Intercambio de papeles
Yacine Brahimi tuvo un día gris. Ahogado por la presión del Elche, el argelino redujo a la mínima expresión sus habituales gambeteos y tuvo una menor incidencia en el juego que en ocasiones precedentes, como si el parón de la semana pasada por su sanción hubiese oxidado la maquinaria del talentoso atacante africano. No hubo apenas internadas, ni desbordes. Brahimi estuvo en la línea anodina del partido.
Sin embargo, cuando ya se había disputado una hora de juego y pocos esperaban su aparición, el internacional argelino halló su momento y cazó al vuelo la jugada más determinante del partido. El pequeño atacante del Granada controló de forma excelente un pase de El Arabi, que se había recorrido el campo tras arrebatarle el balón a Damián, y batió a Manu Herrera con una definición técnicamente impecable.
El intercambio de papeles le salió bien en esta ocasión al Granada. En la jugada del único gol del partido fue El Arabi quien se fajó y quien recuperó la pelota en la banda para salir sorteando rivales hacia la portería antes de que el habitual regateador hiciera bien lo que peor suele hacer, después de demostrar durante el resto del partido que el tarro de sus esencias cotidianas se le había olvidado en casa.
El gol fue un alivio para el Granada, atascado hasta entonces; envuelto en una tela de araña perfectamente tejida por Fran Escribá. El Elche corrió con inteligencia para presionar en los puntos delicados del cuerpo rojiblanco y debilitarlo física y mentalmente hasta el punto de hacerse con la manija del encuentro. Sin embargo, cometió el error del que muchas veces fue protagonista el equipo de Alcaraz a lo largo de la temporada.
Uno de los que más agradeció el resbalón de Damián fue Fran Rico, incómodo en el vértice del trivote, demasiado encorsetado y exigido en todo momento por Carlos Sánchez y por Javi Márquez. El gallego perdió dinamismo y el efecto de su juego quedó mermado por la lejanía de la portería de Manu Herrera. Aún así, fue quien puso el criterio en los mejores minutos de fútbol de los hombres de Alcaraz. Luego marró un penalti, pero la historia del encuentro fue benévola con su fallo.
COEFF DIO LA DE CAL
Relegado Mainz, una vez más, al banquillo, en esta ocasión Alexander Coeff jugó un buen partido en el papel de acompañante de Murillo en el eje de la zaga. El francés evitó los errores de bulto y estuvo correcto a la hora de cortar y en el momento de jugar. Lucas Alcaraz le ha dado confianza y él trata de aprovechar su momento en Primera División. Esta vez, con acierto.