensivo. Unos despistes que dieron alas a un Conditt afincado en la zona y que pretendía poner su nombre en la canasta del Zaidín. Mate tras mate, los claretianos mantuvieron su ventaja sin excesivos esfuerzos (61-70).
Para los últimos diez minutos solo quedaba dejarse el alma. Como si de un partido completamente nuevo se tratase, el Covirán resurgió como el ave fénix que luce en su pecho. Un parcial de 7-0 de la mano de Jacob Wiley y un triple de Sergi García pusieron el 68 a 71 que obligó a Lakovic a para el encuentro. Tan solo habían transcurrido dos minutos del último periodo por lo que el trabajo aun no estaba ni cerca de terminar. Con la ilusión por las nubes, Gran Canaria demostró porqué el triple es extremadamente necesario en el baloncesto. Cinco triples consecutivos, cuatro de ellos de Homesley, apagaron cualquier ápice de remontada. 72 a 86 y todo el trabajo tirado por la borda en un instante. Homesley se fue hasta los 17 puntos consecutivos en una demostración magistral de calidad individual. Mientras, el Palacio comenzó a vaciarse poco a poco, conscientes de que el partido ya estaba perdido. Así acabó siendo. 82 a 97 y cuarta derrota consecutiva para un Covirán Granada que necesita urgentemente mejorar sus porcentajes en el triple para poder competir en la ACB.
Ficha del partido:
Covirán Granada: Rousselle, Valtonen, Ubal, Wiley, Noua - quinteto inicial - Vicedo, García, Guerrero, Aurrecoechea, Clavell, Bamforth, Tomàs
Dreamland Gran Canaria: Brussino, Alocén, Pelos, Tobey, Thomasson - quinteto inicial - Conditt, Homesley, Salvó, Gordon, Ngouama, Diop
Parciales: 16-24; 22-21 - descanso - 23-25; 21-27
Árbitros: Óscar Perea, Luis Miguel Castillo y Roberto Lucas Martínez
Incidencias: partido correspondiente a la Jornada 15 de la ACB disputado en el Palacio de Deportes el domingo 5 de enero a las 12:30 horas.
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