HRW urge a los gobiernos regionales a presionar a Maduro para responder a la crisis humanitaria en Venezuela
HRW ha explicado que el Gabinete de Maduro primero negó el desabastecimiento de productos básicos y después lo achacó a la supuesta "guerra económica" lanzada por la derecha nacional con el apoyo de potencias extranjeras
Human Rights Watch (HRW) ha denunciado que la falta de medicamentos y comida en Venezuela ha alcanzado la categoría de "crisis humanitaria" y el Gobierno, en lugar de dar una respuesta efectiva, ha aumentado la represión, por lo que la ONG ha urgido a los países vecinos a aumentar la presión sobre el Ejecutivo de Nicolás Maduro para que atienda las necesidades básicas de los venezolanos.
"El Gobierno de Venezuela ha demostrado más vigor para negar la existencia de una crisis humanitaria que en trabajar para resolverla, lo cual ha contribuido al sufrimiento de muchos venezolanos que luchan cada día para acceder a una atención sanitaria básica y una nutrición adecuada", ha dicho el director para las Américas de HRW, José Miguel Vivanco.
HRW ha explicado que el Gabinete de Maduro primero negó el desabastecimiento de productos básicos y después lo achacó a la supuesta "guerra económica" lanzada por la derecha nacional con el apoyo de potencias extranjeras, aunque "no ha proporcionado ni una prueba que sustente estas acusaciones".
"La narrativa gubernamental de la 'guerra económica' ha proporcionado una razón para usar tácticas autoritarias para intimidar y castigar a los críticos", ha afirmado HRW. Así, ha amenazado a los profesionales sanitarios que han denunciado la precaria situación en los hospitales con degradarles y a las ONG con cortar la financiación internacional.
"Y ha respondido tanto a las manifestaciones programadas como a las espontáneas por el desabastecimiento con palizas, detenciones e injustificables prohibiciones de las protestas", ha detallado la organización humanitaria en un comunicado.
HRW ha urgido "al Gobierno venezolano a dar pasos inmediatos para articular políticas efectivas para abordar la crisis, incluida la búsqueda de ayuda humanitaria internacional". Sin embargo, ha considerado que "sin una fuerte presión internacional, en particular de la región, la Administración de Maduro podría fracasar en hacer lo necesario".
Por ello, ha pedido a la Organización de Estados Americanos (OEA) que se mantenga vigilante "hasta que el Gobierno venezolano muestre resultados en su respuesta a las crisis humanitaria y política" y a las agencias humanitarias de Naciones Unidas que publiquen estudios independientes sobre la gravedad del problema y aporten soluciones.
SIN MEDICAMENTOS
HRW entrevistó a más de un centenar de personas el pasado mes de junio en Caracas y seis estados --Lara, Zulia, Aragua, Táchira, Carabobo y Trujillo-- y visitó ocho hospitales públicos, un ambulatorio en la frontera con Colombia, una fundación sanitaria para constatar la crisis venezolana.
"La falta de medicamentos básicos y de otros suministros médicos cruciales han provocado un grave deterioro en la calidad y seguridad de la atención sanitaria en los últimos dos años", ha aseverado la ONG estadounidense.
Según un estudio elaborado en agosto entre más de 200 médicos, el 76 por ciento de los hospitales públicos carece de los insumos necesarios para su funcionamiento normal, tales como antibióticos o anestésicos e incluso gasas y guantes esterilizados.
Por su parte, enfermos de cáncer, diabetes, hipertensión o epilepsia han denunciado problemas para encontrar medicamentos. "No están disponibles ni en farmacias públicas ni privadas; son prohibitivamente caros comprarlos en el exterior; o no hay o son demasiado costosos en el mercado negro", ha apostillado HRW.
"La angustia y la incertidumbre son una pesadilla diaria", dice la madre de una niña de 9 años con diabetes. La mortalidad infantil es un 45 por ciento mayor que en 2013, de acuerdo con datos del Ministerio de Sanidad venezolano.
LARGAS COLAS
Además, ya es habitual ver largas colas a las puertas de los supermercados el día que llegan suministros, dadas las "crecientes dificultades para conseguir una nutrición adecuada", particularmente en las clases media y baja, que dependen del control de precios.
"Las personas que hacen cola esperan para comprar productos como arroz, pasta, harina, pañales o papel higiénico, pero muchas veces los supermercados se quedan sin stock antes de que todo el mundo haya quedado servido", ha contado HRW.
De acuerdo con un estudio realizado en 2015 por grupos independientes y dos importantes universidades venezolanas, el 87 por ciento de los 1.488 interrogados en 21 ciudades, la mayoría de clase bajo, admitieron que tienen problemas para comprar comida. "El 12 por ciento dijo que solo comía una o dos veces al día", ha subrayado.
HRW ha recalcado asimismo que expertos en salud pública han vinculado la inseguridad alimentaria en diferentes países latinoamericanos a problemas físicos y psicológicos en adultos y un menor crecimiento y desarrollo social y cognitivo en niños.