Honor y gloria para un Covirán que cumple sumando un triunfo que sabe a salvación (77-84)

Un tercer cuarto brillante y la capacidad de saber manejar la ventaja permite a los rojinegros mirar a la última jornada con todas las posibilidades abiertas

RS558697__02
Mate final de David Kramer ante Casademont Zaragoza | Foto: ACB Photo
Ainoa Morano
0

Agónico y balsámico triunfo de un Covirán Granada que aprendió de los errores tantas veces cometidos. Todas las derrotas cosechadas en los últimos instantes ha sido vengadas este viernes al poder mantener la ventaja conseguida tras un tercer cuarto brillante. Los rojinegros cumplen para, un año más, tratar de conseguir la permanencia ante su público.

Los nervios y la responsabilidad de saber que el encuentro de este viernes era decisivo para la continuidad del Covirán en la ACB hizo que los rojinegros tardasen más de lo esperado en encontrar su mejor juego. Precipitaciones y errores ofensivos, algunos incomprensibles y otros por cosas del azar, hicieron que los granadinos no se viesen por delante en el marcador en ningún momento. Arrancó Zaragoza sin demasiada intensidad, pero con un acierto exterior que ponía poco a poco tierra de por medio en el luminoso. La salida de Felicio, que acumuló dos faltas en los primeros minutos de juego y la entrada de Malik Dimé aportó cierta mejoría al juego colectivo. El Covirán basó gran parte de sus esfuerzos en sumar desde el triple. Aunque los lanzamientos eran en su mayoría liberados, la fortuna no quiso que los de Pablo Pin sumasen de tres en tres. A pesar del evidente bajo porcentaje en triples, con 1 de 10 en el primer periodo, el Covirán lograba mantenerse en el partido encontrando huecos imposibles en la zona y algún 2+1 aprovechado desde la línea de personal (21-19).

La consistencia esperada y el “querer más la victoria que el rival” estaba lejos de hacerse realidad. Los rojinegros marcharon a remolque durante toda la primera mitad, mientras que Casademont Zaragoza, sin un juego brillante, lograba colocar en los primeros minutos del segundo periodo un 30 a 24 que llevó a Pablo Pin a parar el encuentro. Jugando a la goma, entre los siete y nueve puntos de distancia, los granadinos no hallaban la solvencia ofensiva que otras tantas veces ha lucido. Santiago Yusta volvió a ser el verdugo del Covirán con unos minutos brillantes en anotación, un dominio que, tras probar todas las combinaciones posibles en pista, el Covirán logró frenar con un quinteto más físico, pero menos anotador desde la línea exterior. Llegó a colocar el 37 a 35 con un parcial de 0 a 7 para los rojinegros, pero la facilidad para penetrar de los maños y un triple de Smith dejó a Covirán seis puntos abajo al descanso (46-40).

Las sensaciones no eran las mejores. No se veía a un Covirán capaz de darle la vuelta al marcador, al menos si seguía como en la primera mitad. Pasado el entreacto, los rojinegros aparecieron en la pista del Príncipe Felipe como una apisonadora. Un primer triple de Kwan Cheatham contestó a la canasta con la que los maños abrieron el parcial. Desde ese momento, David Kramer tomó el timón del barco rojinegro para fraguar una remontada que, a pesar de las continuas faltas pitadas en contra, llegó a ser efectivo con un parcial de 6 a 16 que ponía el 52 a 56. Por primera vez en el encuentro, el Covirán se veía por delante en el marcador. Llegaba el momento de llevar el partido a su terreno y saber manejar las distancias, esas que tantas veces se han dejado marchar. Casademont Zaragoza no se dejó ir y aupado por la entrada demasiado temprana en bonus de los granadinos sumó unos puntos que volvieron a dejar el encuentro en una pequeña orquilla de puntos. Tuvo varias ocasiones el Covirán para aumentar su renta, pero las ocasiones se esfumaban entre fallos y faltas en contra que daban a los de Fisac la posibilidad de darle la vuelta al marcador solo anotando desde la línea de personal, una ventaja que los de Pin supieron resistir para mirar a los últimos minutos con cierta ventaja y optimismo (62-65).

Arrancó el último periodo con hasta cuatro ataques consecutivos de Covirán que acabaron en nada. Una y otra vez el esférico rozaba el hierro para acabar saliéndose. Por fortuna, Zaragoza tampoco encontraba su acierto, dejando el marcador estático hasta dos minutos. Los rojinegros quitaron el tapón de su canasta con un gran mate de Jacob Wiley que ponía el 62 a 67 en el luminoso. Tras unos minutos de correcalles, un triple de Cheatham volvió a dar algo de aire al Covirán, mientras que una técnica a Porfi Fisac por protestar permitió a los rojinegros tomar una confianza más que necesaria para afrontar unos frenéticos minutos finales. La ventaja para los visitantes llegó al +7 en un ejercicio de concentración digno de la finalísima que se vivía en el Príncipe Felipe. Zaragoza subió la intensidad de su juego, pero pasó la barrera cometiendo continuas faltas que los metieron en bonus a falta de cuatro minutos. En el mejor momento de los granadinos, dos buenas acciones de los locales o dos fallos de los visitantes, pusieron el 74 a 76 con el que Pablo Pin paró el partido. No se podía dudar, no se podían cometer fallos. Restaban dos minutos y había que dejarse la piel. Solo valía la victoria. De tiro libre en tiro libre, el Covirán mantuvo una mínima ventaja en el marcador que tendría que sostener en los últimos segundos. Esas ventajas que tantas veces se había escapado. Esas derrotas por la mínima, al fin quedaron atrás. El Covirán resistió las situaciones que tantas veces lo han perjudicado para sumar un triunfo vital, un triunfo que ha gritado toda la ciudad, un triunfo que permite que el domingo todo esté abierto para conseguir la permanencia. Solo una más.

Ficha del partido:

Casademont Zaragoza: Bell-Haynes, González, Smith, Sulejmanovic, Watt - quinteto inicial - Yusta, Kravic, McFadden, Delany, Langarita, Cuevas, Andronikashvili.

Covirán Granada: Felicio, Cheatham, Valtonen, Costa, Kramer - quinteto inicial - Dimé, Rousselle, Bamforth, Díaz, Tomás, Iriarte, Wiley

Parciales: 21-19; 25-21 -descanso- 14-23; 15-19

Árbitros: Óscar Perea, Juan de Dios Oyón y Yasmina Alcaraz

Incidencias: partido correspondiente a la jornada 33 de la Liga Endesa disputado en el pabellón Príncipe Felipe.