La hostelería de Granada, "con incertidumbre" y "arruinada"
Los bares, restaurantes y cafeterías de la capital están pendientes de un posible nuevo cierre a partir del sábado ya que la tasa de incidencia en la capital se acerca a los 1.0000 casos por cada 100.000 habitantes en 14 días
La situación de la hostelería en Granada es muy complicada y podría empeorar más en los próximos días ya que la capital está al límite de que se produzca un nuevo cierre de la actividad no esencial. La tasa de incidencia en Granada capital es este martes ha bajado a 856,8 casos por cada 100.000 habitantes en los últimos 14 días, pero sigue muy cerca de alcanzar los mil casos, lo que supondría el cierre de bares, restaurantes y cafeterías, entre otros negocios de actividades no esencial. Los dueños y trabajadores de estos negocios viven la situación “con incertidumbre” y aseguran que si tienen que echa la persiana de nuevo provocaría “el cierre total” de muchos de ellos. En el vídeo que acompaña a esta noticia, disponible en nuestro canal de Youtube, nos cuentan la situación.
En la zona de plaza Bib-Rambla el ambiente este martes por la mañana era tranquilo. Algunos granadinos desayunaban en algunas terrazas, mientras otras estaban vacías. El cierre perimetral que afecta a Granada capital se nota estos días. Esta es, de momento, la medida restrictiva de la Junta de Andalucía que afecta a la ciudad granadina para detener el avance de la tercera ola del Covid-19. Esta medida afecta de forma directa, una vez más, a los negocios de hostelería, que han visto reducido el número de clientes. Además, los bares y restaurantes tienen horario limitado y solo pueden abrir hasta las 18:00 horas. Las cafeterías, en cambio, pueden cerrar a las 20:00 horas. También tienen aforo reducido y no pueden servir en barra.
La situación es complicada ya que después del cierre que sufrieron antes de la Navidad y de la “nefasta” campaña navideña que no permitió salvar el “pésimo año”, las restricciones continúan y podrían ser más duras. “Estamos subsistiendo como podemos”, asegura a GranadaDigital Paco Espinar, propietario de Casa Julio, en la céntrica plaza Bib-Rambla. “Con la movilidad restringida, el aforo reducido y un horario muy limitado estamos asustados por lo que pueda venir. Esto es insostenible. Estamos subsistiendo con media jornada, pagando impuestos por jornadas completas. El personal tampoco supone un gasto grande si se está abierto al 100%. También pagamos otros impuestos y no tenemos ayudas. Es un caos y estamos asustados por lo que pueda pasar. Si nos vamos a los mil casos, nos cierran. No sabemos si preparar comida o no, si cerramos o no. Está destrozada toda la hostelería de Granada”, asegura.
En el restaurante Mediterranean Taste, también en plaza Bib-Rambla, la situación es parecida. Vicente Ballesteros, uno de los empleados, cuenta que han sufrido “un bajón grandísimo” de clientes, lo que ha provocado que otro restaurante que tenían en calle Navas haya tenido que echar la persiana. “Allí hemos dejado de abrir, está la cosa ‘jodida’. Al no haber turismo, casi todos los bares han cerrado o abren para el desayuno y mediodía y a las 16:00 horas cierran. En Bib-Rambla sí hay un poquito más de clientes”, comenta. Un nuevo cierre si Granada supera la ‘tasa mil’ sería “fatal”, indica Vicente. “Con todo lo que llevamos, sería ya una ruina total”, apostilla.
Cerca de Bib-Rambla, en la plaza de la Pescadería, algunos bares se encuentran cerrados, mientras otros ofrecen los desayunos a sus clientes, como es el caso del restaurante Oliver. José Manuel Palma, empleado del mismo, cuenta que están recibiendo “sobre un 50-60%” de clientes. “Está viniendo gente y está bastante bien”, indica. Sin embargo, asegura que si se tiene que producir un nuevo cierre sería “fatal”. “Espero que no volvamos a tener que cerrar, porque de momento vamos bien”, apunta.
En la plaza de la Romanilla, una zona en la que los granadinos pueden disfrutar al sol tomando un café, un refresco o una cerveza en los bares también se nota menos clientela este martes. Y los dueños de los negocios viven también con incertidumbre la situación. “Estamos día a día esperando a ver lo que deciden. No sabemos si recargar comida y bebida porque, como de un día para otro cambia la situación, no nos atrevemos a desembolsar dinero para que luego tengamos que tirarlo a la basura y como no nos ayudan, esa incertidumbre la tenemos”, afirma Jose Padilla, el dueño del restaurante Giardinos.
Un nuevo cierre en los próximos días si Granada supera la ‘tasa mil’ supondría que “muchas empresas caerían”, asegura Jose Padilla, quien lamenta que no se pongan “otras soluciones” y “lo único con lo que se ceban es con la hostelería”. “No tenemos la culpa de lo que está pasando y se están cebando con nuestro sector. No está demostrado que aquí haya contagios. La situación la tendrían que controlarla en los pisos de estudiantes, sobre todo. Después del cierre de bares, la gente se reúne en pisos, hacen botellones, por lo que yo escucho. Y por una culpa que no es nuestra, nos van a volver a cerrar seguramente porque día tras día va aumentado la tasa un poco más”, añade Jose Padilla.
Febrero no ha hecho más que empezar y podría empeorar la situación de los negocios de hostelería en Granada si los contagios de Covid-19 siguen en aumento. Tomas Foulon, empleado del restaurante Romanilla 10, recuerda que este siempre es un mes complicado, pero este año “se nota más la diferencia porque no hay gente que venga de otras ciudades, ni turismo”. Esto ha provocado que en restaurantes como el suyo se haya producido una reducción de personal. Los dueños de los establecimientos están pendientes de la evolución del Covid-19 en la ciudad en este inicio de mes para saber cómo lo afrontan y si tendrán que cerrar o no sus puertas en los próximos días.