Incertidumbre entre el profesorado ante una vuelta al cole marcada por la Ley Celaá
Los docentes lamentan los continuos cambios de leyes educativas y reconocen que este curso deberán "hacer programaciones nuevas y cambiar su forma de evaluar"
Se acabaron oficialmente las vacaciones de verano, los más pequeños regresan este lunes a las aulas y, junto a ellos, también lo harán maestros y profesores. A las puertas de los centros educativos se verán caras de nervios por iniciar un nuevo curso escolar, de alegría por reencontrase con esos compañeros a los que no se ve desde hace meses y seguro alguna que otra lágrima. Sin embargo, dentro de las aulas estará esperando un profesorado lleno de "incertidumbre" ante el inicio de un curso marcado por los cambios que trae consigo la conocida como Ley Celaá.
La nueva Ley de Educación, LOMLOE, fue aprobada en diciembre de 2020 y, aunque entró en vigor en enero de 2021, no ha sido hasta este año cuando se han ido incorporando las modificaciones planteadas a través de los reales decretos. Para este curso escolar, los cambios se implantarán en los cursos impares de cada ciclo, lo viene a ser, 1º, 3º y 5º de Primaria, 1º y 3º de la ESO y 1º de Bachillerato. Será ya en 2023 cuando los cursos pares adopte la nueva norma educativa.
El problema para el profesorado surge a raíz del momento en el que se conocieron dichas modificaciones. "Nos comunicaron los cambios en junio, justo con las vacaciones de verano, momento en el que obviamente todo el mundo se va y, como es lógico, no apetece ponerse a estudiar una nueva ley", explica un grupo de profesores de francés.
Con la llegada de septiembre, los docentes vieron como en tiempo récord debía prepararse una programación prácticamente nueva para impartir sus clases. "Ahora tenemos que hacer programaciones nuevas o, al menos, hacer grandes cambios. Tenemos que modificar nuestro día a día, nuestra forma de evaluar".
El cuerpo de maestros y profesores reconocen que la nueva Ley educativa "tiene cosas positivas y aspectos que pueden ser muy interesantes a medio/largo plazo", pero lamentan que sigue siendo la patata caliente que pasa de mano en mano con cada cambio de partido en el Gobierno. "Según quién gobierne se cambia la ley educativa, lo ideal sería que todos se pusiesen de acuerdo para sacar una ley comunitaria y que se fuese modificando en función del contexto social en el que nos encontremos, pero no cada cuatro años".
Resignados ante un nuevo cambio, el profesorado asegura que la sensación generalizada es de que "cada vez tenemos más trabajo, se nos exige más y los niños cada vez trabajan menos, así vamos mal".
Cambios que entrarán en vigor este curso escolar
Aprendizaje por competencias. Principal modificación de la LOMLOE, centrado en la forma de enseñar y aprender. El objetivo del cambio es que los estudiantes desarrollen competencias que les permitan conectar los conocimientos que van adquiriendo a lo largo de los cursos, además de habilidades aplicables en el día a día fuera de las aulas.
Nuevas asignaturas. La inclusión de nuevas materias siempre es un punto discordante entre una ley educativa y otra. En esta ocasión se impartirán valores cívicos, programado para uno de los dos últimos cursos de Primaria y otro en Secundaria. Además, Religión ya no tendrá valor para la nota media del expediente.
Aumento de las modalidades en bachillerato. Bachiller pasará a contar con cinco modalidades, siendo dos de ellas del artístico, música y artes escénicas por un lado y artes plásticas, diseño e imagen por otro.