Vídeo | Inagra homenajea a catorce trabajadores por una vida dedicada al cuidado de Granada

El Ayuntamiento y el Servicio de Limpieza reconocen la incansable labor de estas personas ahora que alcanzan la ansiada jubilación

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Homenaje a los catorce empleados en el Salón de Plenos del Consistorio | Foto y vídeo: Celia Pérez
Ainoa Morano
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Toda una vida de trabajo siempre tiene su reconocimiento. Inagra homenajeó en la mañana de este lunes a catorce de sus trabajadores que en este 2023 han llegado a, para muchos, la ansiada jubilación. El Salón de Plenos del Ayuntamiento de Granada acogió esta ceremonia tan especial en la que el Consistorio y el Servicio de Limpieza pusieron en valor la incansable labor de estos trabajadores para mantener la ciudad en perfectas condiciones. Durante el acto, presidido por la alcaldesa de Granada, Marifrán Carazo; el director general de Inagra, Pablo García y la concejala de Limpieza Viaria, Ana Sánchez, la emoción acaparó toda la sala con ese recuerdo a toda una vida de dedicación a Granada.

Pablo García detalló que este acto es considerado por Inagra como "un detalle y, sobre todo, un aspecto a mejorar porque es el reconocimiento a los trabajadores y para nosotros es muy importante que se sepa todo el trabajo que se hace por Granada. Esto es un gran reconocimiento a todos los trabajadores que han pasado por la historia de la empresa y que han visto como Granada ha crecido y cómo sigue cuidada".

Catorce trabajadores que, entre todos, suman 426 años de servicio a Inagra. Ejemplo de ello son Manuel Pérez Carrasco y Manuel Contreras Blanco con 42 años de trabajo a sus espaldas y que, por fin, comienzan una nueva etapa en la que "ya se puede aprovechar para hacer esas cosas que por los horarios o el trabajo en sí no se han podido hacer o disfrutar", como expresó la propia alcaldesa durante el homenaje. Al igual que ellos; Antonio Ruiz Pérez, Manuel Ramírez, Antonio Ramón Fajardo, José Ocete, Julián Sanjuan, Leovigildo Megías, José Francisco Raya, Rafael López García, Alejandro Caballero, José García y José Miguel Linares estuvieron presentes en el Ayuntamiento de Granada para recibir todo el agradecimiento por una vida de dedicación a Granada, trabajando desde peones de limpieza a conductores y mecánicos, todos ellos son historia viva de Inagra.

El punto de mayor emoción de este acto se produjo con la mención a Serapio Cuenca Ortuño, trabajador del servicio de limpieza que operaba en el Albayzín, con 31 años de trabajo a sus espaldas en Inagra y que falleció hace tan solo unos meses. La empresa no quiso dejar a Serapio en el olvido por lo que ha invitado a su hija al acto para que sea ella quien recoja la carta y el obsequio entregado a todos los trabajadores, un pequeño gesto que engrandece a Inagra y que quedará para siempre en el recuerdo de sus familiares.

Cada uno de los homenajeados cuenta con una bonita historia a sus espaldas. Ejemplo de ello es Manuel Pérez. Este extremeño se mudó a Granada con tan solo 23 años, con 5.000 pesetas en su bolsillo y la habitación de una pensión como su único hogar. Gracias a su entrada en Inagra, pudo "crear una familia con dos hijos y comprar un piso, sobre todo, por sus condiciones de trabajo tan dignas. Solo puedo tener recuerdos buenos de esta empresa porque me permitió tener mi hogar y mi familia".

Tantos años de dedicación a la ciudad deja grandes recuerdos en la memoria de los trece trabajadores allí presentes, aunque la mayoría al ser preguntados por su mejor recuerdo siempre aluden a sus compañeros y los momentos junto a ellos. "Han sido muchas noches de trabajo con ellos", expreso uno de los homenajeados. José Ocete, tremendamente ovacionado al acudir a recoger su reconocimiento, aseguró que, aunque en todo trabajo hay cosas buenas y malas, "aquí en Inagra la balanza se decanta por las buenas. Yo he cumplido mi objetivo que era llegar con salud a la jubilación y creo que he hecho un buen trabajo por la empresa y por Granada". Además, Ocete destacó que podía marcharse "contento", especialmente porque "ya hay también mujeres que es algo que hemos echado mucho de menos durante mucho tiempo, ellas también tenían derecho a entrar en Inagra".