Los investigadores creen que aún quedan unos 75 cadáveres en las fosas del Barranco de Víznar
El número de exhumaciones podría alcanzar las 140 cuando finalice la cuarta fase de excavaciones en la zona, donde se estima que fueron asesinadas unas 200 personas
El nombre de Emilio Silva marcó un antes y un después en historia democrática de España. Su cuerpo fue el primero de un represaliado durante la Guerra Civil que se exhumó y recuperó para su posterior identificación con ADN. Sucedió en 2003 y aunque sus restos se localizaron en Priaranza del Bierzo, cerca de Ponferrada, en aquellos trabajos participó un equipo de la Universidad de Granada liderado por el reputado profesor José Antonio Lorente.
Veintiún años después, el hallazgo este miércoles de los restos de diez víctimas del franquismo que yacían maniatadas y con disparos en la cabeza va camino de marcar otro importante hito en los trabajos de excavación y exhumación que se vienen desarrollándose en el Barranco de Víznar desde 2021. Y es que se trata de la primera fosa común en la zona de marras en la que todos los cuerpos recuperados presentan los signos ya descritos. "Hasta ahora, sólo un individuo de una fosa de trece aparecía con un cable eléctrico atado de pies y cintura. La hipótesis es que vinieran atados desde Granada en un camioneta", confirma el profesor de Prehistoria y Arqueología de la UGR Francisco Carrión Méndez, quien dirige los trabajos de la cuarta fase de excavaciones en esta zona y que estima en unos 75 cadáveres más, hasta los aproximadamente doscientos que podrían encontrarse cuando finalicen los trabajos en este lugar.
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Carrión explica a GranadaDigital que es importante matizar que no se trata de fusilamientos, "lo que implica un paredón y un pelotón de fusilamiento que en este caso no se da", sino de represaliados a los que se les pegó un tiro –quizás en uno de los habituales paseíllos de la Guerra Civil– para posteriormente ser arrojados a una fosa común. El profesor también aclara que "no se conserva la cuerda ni el textil con el que fueron atados, pero sí la posición de los brazos en la espalda".
Tal y como explica el experto, una vez son exhumados y trasladados al laboratorio, "los restos se limpian y se ordenan anatómicamente y se extienden sobre la mesa ya lavados para, acto seguido, proceder al estudio antropológico forense para determinar su sexo, edad, experiencias en vida y también evidencias perimortem, que son las lesiones que hayan sufrido antes de la muerte". "Y también otro tipo de analíticas como por ejemplo las correspondientes a parásitos estomacales", especifica. A partir de ahí, se procede a seleccionar la muestra para el análisis genético.
"Siguiendo el protocolo establecido –prosigue Carrión– seleccionamos tres tipos de muestras. Primero tratamos de recuperar el hueso petroso, que está en la base del cráneo y es grueso. Si se conserva bien, es el que cortamos para enviar al laboratorio. Si no, buscamos dos molares que no tengan caries porque, en caso contrario, no sirven para la identificación genética. Si tampoco es posible, finalmente cortamos un fragmento de fémur de diez centímetros". En paralelo a todo ello, "se le hace a todos los familiares hisopados bucales para obtener muestras genéticas que pasen al banco de ADN junto con las analíticas de los restos óseos" y así poder cruzar los datos de ambas personas.
Carrión evita dar un dato porcentual ni siquiera en promedio de los cuerpos que finalmente son identificados porque, asegura, "ese porcentaje depende del número de muestras de restos humanos que se tienen y del número de familiares que se prestan a colaborar. También de otros factores importantes como que los familiares sean hijos directos de la víctimas, que suelen ser muy pocos, pues con el paso del tiempo muchos ya han fallecido. Lo siguiente es contar con nietos y bisnietos", concluye a este respecto.
Unos 200 cuerpos en el Barranco de Víznar
Con estas diez nuevas exhumaciones, el número de cuerpos recuperados desde que comenzaron los trabajos en el Barranco de Víznar hasta la actualidad asciende a 124, de los que 32 corresponde a mujeres. Carrión no cree que en esta cuarta campaña de excavaciones a la que pertenece la fosa común en la que se han encontrado los últimos restos se termine superando la cifra de 140. "Eso siendo optimistas", puntualiza. De momento, son diecisiete las fosas ya completamente analizadas en el Barranco, y aunque se desconoce el número total de las que puedan quedar por descubrir, sí que, en base a investigaciones y estudios previos, el profesor cree que "lo que es en el Barranco de Víznar en sí, como mucho, estaremos en el entorno de los doscientos represaliados".
Sobre el hecho de que esta zona acumule tantas, el arqueólogo y también experto en historia recuerda que "uno de los objetivos de los asesinos golpistas era desvincular a las personas con sus lugares de origen o el lugar en el que vivía". "A partir del 22 de julio de 1936, Víznar, Alfacar y otros pueblos cercanos ya estaban tomados por los sublevados. Aquí estaba al mando de las tropas el capitán José María Nestares, al que desde el Gobierno Civil a cargo del comandante Valdés le llegaban las sacas de fuera de Víznar. Era una estrategia común en muchos sitios de Andalucía y España y el Barranco de Víznar ofrecía esa posibilidad", desarrolla.
El profesor desataca la "importante labor pedagógica" del equipo multidisciplinar que trabaja en este área situada en el entorno de la Sierra de la Alfaguara: "Contamos con estudiantes pertenecientes a los másteres de Arqueología y Territorio y al de Antropología Física, ambos de la Universidad de Granada. Y también alumnos del Grado de Arqueología, que hacen las prácticas con nosotros. Hacemos también labor didáctica con los institutos que nos llevan visitando desde hace tres años. Cada año recibimos una media de siete u ocho que vienen con sus profesores a visitar tanto los trabajos de campo como de laboratorio. Una experiencia también muy satisfactoria".
Y con esa misma palabra, "satisfacción", define la sensación que experimenta cuando puede hablar con las familias que, tras décadas de búsqueda, consiguen dar con el paradero de sus familiares gracias al trabajo de este equipo de investigación. "Por supuesto que expresan esa satisfacción. No ha sucedido aquí, pero sí en otros lugares en los que hemos trabajado", manifiesta. Carrión no deja pasar la oportunidad de recordar que dichos parientes son informados "diariamente" de los avances que se producen en las excavaciones "a través de un grupo de WhatsApp que nuestro sociólogo de equipo tiene con ellos". "Además de ello, se les explican los procedimientos que se van a llevar a cabo en tres reuniones periódicas tanto al inicio de la campaña como a mediados y a finales de la misma", añade.
Lorca, entre Víznar y Alfacar
Preguntado si los últimos diez cuerpos hallados en el Barranco de Víznar acercan la posibilidad de que se encuentre el cuerpo de Federico García Lorca en un futuro no muy lejano, Francisco Carrión responde tajante: "Mi respuesta es no". Y lo justifica con la afirmación de que "Dióscoro Galindo, Francisco Galadí, Joaquín Argollas y Federico García Lorca simplemente no están en el Barranco, sino en otro lugar que de momento desconocemos". "Lo sabemos cien por cien en base a los archivos que tenemos y las publicaciones de algunos investigadores. Suponemos que estarán entre Víznar y Alfacar, en algún lugar situado en ambos márgenes de la carretera", sentencia.
Por último, el profesor hace una valoración "muy positiva" de la decisión de la Fiscalía de Granada de investigar como delitos de lesa humanidad los fusilamientos en el Barranco de Víznar. "A la Fiscalía General de Derechos Humanos y Memoria Democrática se le han enviado todos nuestros informes científicos que han sido la base para que el Ministerio Público emita un decreto para iniciar el proceso que vendrá a continuación", sintetiza en relación a esto último.
En otro barranco, el del Carrizal, situado en Órgiva, el equipo de investigadores de la Universidad de Granada liderado por Carrión inició hace ya nueve días la fase previa de investigación para que el Instituto de Investigación Andaluz de Geofísica de la propia UGR comience las prospecciones geofísicas y arqueológicas. Se trata de los trabajos previos necesarios para iniciar una campaña de excavaciones que arrancará en 2025.