El Hospital Vithas Granada acoge un curso dirigido a traumatólogos sobre patología avanzada de rodilla

Más de 50 especialistas de talla nacional e internacional han participado en esta jornada que ha constado de una parte teórica y otra práctica

curso dirigido a traumatólogos Hospital Vithas Granada
José Luis Salcedo, gerente del Hospital Vithas Granada, y el doctor José Luis Martín Alguacil, especialista en Traumatología y Cirugía Ortopédica, inauguran el curso | Foto: Gabinete
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La Sociedad Andaluza de Traumatología y Ortopedia (SATO) ha realizado en el Hospital Vithas Granada un curso de patología avanzada de rodilla en una jornada que ha abordado las últimas novedades en esta área, haciendo hincapié en las técnicas más innovadoras desarrolladas para el tratamiento y mejora de calidad de vida de los pacientes que sufren lesiones en estas articulaciones.

Este curso, dirigido a especialistas en Traumatología, ha recibido a más de 50 profesionales reconocidos nacional e internacionalmente en su campo.

La jornada se ha dividido en dos partes. Una primera teórica, destinada a conocer y resolver las dudas de los avances de la tecnología en este campo, que se ha desarrollado en el Aula Vithas de este hospital ubicado en Granada. La segunda ha sido una parte práctica sobre cadáver, en la que los especialistas se han desplazado a la Facultad de Medicina de la Universidad de Granada y allí han podido estudiar nuevas técnicas y herramientas, que incluyen la aplicación de la realidad virtual o la cirugía robótica.

El doctor José Luis Martín Alguacil, especialista en Traumatología y Cirugía Ortopédica en el Hospital Vithas Granada, ha valorado muy positivamente el contenido del curso, “con charlas sobre la últimas técnicas y avances quirúrgicos en cirugía de rodilla, especialmente los referentes a la inteligencia artificial”.

En los últimos años, se han producido avances tecnológicos en este tipo de cirugía que facilitan la implantación de prótesis y mejoran la precisión del especialista, incorporando herramientas más precisas que facilitan una recuperación del paciente más rápida y una menor exposición quirúrgica, lo que resulta en una menor afectación de las partes blandas y menores resecciones óseas, además de que el uso de este tipo de avances supone una menor exposición de los tejidos blandos, mayor control del dolor postoperatorio, una estancia hospitalaria más corta, una mejor reincorporación a las actividades diarias y una sensación más natural de la prótesis de rodilla.

Se trata de ventajas significativas para el paciente, pero que también suponen un importante beneficio para el traumatólogo, que consigue una mayor precisión en la colocación de implantes y una adecuada monitorización del procedimiento.