"El mayor riesgo de incendios en viviendas con aparatos de calefacción se da con los braseros eléctricos"
Desde Bomberos Granada también aclaran que si se usa una estufa de gas, la estancia debe estar ventilada en todo momento para evitar intoxicaciones
Se aproxima el invierno y con él las temperaturas extremadamente bajas. Mucha gente recurre a las chimeneas, braseros eléctricos o estufas de gas para calentarse, sin embargo, se deben extremar las precauciones a la hora de usar estos aparatos porque pueden producir incendios sin que el usuario se dé cuenta. Durante las últimas semanas, se ha producido en la provincia de Granada una ola de incendios en viviendas originados por estufas o chimeneas, como el sucedido en la capital granadina el pasado 1 de diciembre. Gustavo Molino, jefe de Bomberos de Granada, aclara a GranadaDigital a qué se debe este tipo de incendios, y destaca medidas a adoptar para tener precaución y evitarlos.
"El mayor riesgo de incendios en viviendas con aparatos de calefacción se da con los braseros eléctricos. Tienen una resistencia que da calor y están cubiertos por una simple protección metálica. Cualquier elemento que entre en contacto con ella se puede prender", afirma Molino.
La gente es dada a colocar en su hogar durante estas fechas la mesa camilla, de modo que la mantelería de la mesa queda muy próxima al punto de calor como la estufa o el brasero, por lo que cualquier despiste puede ocasionar que la tela entre en contacto con el aparato y se origine el fuego. "Suelen ocasionarse por descuidos como una corriente de aire o que algún animal de compañía acerque la ropa al punto de calor", dice el jefe de Bomberos.
Respecto a las estufas de gas, Molino deja claro que son las que menos problemas dan en cuanto a incendios. Sin embargo, dado que requieren oxígeno para que la combustión sea buena, se debe mantener la estancia mínimamente ventilada en todo momento para evitar intoxicaciones por monóxido de carbono. "Si estamos en una habitación con todo cerrado herméticamente porque así lo consideramos para que no entre frío, lo que se consigue es que el ambiente se cargue mucho de monóxido de carbono y esto es peligroso para la salud", asegura Molino.
Si la estancia no está aireada, se puede producir la llamada 'muerte dulce', aquella en la que la persona se queda dormida sin darse cuenta y acaba falleciendo intoxicada.
El jefe de Bomberos de Granada recomienda seguir unas pautas para evitar estos incendios y que la vida de las personas no corra peligro: "Las estufas de gas deben situarse en una estancia ventilada y continuamente vigilada. No debemos dejar una estufa de gas sola e irnos a dormir. En chimeneas se debe hacer un mantenimiento del cañón una vez al año o cada dos años, en función del uso. Los materiales se quedan adheridos al tubo y pueden volver a entrar en combustión".
Por otro lado, hay fuegos que no siempre se originan por un despiste de la persona, sino por la antigüedad de la vivienda. "En muchas ocasiones, las viviendas con muchos años tienen una estructura de madera y el tubo de la chimenea no está aislado, por lo que puede provocar incendios en el resto de la estructura, como el que se produjo ayer en Chauchina".
Molino concluye con los braseros eléctricos: "Mi consejo es sustituirlos por radiadores de aceite dado que no tienen un punto directo de calor y tienen un termostato que apaga el aparato cuando se alcanza la temperatura deseada. Es mucho más seguro".
Los aparatos eléctricos relacionados con la calefacción son grandes aliados para combatir las bajas temperaturas que se dan en el periodo invernal, y más en Granada, ciudad a los pies de Sierra Nevada. Para usar con total seguridad estos electrodomésticos se deben seguir unas pautas y mantenerlos vigilados en todo momento.